Su¨¢rez comprueba la dificultad de encontrar una soluci¨®n a la crisis de Oriente Pr¨®ximo
El presidente del Gobierno espa?ol, Adolfo Su¨¢rez, concluy¨® ayer en la capital jordana su primer periplo oficial por el Oriente Pr¨®ximo. El presidente Su¨¢rez, que regres¨® en la noche de ayer a Madrid, ha podido comprobar a lo largo de este viaje las enormes dificultades internas y externas que abriga la crisis ¨¢rabe-israel¨ª, y los riesgos que entra?a cualquier intento de mediaci¨®n o de asunci¨®n de protagonismo a corto o medio plazo en este complejo problema. El presidente Su¨¢rez, momentos antes de iniciar su viaje de regreso a Espa?a, insisti¨®, una vez m¨¢s, en la singularidad e independencia de acci¨®n exterior del Estado espa?ol.
La situaci¨®n militar de la crisis de Oriente Pr¨®ximo y especialmente el problema palestino fueron los temas centrales de la conversaci¨®n que Adolfo Su¨¢rez mantuvo, en la ma?ana de ayer, con el pr¨ªncipe heredero de Jordania, Hassan. Posteriormente, el pol¨ªtico espa?ol celebr¨® una larga sesi¨®n informativa con los embajadores de Espa?a acreditados en los pa¨ªses ¨¢rabes de la zona y a la que asisti¨® tambi¨¦n el c¨®nsul general de Espa?a en Jerusal¨¦n. En el curso de esta conversaci¨®n se decantaron tres ideas importantes: la complejidad del problema ¨¢rabe-israel¨ª, la dif¨ªcil situaci¨®n pol¨ªtica de la diplomacia norteamericana en el ¨¢rea y la ausencia de un proyecto ¨²nico y viable que permita vislumbrar el principio del fin del problema palestino.Algunos de los diplom¨¢ticos espa?oles pusieron el acento en esta ¨²ltima idea, que constituye el punto de arranque a todo intento de soluci¨®n de la crisis. Se se?al¨® en la reuni¨®n de Su¨¢rez con los diplom¨¢ticos espa?oles que los m¨²ltiples intentos de asumir el protagonismo ¨¢rabe en la crisis, los intereses creados que la interfieren -como lo es la fuerza que el control del petr¨®leo da a ciertas naciones sobre Occidente- y las distintas tendencias que anidan en la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), y encabezadas singularmente por Yasser Arafat y George Habache, constituyen un complejo nudo que los propios ¨¢rabes a¨²n no han podido desatar. Asimismo, el futuro de Jerusal¨¦n y las distintas opciones sobre el eventual asentamiento de la naci¨®n palestina ampl¨ªan la dimensi¨®n de este problema. En el curso de esta conversaci¨®n m¨²ltiple se pusieron de relieve los efectos del relanzamiento del Islam por el ayatollah Jomeini y el tradicional combate ideol¨®gico y de familias religiosas que se registra en estas latitudes.
Un problema a largo plazo
El presidente Su¨¢rez, al iniciar su viaje, dej¨® bien claro que no viajaba a Irak y Jordania en calidad de mediador, entre otras cosas porque ninguna de las partes interesadas en el conflicto le hab¨ªa dado pie para ello. No obstante, el jefe del Gobierno hispano se?al¨® que su Gabinete, como ejecutivo amigo de la naci¨®n ¨¢rabe, iba a buscar f¨®rmulas de cooperaci¨®n. En este marco se inscribe la definici¨®n que el propio Su¨¢rez dio al viaje: ?informativo?. Y en lo que a ello se refiere, se puede decir que ha cumplido su objetivo, aunque de paso ha servido para que el propio presidente del Gobierno compruebe los riesgos que incluye para una naci¨®n como la espa?ola, no s¨®lo el intento de mediar en la crisis, sino, y sobre todo, el de asumir a solas cualquier tipo de protagonismo en el ¨¢rea. Alg¨²n embajador, en la conversaci¨®n con Su¨¢rez, apunt¨® la idea de que en cualquier gesti¨®n, Espa?a deber¨ªa actuar arropada por otros pa¨ªses y lleg¨® a citar a Austria como neutral y a Holanda como naci¨®n pr¨®xima al pueblo israel¨ª para presentar un frente m¨¢s compacto y amplio si alg¨²n d¨ªa se decide tomar una iniciativa de alcance.
Es decir, que el protagonismo que Su¨¢rez hab¨ªa intentado asumir ante la opini¨®n p¨²blica norteamericana y europea (despu¨¦s de sus entrevistas con Arafat, Carter y Schmidt) parece algo enfriado a la vista de la objetiva realidad que se aprecia sobre el terreno. Al menos, desde la ¨®ptica de los hechos concretos, y s¨ª, desde luego, al margen de las declaraciones pomposas y artificiales. La frontera entre el mediador y el protagonista es bien exigua, aunque desde luego diferente. Espa?a no puede desempe?ar el papel de intermediario porque s¨®lo cuenta con el apoyo de una de las partes, y, por ello, el protagonismo es unidireccional, en este caso el que se refiere a la defensa de los intereses ¨¢rabes, y en ello s¨ª hay que decir que el Gobierno de Madrid consigui¨® un punto importante para s¨ª al recibir a Yasser Arafat en la capital espa?ola y al promocionar su liderazgo en las capitales europeas de la CEE.
Finalmente, hay que se?alar que el presidente Su¨¢rez ha vuelto, una vez m¨¢s, a intentar explicar la color de la diplomacia espa?ola. Su¨¢rez repiti¨® ayer en el aeropuerto de Amman que nuestra diplomacia es independiente, e insisti¨® en que esta l¨ªnea no ha cambiado en el curso de los ¨²ltimos meses. El presidente sal¨ªa, as¨ª, al paso de alg¨²n comentario que dec¨ªa que Su¨¢rez habl¨® en Washington con Carter un lenguaje distinto al que expres¨® en Irak y Jordania y que el presidente hab¨ªa dado un giro importante entre uno y otro desplazamiento. El presidente dijo que ?no hemos cambiado de tono en ning¨²n momento?, que la pol¨ªtica exterior hispana no est¨¢ condicionada por nadie, que tiene sus peculiaridades ?muy claras?, e insert¨®, por ¨²ltimo, la coletilla de que esta acci¨®n del Gobierno se inserta en el marco ?occidental?, palabra m¨¢gica ¨¦sta del presidente con la que apenas se sabe si intenta escamotear, al menos en el tiempo, la opci¨®n atlantista de su Gobierno, o, simplemente, esconderla ante ciertos interlocutores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.