Madrid-Manchester, un suceso desagradable

El Madrid-Manchester City no tuvo nada de amistoso. El arbitraje patriotero de Lamo Castillo, que concedi¨® al Madrid dos goles en fuera de juego, exasper¨® al Manchester. La incapacidad del ¨¢rbitro para salir al paso de la dureza creciente por parte de los dos equipos termin¨® de complicar las cosas. Un par de expulsiones por bando en el segundo tiempo y la expulsi¨®n del palco de uno de los directivos del Manchester, que perdi¨® la compostura, hicieron del partido, con gran fr¨ªo ambiental, un suceso desagradable.El enfado visitante empez¨® en el minuto seis, cuando un pase de Garc¨ªa Hern¨¢ndez a Santillana dio lugar al primer gol, mientras los jugadores del Manchester reclamaban fuera de juego. Poco despu¨¦s, los ingleses empataban en el lanzamiento directo de un c¨®rner -en el ¨²nico fallo de Miguel Angel en toda la noche-, y eso pareci¨® calmarles algo. Vino despu¨¦s una fase de juego bonito, con dominio del Manchester, pero profundos contraataques madridistas, que dieron como resultado dos bonitos goles de Juanito -minutos 25 y 36-, ambos al rematar jugadas muy bien llevadas por Del Bosque y Santillana.

Pero despu¨¦s empez¨® a asomar cierta dureza, y Lamo Castillo pas¨® incre¨ªblemente por alto dos espeluznantes entradas de Isidro en menos de diez segundos, merecedoras ambas de expulsi¨®n, pero que no fueron castigadas ni con falta. El Manchester acort¨® distancias por medio de Shinton en el minuto 43. A los siete minutos de la continuaci¨®n, Rinc¨®n, en claro fuera de juego, daba nueva ventaja al Madrid, y eso desencaden¨® la pelea. A partir de ah¨ª ya todo fueron patadas. El ¨²nico detalle de f¨²tbol estuvo en el minuto 59, cuando Garc¨ªa Hern¨¢ndez marcaba el quinto gol en un golpe franco directo. El polaco Deyna, presente ya en el campo, mostr¨® tambi¨¦n su calidad ya contrastada en muchos campos del mundo.

En el minuto 64, Booth y Benito se enzarzaron a pu?etazos a la salida de un c¨®rner, y Lamo Castillo, por fin, se decidi¨® a expulsarlos. Seis minutos despu¨¦s era expulsado Ranison, por una escalofriante patada a Rinc¨®n. Se vengaba as¨ª de una del mismo orden que el madridista le hab¨ªa propinado un minuto antes, en venganza a su vez de un ?viaje ? similar recibido de parte de Benet. Dos minutos despu¨¦s era Angel el que se iba a la caseta por dos taretas amarillas.

Al quedarse los dos equipos con nueve hombres, los ¨¢nimos se calmaron algo, pero poco. Asistimos al curioso espect¨¢culo de ver a los dos equipos jugando un 3-3-2 salpicado de patadas y malos modos. La expulsi¨®n del palco de honor de uno de los directivos del Manchester termin¨® de subrayar lo desagradable de la noche.