Los rusos quieren saber qu¨¦ est¨¢ pasando en Afganist¨¢n
??Sabe usted algo??, ?Los hospitales de Tashkent est¨¢n llenos de los heridos en Afganist¨¢n?, ?... a ¨¦sta la informaron ayer de que el cad¨¢ver de su hijo ya est¨¢ en camino?, ?La milicia tuvo que dispersar a la multitud cuando llegaron los telegramas? (de los soldados). Estos y otros rumores los escuchan los extranjeros en Mosc¨² en las ¨²ltimas semanas. ?Eso es lo que nosotros o¨ªmos, dicen los rusos, y ?usted qu¨¦ sabe??Por todas partes en la URSS las conversaciones sobre el papel de las fuerzas sovi¨¦ticas en Afganist¨¢n tienen este tono.
La ignorancia de la poblaci¨®n est¨¢ aumentada por el Gobierno que hasta ahora ha omitido informaciones sobre la guerra de Afganist¨¢n. Por primera vez ayer, un art¨ªculo en el ¨®rgano oficial del Ej¨¦rcito, Krasnaya Svezda (Estrella Roja) inform¨® del papel de los soldados sovi¨¦ticos en ese pa¨ªs.
Estas informaciones tambi¨¦n fueron difundidas por las diversas ediciones del diario Izvestia (que reflejan el criterio gubernamental de cada rep¨²blica de la URSS). La prensa oficial insiste en que ?un contingente ?limitado de tropas sovi¨¦ticas se encuentran provisionalmente en territorio afgano, que es soberano e independiente, a petici¨®n de su Gobierno?, e informa que las fuerzas rusas no participan en operaciones militares en el interior del pa¨ªs. Seg¨²n los reportajes oficiales, los soldados sovi¨¦ticos llevan a cabo un papel de asistentes sociales, organizan las ciudades, el campo, reparan puentes y construyen casas.
De todas formas, el sigilo en la informaci¨®n oficial sobre el tema lleva a la poblaci¨®n rusa a sacar sus propias conclusiones. La primera es pensar que hay una guerra real, con la caracter¨ªstica de impopularidad que lleva consigo. Otra es que al margen de la versi¨®n oficial de petici¨®n de ayuda afgana, los dirigentes de? Kremlin tienen dificultades para evitar la escalada en el env¨ªo de tropas y material y limitar su papel en la guerra, como le ocurri¨® al presidente norteamericano Johnson en los a?os sesenta.
?Se trata de nuestro Vietnam, afirma una fuente oficial sovi¨¦tica, con la diferencia de que nosotros no tenemos 10.000 millas de oc¨¦ano como separaci¨®n.?
El silencio oficial sobre acontecimientos b¨¦licos del pasado, siempre fue notable entre la clase dirigente sovi¨¦tica. En marzo de 1969, como consecuencia de los choques armados entre chinos y sovi¨¦ticos en la frontera del r¨ªo Usuri, el Kremlin reconoci¨® que 31 rusos murieron, pero el anuncio se hizo de manera emocional, aludiendo a su sacrificio ?defendiendo las sagradas fronteras de la madre patria?.
En Checoslovaquia, en 1968, se sabe que hubo peque?os tiroteos, pero la prensa sovi¨¦tica s¨®lo inform¨® del mal recibimiento de la poblaci¨®n checa a sus tropas.
En Afganist¨¢n ninguna informaci¨®n ha sido dada sobre las revelaciones de servicios de espionaje respecto a que entre 3.000 y 5.000 sovi¨¦ticos han resultado muertos o heridos. Estas noticias han sido difundidas al interior de la URSS por emisoras occidentales.
Tampoco las m¨¢s altas personalidades del r¨¦gimen, Dimitri Ustinov y Boris Ponomariov, que han hablado del tema en los ¨²ltimos d¨ªas, hicieron menci¨®n a las eventuales v¨ªctimas sovi¨¦ticas en Afganist¨¢n.
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