Galicia, un caso aparte

La larga noche del Estatuto gallego tuvo un notable precedente en la madrugada del d¨ªa 9 de marzo de 1978, cuando trascendi¨® la noticia de que el Gobierno estaba a punto de romper la barrera preaton¨®mica limitada a Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco e iba a proceder a la aprobaci¨®n de un paquete de decretos-leyes por los que se otorgaban reg¨ªmenes de autogobierno provisional a Galicia, Pa¨ªs Valenciano, Arag¨®n y Canarias.Entre los parlamentarios gallegos de UCD, comenz¨® a extenderse la impresi¨®n de que viajar en el gran pelot¨®n de los llamados entes preauton¨®micos, pod¨ªa suponer a largo plazo el que sus aspiraciones quedaran descolgadas del pelot¨®n de cabeza, en el que marchaban en solitario vascos y catalanes.

Despu¨¦s de diversos contactos en la noche del d¨ªa 8 de marzo, los parlamentarios gallegos de UCD se dieron cita al d¨ªa siguiente, bien de ma?ana, en el palacio de las Cortes para mantener una reuni¨®n, antes de que comenzara el maratoniano y acalorado Pleno del Congreso en el que se aprob¨® la ley de elecciones locales. Ello permiti¨® que cuando Adolfo Su¨¢rez lleg¨® a la carrera de San Jer¨®nimo para asistir al Pleno se encontrara con la siguiente tarjeta de salutaci¨®n por parte de los diputados gallegos: o Galicia es sacada del paquete preauton¨®mico a punto de aprobarse o se abstienen en la votaci¨®n sobre el proyecto de ley de elecciones locales.

Adolfo Su¨¢rez cedi¨® a las presiones de los diputados y, para darles satisfacci¨®n, el Consejo de Ministros que se iba a celebrar en sesi¨®n ¨²nica, como es habitual, al d¨ªa siguiente, viernes, se desdobl¨® en dos sesiones. En la del viernes, d¨ªa 10, el Gobierno aprob¨® el decreto-ley regulador de la preautonom¨ªa gallega; al d¨ªa siguiente sucedi¨® otro tanto con los del Pa¨ªs Valenciano, Arag¨®n y Canarias.