Cien mil personas presenciaron el desfile de "carnestoltes" en Barcelona

Unas 100.000 personas presenciaron el pasado domingo el desfile de la rua de carnaval durante las tres horas que dur¨® ¨¦ste en la Gran V¨ªa. M¨¢s de cincuenta carrozas participaron en representaci¨®n de distintos barrios y entidades. Por primera vez desde 1935, y pese a la permanencia de diversas dificultades, Barcelona ha celebrado el carnaval o carnestoltes que finalizar¨¢ el mi¨¦rcoles con el ?entierro de la sardina?. Su preparaci¨®n ha mostrado dudas por parte del municipio y cr¨ªticas desde la derecha.El Ayuntamiento de Barcelona quiso y no quiso resucitar el carnaval (en Catalu?a denominado, tambi¨¦n, carnestoltes, si bien esta palabra¨¢esigna preferentemente al personaje que lo preside). Para poder estar y, a la vez, aparentar que no estaba, el municipio preconiz¨® una f¨®rmula consistente en crear una ?comisi¨®n c¨ªvica pro carnaval?, de la cual, en teor¨ªa, el Ayuntamiento era tan s¨®lo una voz m¨¢s. En la pr¨¢ctica resultaba una voz -y, especialmente, un bolsillo- imprescindible. Los gastos del carnaval han totalizado unos cinco millones de pesetas a pagar esencialmente por el municipio.

Las deudas del Ayuntamiento, el inmovilismo de sectores conservadores -entre ellos la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica- y el deseo de todos los partidos de presentar su cara m¨¢s anodina a las pr¨®ximas elecciones catalanas, hicieron que hasta el ¨²ltimo momento no pudiese precisarse cu¨¢l ser¨ªa el programa concreto de las diversiones p¨²blicas.

El resultado de todo ello ha sido un carnaval autolimitado, con demasiadas reminiscencias del leve esbozo de carnaval que tuvo efecto en 1977. Tanto entonces como anora, una de sus principales manifestaciones -el baile- ha tenido efecto en el ghetto que representa el recinto cerrado del pueblo espa?ol.

La primera intenci¨®n fue que el baile se llevase a cabo en la Plaza Nueva, es decir, al final del paseo de la Catedral, muy cerca de la sede del arzobispado. Una llamada telef¨®nica del cardenal arzobispo al alcalde de Barcelona bast¨® para que -como un hito m¨¢s de la secular pugna entre la Iglesia y el carnaval- el baile pasara a efectuarse en un recinto cerrado.

El carnaval barcelon¨¦s comenz¨® el pasado s¨¢bado, a las ocho de la noche, hora en que lleg¨® ?su graciosa majestad carnestoltes? (el t¨ªtulo tambi¨¦n caus¨® recelos y dudas municipales) al puerto de Barcelona, a bordo de la goleta Bella Dama. All¨ª fue le¨ªda una proclama, obra del escritor Artis Gener. Le sigui¨® un pasacalle a lo largo de la parte inferior de Las Ramblas, para dirigirse hacia el Pueblo Espa?ol, en Monljuic, donde se celebr¨® el baile.

Informaci¨®n del carnaval de Madrid en p¨¢gina 25