El "Romancero gitano" traducido por vez primera al cal¨®
Por primera vez desde su publicaci¨®n, en 1928, y despu¨¦s de haber sido traducida a los m¨¢s diversos idiomas del mundo, la obra po¨¦tica m¨¢s popular del granadino Federico Garc¨ªa Lorca, el Romancero gitano, acaba de ser traducida por otro granadino, Ata¨²lfo Granada, a la propia lengua internacional del pueblo gitano: el cal¨® o roman¨ª.
?Casi dos a?os he tardao en traducir el libro entero, y eso que muchas veces me han dao las cuatro y hasta las cinco de la madrug¨¢ trabajando, palabra a palabra, hasta completar los dieciocho romances de este "liba?ir¨® cal¨®".?Curiosamente, Ata¨²lfo Granada, cuyo verdadero nombre civil es el de Ata¨²lfo Barroso Jim¨¦nez, no es gitano de nacimiento, sino payo. Lo que pasa es que, como suele ocurrir en Granada de cuando en cuando, se enamor¨® ?locamente? de una gitana del Sacromonte y ?se lio la manta a la cabeza?. Como adem¨¢s aparentemente da el tipo de ?esperjam¨® e vardor¨ª chintr¨ª? (?moreno de verde luna?, como Anto?ito el Camborio), ni su aspecto ni su forma de ser le han deparado nunca el m¨¢s m¨ªnimo problema entre la comunidad gitana, desde el momento en que decidi¨® integrarse en ella.
A pesar de tener un oficio tan poco flamenco como,el de pintor decorador, Ata¨²lfo comenz¨® a hacer sus primeros pinitos en la zambra de La Faraoria, t¨ªa carnal, de la que pronto se convertir¨ªa en su ?rum¨ª? para toda la vida, ?Trini? Heredia Maya. Luego se fue a la cueva de La Chocolata, o zambra de La Golondrina, de donde ya pas¨® a cantar en diferentes tablaos flamencos, hasta que, al cabo de unos a?os, se form¨® el primer cuadro de Jardines Neptuno, del que fue director art¨ªstico. Tras realizar una importante gira por Europa acompa?ando a la bailaora Mariquilla, le nombraron jefe del cuadro de la sala del Rey Chico, en Granada.... y as¨ª sucesivamente, hasta hoy. En la actualidad, Ata¨²lfo vive en el Albaic¨ªn, por el paseo de los Tristes, el mismo barrio que le vio nacer hace 47 a?os.
?Es decir, que yo siempre he andao meti¨® en el mundillo del espect¨¢culo y del flamenco, ?verdad?, hasta llegar a convertirme con el tiempo en un gitano m¨¢s, que eso es lo que me siento, y como tal he sio aceptao por los propios gitanos. Vamos, como el mismito Pipindorio Fermenichas Heredia (Antonio Torres Heredia), "chaborr¨® e dujida e camborios" ("hijo y nieto de camborios").?
Sus primeras palabras en roman¨ª las conoci¨® Ata¨²lfo por mediaci¨®n de sus sueros, una vez que ya viv¨ªa con su nueva familia, despu¨¦s de casarse. Se trataba de una familia de gitanos herreros y la majestuosidad y sonoridad de su peculiar lenguaje no tardar¨ªan en sugestionarle.
?La verdad es que los gitanos de las fraguas ("os calorr¨®s e as saterrias") son los que mejor conocen todav¨ªa el roman¨ª, parte importante de cuyo vocabulario me lo ense?¨® mi mama pol¨ªtica, Ana Maya Maya, la Parrona, hermana de La Faraona, que vive conmigo en la actualidad, con casi ochenta a?os y pr¨¢cticamente ciega, y que es una gitana de cabal sabidur¨ªa y buen conocimiento del idioma cal¨®.?
Enamorado de las tertulias en los mercados y ferias de ganado, Ata¨²lfo fue poco a poco ampliando su vocabulario, sobre todo en conversaciones con los gitanos viejos de las fraguas y tratantes de Granada, as¨ª como en peque?as incur siones indagatorias en cualquier libro relacionado con el tema que se le pusiera a tiro. As¨ª, hasta completar un diminuto, pero extenso diccionario particular, del que actualmente se vale para sus traducciones.
?Un d¨ªa tropec¨¦ con un poeta alem¨¢n, Han-J¨¹rgen Heise, que me pidi¨® traducir uno de sus poemas -de su versi¨®n espa?ola, naturalmente- al roman¨ª, lo que hice en no demasiado tiempo, y le gust¨® mucho. A ra¨ªz de aquel ¨¦xito, y animado por algunos amigos, fue cuando, hace unos dos a?os aproximadamente, me decid¨ª a traducir el Romancero gitano.?
Al o¨ªr ahora, al cabo de 52 a?os, algunos de los versos m¨¢s universales de Garc¨ªa Lorca en la propia lengua gitana, y con la gracia especial con que Ata¨²lfo Granada lo recita, parece como si los personajes y las historias del ?liba?ir¨®? (?romancero?) ganaran en humanidad y realismo, hasta el extremo de ser capaz de emocionar con su versi¨®n del ?Apandamiento e pipindorio es Camborio on es dron a Serva? (?Prendimiento de Anto?ito el Camborio en el camino de Sevilla?), e incluso poner los pelos de punta con el ?Liba?¨ª e a Garabia Jundunar ses¨¦? (?Romance de la Guardia Civil espa?ola?):
??Isma, foro e os calorr¨®s! / ?Co¨ªn ten dic¨® e non ten arapela? / sos es orunden on men sentiy¨ª / ga?¨ªa e chintr¨ª e arosch¨ª.?
(?iOh, ciudad de los gitanos! / ?Qui¨¦n te vio y no te recuerda? / que te busquen en mi frente, / juego de luna y arena.?)
Seg¨²n reconoce ¨¦l mismo, las mayores dificultades que ha tenido que vencer para ver culminada su tarea se han derivado fundamentalmente de la enorme riqueza metaf¨®rica de Lorca, a lo que tambi¨¦n se ha unido la parquedad del vocabulario roman¨ª, en general, y de su diccionario particular, en especial.
?Las dos ¨²ltimas palabras que me retrasaron unos d¨ªas fueron las de los puntos cardinales "Norte" y "Sur", ya que no encontraba la forma de transcribirlas correctamente. Tambi¨¦n he tenio que adaptar algunas palabras que me parece que no existen en cal¨®, como "casta?uelas", "siemprevivas" y "girasoles". Otras veces el problema era al rev¨¦s, que ten¨ªa varias palabras para escoger; pero yo creo que al final ha quedao algo de verdad importante, ya que se trata de la primera vez que el Romancero gitano se traduce al gitano, ?no??
Y Ata¨²lf¨® comienza a recitar el ?Liba?¨ª dara?al¨ª? (?Romance son¨¢mbulo?), mientras brindamos con vino de la costa por el ¨¦xito.
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