Diez a?os de exilio
Al anochecer del 14 de abril de 1931, el rey Alfonso XIII abandon¨® el Palacio Real. sin abdicar, y se dirigi¨® en autom¨®vil a Cartagena, donde embarc¨® en el crucero Pr¨ªncipe Alfonso, que le dejar¨ªa, al d¨ªa siguiente, en el puerto de Marsella. Despu¨¦s de una breve estancia en Fontainebleau, el Rey se instal¨® en Roma.En los primeros a?os de exilio mantuvo estricta reserva y neutralidad pol¨ªtica. M¨¢s tarde recibi¨® con el mayor sigilo a Jos¨¦ Mar¨ªa Gil-Robles, jefe de Acci¨®n Popular. Fue entonces cuando perfil¨® su t¨¢ctica pol¨ªtica: apoyo a la derecha republicana, que representaba la CEDA, para lograr, mediante el triunfo de aquella la restauraci¨®n. Tambi¨¦n otorg¨® su apoyo a Renovaci¨®n Espa?ola, grupo mon¨¢rquico que se dividi¨® m¨¢s tarde en alfonsinos, juanistas, pues muchos nombres mon¨¢rquicos deseaban que el rey, abdicase en el pr¨ªncipe don Juan. Nunca pens¨® en abdicar en los primeros a?os del exilio, hasta el punto) de que, en una reuni¨®n del Consejo de Renovaci¨®n, manifest¨® que su ¨²nica ambici¨®n era volver a Madrid, como un acto de justicia del pueblo espa?ol con su rey. Despu¨¦s de regresar firmar¨ªa de inmediato su abdicaci¨®n en el Palacio de Oriente.
Cuando se produjo la sublevaci¨®n militar, don Alfonso tuvo la intenci¨®n, seq¨²n manifiestan sus m¨¢s exaltados bi¨®grafos, de presentarse en Espa?a y ponerse a disposici¨®n de las autoridades militares. El general Franco, que hab¨ªa sido su ?militar favorito?. no iba a ser el Mart¨ªnez Campos de una posible restauraci¨®n. Bien pronto don Alfonso se apercibi¨® de que Franco no le devolver¨ªa el trono. Sin embargo, orden¨® a sus partidarios que le obedeciesen totalmente, actitud que tuvo importante repercusi¨®n futura en el posterior afianzamiento y consolidaci¨®n del r¨¦gimen franquista.
Durante la segunda guerra mundial, el rey discrep¨® de la pol¨ªtica de alianza de Franco con Alemania y con Italia. En este sentido. con visi¨®n prof¨¦tica, advirti¨® a Serrano S¨²?er, que le visit¨® en Roma en 1940, que ser¨ªa una terrible equivocaci¨®n creer en una victoria nazi.
El 8 dejullo de 1939 redact¨®. en Laussanne (Suiza), su testamento, en el que declaraba a su hijo don Juan, pr¨ªncipe de Asturlas, heredero legal de la Corona de Espa?a. En dicho testamento se explicaba que, por renuncia expresa de su hijo el infante don Jaime, el heredero inmediato era don Juan. El d¨ªa 15 de enero de 1941, sinti¨¦ndose gravemente enfermo y previendo su pr¨®ximo fin, Alfonso XIII abdic¨® en favor de su hijo don Juan de Borb¨®n y Battenberg.
El 28 de febrero fallec¨ªa. v¨ªctima de una angina de pecho, en el Grand Hotel de Roma. rodeado de la reina Victoria Eugenia y de sus hijos. El 3 de marzo tuvo lugar el entierro, que presidi¨® el rey de Italia, y sus restos fueron sepultados en la iglesia de Montserrat y Santiago. Hab¨ªa terminado un cap¨ªtulo de la historia de Espa?a.
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