Incidente diplom¨¢tico en el encuentro Su¨¢rez-Herrera Campins en Tenerife
La escala t¨¦cnica que el presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins, realiz¨® hace nueve d¨ªas a Tenerife estuvo salpicada de varios incidentes diplom¨¢ticos y a punto estuvo de originar un conflicto serio en las ya dif¨ªciles relaciones hispano-venezolanas, seg¨²n confirman ahora fuentes solventes.
Durante su estancia, de veinticuatro horas, en Tenerife, Herrera Campins se neg¨® en dos ocasiones a conceder una entrevista personal al presidente Su¨¢rez y protagoniz¨® varias an¨¦cdotas que fueron interpretadas por el lado espa?ol como ?poco afortunadas?. No obstante, los responsables de la diplomacia espa?ola se esforzaron porque el aparente conflicto diplom¨¢tico no surgiese a la luz y justificaron el extra?o comportamiento del presidente venezolano por el cansancio de ¨¦ste y por la naturaleza privada de la visita.Un an¨¢lisis m¨¢s detenido de los incidentes revela, sin embargo, que las suspicacias entre el actual Gobierno venezolano y la Moncloa no han desaparecido despu¨¦s de un a?o de estancia de Herrera Campins en la presidencia venezolana y todav¨ªa subsisten profundas discrepancias en las relaciones hispano-venezolanas, derivadas en gran parte de la anterior actitud espa?ola de apoyar materialmente al partido de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, ex presidente venezolano, frente a sus rivales pol¨ªticos, los ?adeco? de Herrera Campins.
El primer incidente se produjo inmediatamente despu¨¦s de la llegada de Herrera Campins a Tenerife. El presidente venezolano, molesto por la ausencia de Adolfo Su¨¢rez al pie de la escalerilla del avi¨®n en que lleg¨® al aeropuerto Reina Sof¨ªa de la isla canaria, el pasado s¨¢bado 16, se neg¨® a conceder una entrevista al presidente del Gobierno espa?ol durante la tarde e incluso rechaz¨® un ¨²ltimo intento del ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, para que la entrevista se celebrase en la ma?ana del domingo, poco antes de que Herrera Campins prosiguiera viaje a Caracas. En su lugar, el venezolano prefiri¨® ir a la misa dominical a una iglesia cercana a Santa Cruz.
Pero la actitud displicente venezolana ante su anfitri¨®n espa?ol se hizo patente todav¨ªa durante dos ocasiones m¨¢s en el curso de la estancia de veinticuatro horas de Herrera Campins en suelo espa?ol. El presidente venezolano lleg¨® con m¨¢s de media hora de retraso a la cena de gala que le ofreci¨® Su¨¢rez en el Ayuntamiento de la ciudad. Horas antes, Herrera Campins hab¨ªa ignorado a las autoridades espa?olas durante la visita que realiz¨® a la Casa de Venezuela en Canarias y tuvo adem¨¢s unas palabras, que medios espa?oles consideraron soeces, en dicho acto sobre el extra?o acento (?diferente al canario o venezolano?) con el que hablaban sus anfitriones.
Fuentes espa?olas y venezolanas estiman que la raz¨®n del extra?o comportamiento de Herrera Campins puede esconderse en el doble empe?o que tuvo el Gobierno espa?ol por, primero, convencer al presidente Herrera para que hiciera su escala en Madrid, en lugar de en Tenerife, y diera rango as¨ª de visita oficial a su estancia en Espa?a. Y, segundo y m¨¢s importante, por la insistencia espa?ola en leer la cartilla a los venezolanos a cuenta del considerable retraso que est¨¢ experimentando una respuesta aceptable del nuevo Gobierno venezolano al tema de las inversiones espa?olas en su pa¨ªs, que, como es p¨²blico, est¨¢n ?congeladas? desde la p¨¦rdida de las elecciones del antecesor y rival pol¨ªtico del socialcristiano Herrera Campins, el socialdem¨®crata Carlos Andr¨¦s P¨¦rez.
Entrevista de quince minutos
Pese a estos desplantes, el presidente Su¨¢rez consigui¨® su ansiada entrevista a solas con el presidente venezolano, aunque ¨¦sta apenas dur¨® quince minutos, con anterioridad al comienzo de la cena en la sede del Ayuntamiento tinerfe?o. Su¨¢rez y Herrera Campins pudieron tambi¨¦n hablar pr¨¢cticamente a solas en el curso del ¨¢gape, aunque para ello hubo que modificar el protocolo primeramente establecido y sentar a los dos presidentes uno al lado del otro.Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas insisten que, pese a la naturaleza de los desplantes e incidentes ocurridos en la visita, los dos presidentes pudieron establecer un di¨¢logo cordial y amistoso. Tambi¨¦n parece cierto que los agravios diplom¨¢ticos nunca surgieron a la luz p¨²blica en las declaraciones de los dos presidentes. Es m¨¢s, Herrera Campins resalt¨®, a su llegada, el magn¨ªfico momento que atravesaban las relaciones entre los dos pa¨ªses, que incluso les llevaba a mantener posiciones comunes en los esfuerzos por la democratizaci¨®n del continente americano.
Conversaciones t¨¦cnicas
A nivel pr¨¢ctico, adeqi¨¢s, el encuentro Su¨¢rez-Herrera Campins tuvo un resultado nulo, seg¨²n indican fuentes solventes. El presidente venezolano tan s¨®lo pudo dar seguridades de que la reducci¨®n de las exportaciones de crudo de su pa¨ªs no afectar¨¢n al acuerdo cuadrangular (Espa?a, Venezuela, Cuba y la URSS) por el que Venezuela suministra formalmente crudo a Espa?a.Y en el tema de las inversiones espa?olas en Venezuela, nada concreto se consigui¨®, pese al encuentro separado que el ministro de Industria, Carlos Bustelo, mantuvo con D¨ªaz Bruzual, ministro de Fomento de Herrera Campins. Los venezolanos insistieron en que el tema ENASA-Pegaso, principal preocupaci¨®n espa?ola en Venezuela, estaba pendiente de un fallo de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica sobre aspectos jur¨ªdicos de la concesi¨®n. Curiosamente, medios interesados en el problema conocen ya, desde el pasado enero, el contenido b¨¢sico de dicho fallo que, al parecer, da la raz¨®n a la parte espa?ola en los aspectos legales, aunque se mete singular e impropiamente en consideraciones t¨¦cnicas sobre ENASA y sus motores.
Al parecer, el fondo del problema de las relaciones hispano-venezolanas se encuentra en las viejas y amistosas relaciones que tuvieron los Gobiernos Su¨¢rez y el de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, antes de la victoria electoral inesperada de Herrera Campins, hace un a?o. Los acuerdos econ¨®micos se firmaron y obtuvieron durante el mandato electoral de Andr¨¦s P¨¦rez, y de hacer caso a los reproches de los rivales pol¨ªticos del ex presidente socialdem¨®crata, en Madrid se apoy¨® con medios t¨¦cnicos desproporcionados la campa?a electoral del que luego, precisamente, result¨® perdedor en los comicios.
Asimismo, las relaciones econ¨®micas hispano-venezolanas se han visto profundamente afectadas por la campa?a que el grupo norteamericano Mack, competidor de Pegaso en el Pacto Andino, ha lanzado contra la empresa espa?ola, en un claro intento de anular la concesi¨®n previa dada a Espa?a para fabricar los motores del mercado de automoci¨®n del Pacto Andino.
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