El PIB crecera en un 2%, seg¨²n el ministro de Econom¨ªa

En la clausura de las reuniones celebradas en Madrid por la secci¨®n espa?ola de Forex (Asociaci¨®n de Cambistas Extranjeros), el ministro de Econom¨ªa, Jos¨¦ Luis Leal, hizo un ?parte de situaci¨®n? del a?o econ¨®mico a punto de concluir, y habl¨® de las posibilidades de 1980, fuertemente condicionadas -dijo- por la situaci¨®n econ¨®mica exterior.El parte de situaci¨®n expresado por el ministro se resume as¨ª:

Un crecimiento econ¨®mico en torno al 2% del producto interior bruto (algunos observadores econ¨®micos esperan el 1%, e incluso menos), y que no difiere sensiblemente del experimentado por otras econom¨ªas de nuestro entorno.

Una inflaci¨®n del 15% al 15,5%, que implica una reducci¨®n de, al menos, un punto sobre la del a?o anterior, y que se acerca a la de los pa¨ªses industrializados, que tuvieron aumentos crecientes en el ¨²ltimo a?o.

Un super¨¢vit de la balanza por cuenta corriente de 1.500 millones de d¨®lares, a la que se a?ade un fuerte crecimiento de las entradas de capital a largo plazo, y un positivo. resultado de las cuentas exteriores que ha elevado las reservas espa?olas de oro y divisas a cerca de 13.300 millones de d¨®lares.

Creo -dijo, al referirse a los factores que han condicionado este balance- que la pol¨ªtica econ¨®mica seguida era la ¨²nica posible, y es justo reconocer que se han dado pasos importantes en el sentido de flexibil¨ªzar nuestra econom¨ªa.

Entre las previsiones trazadas por el ministro para 1980 figuran:

Lo m¨¢s a que la econom¨ªa espa?ola puede aspirar es a un crecimiento de uno o dos.puntos en su producci¨®n, y a continuar reduciendo, siquiera moderadamente, el ritmo de evoluci¨®n de los precios.

Estos objetivos no podr¨¢n lograrse sin un considerable esfuerzo de la pol¨ªtica econ¨®mica y sin un sentido de solidaridad social, tanto por parte del sector p¨²blico -cuyos presupuestos para 1980 entra?ar¨¢n la potenciaci¨®n de la inversi¨®n p¨²blica productiva y la moderaci¨®n del crecimiento de los gastos corrientes- como por parte de toda la colectividad, que no podr¨¢ recuperar f¨¢cilmente el empobrecimiento relativo por el alza del petr¨®leo.

La factura espa?ola del petr¨®leo ha pasado de 4.500 millones de d¨®lares, en 1978, a 6.500, en 1979, y a 11.000 ¨® 12.000, en 1980. El pr¨®ximo a?o pagaremos, pues, 500.000 millones de pesetas m¨¢s que en 1978 por la misma cantidad de petr¨®leo.

La pol¨ªtica financiera habr¨¢ de continuar su labor de flexibilizaci¨®n del sistema, abaratando costes y transformando el ahorro en inversi¨®n, mediante la creaci¨®n de activos financieros diversificados y atractivos.

Se continuar¨¢ avanzando en el proceso de liberalizaci¨®n econ¨®mica, y la pol¨ªtica monetaria permitir¨¢ un crecimiento positivo del cr¨¦dito al sector privado.

Aunque es muy dif¨ªcil precisar, si las importaciones de petr¨®leo no aumentan en cuant¨ªa, en 1980 tendremos un d¨¦ficit de 2.000 millones de d¨®lares en la balanza por cuenta corriente.