Reposici¨®n de "El hu¨¦sped del sevillano"

No estuve en el estreno de la nueva versi¨®n de El hu¨¦sped del sevillano, sino en funci¨®n normal, sin invitados, ni especiales adhesiones. Sin embargo, el p¨²blico que llenaba el local aplaudi¨® con el mayor entusiasmo, la obra de Reoyo, Luca de Tena y Jacinto Guerrero. Otra vez, pues, se comprueba un resurgimiento del g¨¦nero l¨ªrico, ya comentado aqu¨ª, pero que habr¨¢ que estudiar detenidamente.Cuanto se ofrece en el escenario de la Zarzuela, bajo la direcci¨®n esc¨¦nica de Roberto Carpio y musical de Moreno Buend¨ªa, aun manteniendo un nivel de calidad, se ci?e a la tradici¨®n. Quiero apuntar que no parecen necesarios a los nuevos adeptos, cambios ni ?aggiornamenti?; basta con ofrecerles la zarzuela tal cual es, en su propia salsa, con la gran carga de ingenuidad teatral y la no menor, en este caso, de ingenuidad musical directamente ce?ida a patrones popularistas toledanos.

Dada la media de edad de los asistentes, no se puede hablar de nostalgia; observado el talante llano y sincero de su atenci¨®n y sus reacciones, tampoco es l¨ªcito pensar en mirada ir¨®nica o en intelectualizado ?revival?. Quiz¨¢ estribe todo en haber devuelto al g¨¦nero su condici¨®n principal de teatro y m¨²sica populares tras descabalgarle de cierto tono encopetado y exagerada consideraci¨®n de gloria nacional.

Para m¨ª ¨¦ste es el mayor m¨¦rito en la labor de Carpio, Buend¨ªa, Lorca y los int¨¦rpretes: Josefina Meneses, segura, expresiva, convincente desde su timbre y su decir atractivos; Daniel J. M u?oz, mejor cantante que actor; Amelia Font, Castej¨®n Ramallo (afable Cervantes) y el largo reparto.