Garrigues defiende el derecho del ciudadano a la informaci¨®n

El ministro adjunto al presidente, Joaqu¨ªn Garrigues, que anoche fue hospitalizado de nuevo para someterse a un tratamiento de varios d¨ªas, present¨® por la tarde, en Madrid, la colecci¨®n de cuadernos de documentaci¨®n legislativa del Instituto Nacional de Prospectiva.La colecci¨®n de cuadernos intenta ofrecer una base para el estudio y documentaci¨®n de materias que, por imperativo de la Constituci¨®n, han de ser desarrolladas en forma de ley.

Garrigues se?al¨® en su intervenci¨®n que ?nuestro calendario legislativo se debate entre dos clases de necesidades: leyes m¨¢s urgentes en el tiempo, m¨¢s indispensables por el alcance de su contenido: en este punto, el Gobierno y el Parlamento se ver¨¢n comprometidos a elegir. Aqu¨ª puede ser ¨²til recurrir a un ejemplo: la Constituci¨®n es clara en lo que se refiere al derecho a la informaci¨®n de los ciudadanos. El derecho a la informaci¨®n se ha convertido en la piedra de toque de las democracias liberales, en el term¨®metro para medir el grado de autenticidad o el nivel de corrupci¨®n y deterioro en un Estado.? ? Encontramos, por ejemplo, c¨®mo el art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n reconoce y protege "el derecho a comunicar o a recibir libremente informaci¨®n veraz por cualquier medio de difusi¨®n". Pero hay otro art¨ªculo, el 105, en su apartado b), que dice as¨ª: "La ley regular¨¢ el acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, la averiguaci¨®n de los delitos y la intimidad de las personas".?

Esto significa, entre otras cosas -a?adi¨® el ministro-, que por mandato de la Constituci¨®n debe elaborarse una ley en la que se desarrolle el derecho de las personas a conocer la documentaci¨®n relacionada con la actividad estatal.

Con este precepto, cuyo significado pol¨ªtico no debe pasar inadvertido, la Constituci¨®n espa?ola entra en una corriente que se extiende con fuerza creciente por Europa y Am¨¦rica.

La inercia que se quiere romper es la pr¨¢ctica com¨²n, seg¨²n la cual las administraciones p¨²blicas no se consideran obligadas a comunicar al exterior los documentos que elaboran en su actividad cotidiana. La no difusi¨®n constituye la regla com¨²n, mientras que la comunicaci¨®n es, por s¨ª misma, excepcional.