El pintor Manuel Calvo, censurado en Marruecos
Se suspendi¨® su exposici¨®n en un museo de Fez
El pintor espa?ol Manuel Calvo ha sido censurado por las autoridades culturales marroqu¨ªes, que ordenaron la suspensi¨®n de su exposici¨®n en el Museo Batha, de Fez, el mismo d¨ªa en que estaba prevista la inauguraci¨®n. ?No he recibido ninguna comunicaci¨®n oficial de las razones que les llevaron a suspend¨¦rmela, si bien me han dicho que podr¨ªa deberse a la supuesta osad¨ªa del tema?, ha dicho a EL PA?S el pintor.
Esta exposici¨®n era la primera de las cinco que Manuel Calvo ten¨ªa programadas en Marruecos, en distintas ciudades durante el pr¨®ximo a?o. ?Dos de ellas?, sigue diciendo, ?en galer¨ªas oficiales, la primera, en este museo, que ya estaba completamente montada, y preparada para su inauguraci¨®n, y la segunda, en la galer¨ªa Bab Er-Rouah, tambi¨¦n dependiente del Ministerio de Cultura marroqu¨ª, esta vez en Rabat. Adem¨¢s tengo fechas en tres galer¨ªas privadas de T¨¢nger, Tetu¨¢n y Casablanca.?Se trata de la serie que Manuel Calvo titula ?Persona, animal o cosa?, que gira en torno al tema er¨®tico. ?La titulo con esa interrogaci¨®n porque a veces parecen animales o plantas, o cosas o personas humanas, aunque, es verdad, tienen mucho que ver con el sexo, que es quiz¨¢ lo m¨¢s evidente de lo que pasa entre ellas.? ?Pero no toda mi pintura y mi escultura?, sigue diciendo Manuel Calvo, ?es er¨®tica, y en este sentido he tratado de negociar con las autoridades marroqu¨ªes, m¨¢s que para esta exposici¨®n, que ya est¨¢ suspendida, para las otras que siguen contratadas y que en este momento no s¨¦ qu¨¦ va a ser de ellas. ?
?Marruecos me interesa especialmente?, dice, ?porque hay en la cultura isl¨¢mica muchas.de mis ra¨ªces. Desde mi pintura geom¨¦trica a ¨¦sta, en la que no costar¨ªa mucho ver signos de la familia de los de la escritura ¨¢rabe, hay muchos temas que me interesan. Adem¨¢s, para m¨ª ha sido una experiencia muy rica.
?En cuanto a la prohibici¨®n?, dice, ?tampoco me sorprende mucho. Me sirvi¨® este contacto para encontrarrne con los artistas marroqu¨ªes, entre los que la tendencia m¨¢s mayoritaria y poderosa es la de los abstractos, cosa comprensible, dada la tradici¨®n cor¨¢nica de no reproducci¨®n de la figura viva en arte, pero tampoco demasiado distinta de lo que pasa en el mundo; y en cuanto a la censura al erotismo, que yo interpreto m¨¢s como el triunfo del abstracto -o del mal llamado abstracto: para m¨ª lo m¨¢s abstracto es lo griego, que fabrica prototipos de belleza-, que, como otra cosa, tambi¨¦n estoy acostumbrado. Tengo una larga carrera de censuras en Espa?a.
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