"Mantenemos que hubo provocaci¨®n", insisti¨® la defensa ante el tribunal

Jos¨¦ Fernando Ami¨¢n Rold¨¢n, abogado defensor de Carlos Garc¨ªa Juli¨¢, insisti¨® en su informe final ante el tribunal en que hubo provocaci¨®n por parte de las v¨ªctimas de la matanza de Atocha. En la s¨¦ptima y ¨²ltima jornada de la vista oral y p¨²blica del juicio sobre la matanza de Atocha todos los procesados comparecieron en el banquillo vestidos con camisa azul. Los grupos de j¨®venes ultraderechistas presentes en la sala de audiencia, al ser conducidos los procesados al banquillo, se levantaron al un¨ªsono, como todos los d¨ªas, en se?al de respeto y de adhesi¨®n, pero en esta ocasi¨®n el presidente, quiz¨¢ advertido del significado de este gesto, orden¨® que se sentaran en cumplimiento de las normas que rigen el comportamiento del p¨²blico en los juicios.El abogado se?or Ami¨¢n Rold¨¢n, defensor de Garc¨ªa Juli¨¢, puso de relieve, antes de entrar en el an¨¢lisis jur¨ªdico de los hechos, cuatro consideraciones previas, que ¨¦l calific¨® de trascendentales: rechazar, tanto ¨¦l como su defendido, el resultado de la matanza de Atocha; manifestar su tremendo dolor por cuantas personas han sido vilmente asesinadas; agradecer al tribunal el trato y la delicadeza con que ha sabido hacer uso de su suprema autoridad, y sentir la mediatizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n social en la informaci¨®n de los hechos ocurridos en la noche del 24 de enero de 1977

A continuaci¨®n, el abogado defensor de Garc¨ªa Juli¨¢ centr¨® su an¨¢lisis en lo que ocurri¨® en el despacho de Atocha, 55, en la noche del 24 de enero. ?Se produce?, dijo, ?una persecuci¨®n de Joaqu¨ªn Navarro para acabar con una huelga. Se dirigen a Atocha, 55, tres personas, sabiendo que all¨ª est¨¢ el se?or Navarro, e incluso que en muchas ocasiones duerme en ese piso.? Se?al¨® que, una vez all¨ª, los asaltantes tropiezan con la primera contrariedad: no est¨¢ Navarro. Pero los asaltantes se encuentran con una segunda contrariedad -sigue el defensor-, y es que en el despacho est¨¢n ocho hombres y una mujer. Todav¨ªa se produce -seg¨²n el defensor- otra tercera contrariedad para los asaltantes, y es que a Garc¨ªa Juli¨¢ se le escap¨® un tiro.

A estos hechos indubitados viene a unirse otro tambi¨¦n indubitado y es -contin¨²a el abogado defensor- que hubo ?acometimiento mutuo o rec¨ªproco?, produci¨¦ndose un tiroteo cruzado que, produjo varias v¨ªctimas y heridos.

Tras describir de esta manera los hechos, el abogado defensor de Garc¨ªa Juli¨¢ defendi¨® la tesis de que Atocha, 55, ?no era un despacho de abogados, sino un despacho de Comisiones Obreras?. ?Yo deploro el fallecimiento de las v¨ªctimas lo que no admito es que estuvieran en el ejercicio leg¨ªtimo de la profesi¨®n de abogados?. finaliz¨®

Para reforzar sus tesis de que hubo provocaci¨®n por parte de las v¨ªctimas, el abogado defensor de Garc¨ªa Juli¨¢ ley¨® unos pretendidos informes sobre los antecedentes pol¨ªticos de ¨¦stas (no dijo cu¨¢l era el origen de estos informes, que no obran en el sumario, aunque omiti¨® nombres y no determin¨® qu¨¦ datos se refer¨ªan a cada una de las v¨ªctimas en concreto. ?Uno de estos informes?, manifest¨®, ?dice que una de las v¨ªctimas era hijo de un activista revolucionario, que manifestaba su intenci¨®n de matar a los militares y fascistas. Otro pertenec¨ªa al PCE y era un destacado activista en Palomeras Altas. De otro se dice que le han retirado el carn¨¦ de identidad por intento de manifestaci¨®n. Otro coloca carteles contra la presencia de la polic¨ªa en la universidad, participa en una sentada, asiste a asambleas y existe contra el mismo una orden de detenci¨®n, en 1969, por actividades subversivas. ?

Despu¨¦s de describir las actividades pol¨ªticas de las v¨ªctimas en los ¨²ltimos a?os del franquismo, el se?or Ami¨¢n Rold¨¢n se pregunt¨®: ??Es posible que permanezcan quietas ante una sola persona, aunque armada, nueve personas acostumbradas a ser detenidas y a desarrollar actividades subversivas?? ?Esto no es posible?, responde el abogado defensor de Garc¨ªa Juli¨¢. ?Y no es posible que esto ocurra con sujetos con una personalidad tan definida, estando Cerr¨¢ solo y, sobre todo, porque una de las v¨ªctimas hace uno o dos ademanes. Mantenemos que hubo provocaci¨®n?, concluy¨® en este tema el se?or Ami¨¢n Rold¨¢n.

El abogado defensor de Garc¨ªa Juli¨¢ defendi¨® la existencia en los hechos realizados por su defendido de varias atenuantes, entre ellas la de transtorno mental transitorio incompleto (una especie de enajenaci¨®n mental por poco tiempo), la de preterintencionalidad, es decir, no pretender el resultado que se produjo, y la de actuar por m¨®viles patri¨®ticos. El se?or Ami¨¢n Rold¨¢n solicit¨® finalmente la aplicaci¨®n de la amnist¨ªa. Su alegato finaliz¨® dirigi¨¦ndose a los magistrados del tribunal con estas palabras: ?Os toca una ingrata tarea. En mucho depende de vosotros restablecer la escisi¨®n que nuevamente se ha producido en nuestra patria. ?