Los cinco ¨²ltimos d¨ªas de un ministro

El s¨¢bado d¨ªa 12 comienza la cuenta atr¨¢s del proceso que supondr¨ªa, cinco d¨ªas despu¨¦s, la salida del Gobierno del ministro de Cultura. Por primera vez en varios meses, Manuel Clavero es citado ese d¨ªa en la Moncloa, recinto que ¨²ltimamente no visita si no es para acudir a los Consejos de Ministros. Pero tampoco esta vez va a tener oportunidad de despachar a solas con el presidente del Gobierno.La reuni¨®n no tiene otro fin que dar por cerrado el debate interno de UCD sobre el tenia abierto en octubre por Mart¨ªn Villa, ya que, salvo Clavero todos los presentes hace tiempo que coinciden en que la v¨ªa adecuada para alcanzar un sistema auton¨®mico racional es la que establece el art¨ªculo 143 de la Constituci¨®n y ello obliga a la reconversi¨®n del proceso auton¨®mico andaluz.

Se acuerda, por tanto, que una comisi¨®n se encargue de redactar el documento definitivo para presentarlo el martes siguiente a la aprobaci¨®n del comit¨¦ ejecutivo nacional, cuya reuni¨®n se fija, en un primer momento, a las ocho y media de la tarde.

Nada m¨¢s salir de la Moncloa.Manuel Clavero convoca tambi¨¦n para el martes, en Madrid, s¨®lo que a las cuatro y media, al comit¨¦ regional de UCD andaluza, de la que es presidente. Se ampara para ello en una cl¨¢usula aprobada en el oto?o del a?o pasado en la asamblea de Torremolinos seg¨²n la cual el comit¨¦ regional andaluz debe ser o¨ªdo previamente en todos aquellos asuntos sobre los que vaya a pronunciarse el comit¨¦ nacional de UCD que afecten a la regi¨®n. El hecho es conocido de inmediato en la Moncloa, adonde tambi¨¦n llegan noticias de sendas reuniones mantenidas por Manuel Clavero el s¨¢bado y el domingo con los altos cargos del Ministerio de Cultura. Ello origina llamadas entre miembros del Gobierno y responsables de UCD, que toman la decisi¨®n de suspender la reuni¨®n del ejecutivo centrista andaluz, pero, ante la imposibilidad de hacerlos estatutariamente, se ponen en marcha diversos mecanismos de presi¨®n cerca de los miembros del comit¨¦ para que no vengan a Madrid. En algunos casos se cursan telegramas desde la sede de UCD, en otros, como en el de Almer¨ªa. es, al parecer, el propio secretario general del partido el que telef¨®nicamente les indica que la reuni¨®n ha sido suspendida y, en el caso de Granada, es el presidente provincial de UCD, se?or Jim¨¦nez Blanco el que prohibe a su gente que acuda a la cita. A su vez se presiona, sin ¨¦xito. sobre Manuel Clavero para que suspenda la reuni¨®n. Y as¨ª se llega a la noche del domingo, en que TVE, en su ¨²ltimo telediario, anuncia que el comit¨¦ ejecutivo nacional de UCD se adelanta a las cuatro de la tarde, es decir, media hora antes de la prevista para la del ejecutivo andaluz.

El lunes transcurre en este ambiente de tensi¨®n, y el martes, a las pocas horas del regreso de Adolfo Su¨¢rez de Washington, ¨¦ste cita a Manuel Clavero en la Moncloa. Al fin se produce la primera entrevista en solitario por la que tanto ha suspirado el ministro de Cultura en los ¨²ltimos meses. Es un encuentro largo, que Manuel Clavero aprovecha para exponerte al presidente las controversias que ven¨ªa manteniendo con el PSOE para impedir un futuro Gobierno de izquierda en Andaluc¨ªa, cuesti¨®n que se hab¨ªa convertido en la preocupaci¨®n fundamental de los dirigentes centristas.

Con esta informaci¨®n nueva Adolfo Su¨¢rez cita a algunos de sus colaboradores, que desmontan punto por punto el plan de Clavero, papel en el que sobresalen Fernando Abril. P¨¦rez Llorca y Mart¨ªn Villa. Los dos primeros reducen el tema, en definitiva, a un intento del ministro de Cultura para mantenerse al frente de su departamento. ?Ya est¨¢ bien de aguantarle?. coment¨® uno de ellos.

A las cuatro de la tarde de ese d¨ªa est¨¢ convocada la reuni¨®n del ejecutivo nacional, pero no se inicia hasta las cinco, a la espera de que Manuel Clavero Y Landelino. Lavilla regresen del Palacio de Exposiciones y Congresos, en donde, a las cuatro y media, se hab¨ªan dado cita 39 de los 55 miembros que componen el ejecutivo andaluz. Faltan ¨ªntegramente los comit¨¦s de Granada y Almer¨ªa, salvo una excepci¨®n por cada uno de ellos. El comit¨¦ andaluz, a la vista de la situaci¨®n, decide reunirse de nuevo a las once de la noche.

La reuni¨®n del comit¨¦ nacional transcurre sin sobresaltos. De acuerdo con lo previsto, Manuel Clavero se queda solo y se reserva su voto, mientras los dem¨¢s miembros respaldan un¨¢nimemente el documento racionalizador de las autonom¨ªas, que supone, por a?adidura, la abstenci¨®n de UCD ante el refer¨¦ndum andaluz.

Se intenta convencer a Manuel Clavero que asuma la defensa de ese documento ante la UCD andaluza, pero ¨¦ste se niega a hacer otra cosa que no sea la exposici¨®n de los acuerdos adoptados por la UCD nacional. Es entonces cuando Garc¨ªa-D¨ªez propone que a la reuni¨®n de la UCD andaluza acuda una delegaci¨®n de la ejecutiva nacional. La idea es rechazada en principio por Landelino Lavilla, pero se acepta despu¨¦s de un debate. A las once de la noche Manuel Clavero llega acompa?ado de Abril Martorell, P¨¦rez Llorca, Arias-Salgado, Garc¨ªa A?overos, Mart¨ªn Villa, P¨ªo Cabanillas y Garc¨ªa D¨ªez.

La llegada de Abril

La entrada en Cedaceros de Fernando Abril, seg¨²n confesi¨®n de un asistente a la reuni¨®n, siembra el p¨¢nico entre las filas de la UCD andaluza. El vicepresidente primero del Gobierno se limit¨® a seguir muy atentamente cada una de las intervenciones que siguieron a las exposiciones iniciales de Manuel Clavero y Rafael-Arias, y s¨®lo intervino en tres ocasiones, previa petici¨®n de perd¨®n por hacer uso de la palabra.La intervenci¨®n de P¨¦rez Llorca molest¨® especialmente a un sector de los asistentes, sobre todo despu¨¦s de que intentara quitar la presidencia del acto a Manuel Clavero, a lo que se opuso Fernando Abril.

Varios centristas andaluces se mostraron dispuestos a aceptar la v¨ªa del art¨ªculo 143 siempre que se les diera una salida ante el electorado, pero nadie supo ofrecerla. La reuni¨®n finaliz¨® hacia las cinco de la ma?ana, con una intervenci¨®n de Clavero que, seg¨²n uno de los asistentes, son¨® a despedida.

A las once de la ma?ana del mi¨¦rcoles, el ministro de Cultura acudi¨® nuevamente a la Moncloa para mantener una entrevista de dos horas con el presidente del Gobierno, al que present¨® su dimisi¨®n, que no le fue aceptada de momento. A las seis de la tarde se enter¨® par un despacho de la agencia Efe que dejaba de ser ministro.