Felipe Gonz¨¢lez no cree que el pa¨ªs aguante hasta las elecciones de 1983 con la pol¨ªtica del actual Gobierno
?Te¨®ricamente, faltan tres a?os para que haya elecciones generales. Yo creo que el pa¨ªs no aguanta tanto tiempo con esta situaci¨®n; si tuvi¨¦ramos que esperar tres a?os, nos encontrar¨ªamos con un pa¨ªs hecho un desastre desde el punto de vista del desarrollo pol¨ªtico y con una crisis econ¨®mica que habr¨¢ avanzado hasta niveles ca¨®ticos.? Felipe Gonz¨¢lez, secretario general del PSOE, resumi¨® as¨ª para EL PAIS los temas de fondo en los que ha insistido ante los catalanes durante la campa?a electoral que finaliza hoy: los socialistas tienen que ganar en Catalu?a, pero no s¨®lo por razones propias de dicha regi¨®n, sino para avalar moralmente un intento de cambio en la forma de gobernar Espa?a.
Felipe Gonz¨¢lez desarroll¨® una intensa actividad el domingo y el lunes, acompa?ando a Joan Revent¨®s -candidato socialista a la presidencia de la Generalidad- en sus desplazamientos por las provincias catalanas. El coche de este ¨²ltimo se qued¨® el domingo sin frenos, aunque no hubo consecuencias para los viajeros. La organizaci¨®n del Partido Socialista de Catalu?a, en plena fiebre, quema kil¨®metros en un intento de combatir la temida abstenci¨®n de su electorado -potencialmente el m¨¢s fuerte de los partidos en disputa- con m¨ªtines, fiestas y otros actos que registran asistencias comparables a las del 15 de junio. Es enorme el despliegue propagand¨ªstico en las calles, si bien han descuidado un tanto la radio, medio muy importante en Catalu?a.Los l¨ªderes socialistas de Catalu?a hablan al p¨²blico en catal¨¢n -Revent¨®s intercala a veces frases en castellano-; el 85% de los habitantes de esta regi¨®n entienden el catal¨¢n, aunque casi la mitad proceden de otras regiones.
Seg¨²n datos del Partido Socialista, su candidato -Revent¨®s- est¨¢ igualado en preferencias del electorado nacido en Catalu?a respecto a su m¨¢s directo rival, Pujol, pero supera a ¨¦ste en m¨¢s del doble en las preferencias de los votantes procedentes de otras regiones. La campa?a ha entrado en una fase fuertemente presidencia lista, cuesti¨®n que el PSC est¨¢ propiciando despu¨¦s de una primera parte en que procuraron forzar m¨¢s la imagen de su partido que la del candidato a presidente de la Generalidad. Por cierto, no ha sido peque?a la sorpresa socialista ante la reivindicaci¨®n de Tr¨ªas Fargas de un Estado catal¨¢n.
Paralelamente, Felipe Gonz¨¢lez ,desgrana ante diversos auditorios -Tarragona y L¨¦rida, el domingo; Sabadell, el lunes-, su teor¨ªa sobre la paralizaci¨®n del desarrollo democr¨¢tico en Espa?a y la voluntad gubernamental de no hacer nada para contener la crisis econ¨®mica. El l¨ªder socialista precis¨® ayer, en conversaci¨®n con EL PAIS, las principales ideas que ha utilizado en esta campa?a, partiendo de que sus recientes declaraciones sobre la preocupaci¨®n por la democracia no implica nuevos temores golpistas.
?Yo me estaba refiriendo a la situaci¨®n general del pa¨ªs y a los comportamientos del Gobierno ante la crisis pol¨ªtica y la crisis econ¨®mica, que juzgo profundamente desestabilizadores.? Y a?ade: ?El Gobierno, despu¨¦s del 15 de junio, se dio cuenta de que era imparable el proceso constituyente, y el deseo de mantener una imagen de centro y separarse de sus or¨ªgenes franquistas hizo que cedieran a las presiones de la izquierda, hasta llegar a una Constituci¨®n que ten¨ªa caracter¨ªsticas francamente progresistas.?
?Pero esta Constituci¨®n no era la que quer¨ªa UCD. Recuerdo an¨¦cdotas reveladoras que he mantenido reservadas, pero puede ser importante rescatarlas. Cuando se rompi¨® la ponencia constitucional, con la retirada del socialista Gregorio Peces-Barba, Herrero de Mi?¨®n hab¨ªa presentado un proyecto de t¨ªtulo VIII que configuraba una mancomunidad de diputaciones, y no un Estado de autonom¨ªas. Fue tal la reacci¨®n de los grupos favorables a la autonom¨ªa, que UCD se vio obligada a retirar aquel texto y desautorizar a su portavoz, diciendo que se hab¨ªa inventado el documento. Pero cuando ahora se ha planteado el tema de Andaluc¨ªa, ha vuelto a salir la vieja idea de la mancomunidad de diputaciones, luego esa era la posici¨®n de UCD y sigue si¨¦ndola, con las excepciones de Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, donde no se atreve a negar lo que niega a otras regiones.?
Una mediaci¨®n del Rey
?Otro dato es el de la ense?anza. Al final del debate de la ponencia constitucional se produjo el estallido por el art¨ªculo 27, que preocup¨® al pa¨ªs, a la opini¨®n p¨²blica y a la Corona. Yo tuve ocasi¨®n de hablar unos minutos con el Rey y Su¨¢rez en el Palacio de Oriente, con motivo de una cena oficial; don Juan Carlos pregunt¨® qu¨¦ hab¨ªa pasado y yo le expliqu¨¦ que en este pa¨ªs, con tantas necesidades, no se pod¨ªa caer en la tentaci¨®n del privilegio permanente, y que no pod¨ªa darse el mismo trato a una escuela p¨²blica -le dije gr¨¢ficamente: "De cristales rotos y sin calefacci¨®n en la periferia de Madrid"- que a una escuela privada, donde se pueden dar hasta clases de equitaci¨®n. El Rey dijo que le parec¨ªa razonable lo que yo explicaba, y pregunt¨® si pod¨ªa llegarse a un acuerdo. Su¨¢rez dijo que s¨ª. De esa reuni¨®n sali¨® el acuerdo del art¨ªculo 27, que permiti¨® un consenso sobre la ense?anza. Pero a la hora de interpretarlo posteriormente, se ha vuelto atr¨¢s radicalmente y se ha ido a una pol¨ªtica de recuperaci¨®n del sostenimiento de los privilegios en la ense?anza.?
?Por tanto, y dejando el terreno de las an¨¦cdotas, creo que la Constituci¨®n responde a un momento hist¨®rico que para UCD ha pasado, y el Gobierno comienza a quebrar el esp¨ªritu de la Constituci¨®n. Adem¨¢s se opone a cualquier modificaci¨®n de estructuras que le hagan perder sobre la sociedad: por ejemplo, a la democratizaci¨®n de los Medios de Comunicaci¨®n del Estado. Hay una legislaci¨®n intolerable en radio, que no permite tener emisoras m¨¢s que a los que ya las tienen; hay una situaci¨®n intolerable en televisi¨®n, y hay una operaci¨®n de control de todos los peri¨®dicos que puedan. El Gobierno trata de frenar la penetraci¨®n de la democracia en el cuerpo social en su conjunto, y si en ¨¦poca de transici¨®n alguien frena ese proceso por miedo a perder el poder, esto supone una involuci¨®n pol¨ªtica objetiva. No hay m¨¢s que traducirlo a la situaci¨®n del pueblo: apat¨ªa popular y distanciamiento de lo que es el proceso de construcci¨®n de la democracia. Tampoco tenemos acceso al ¨²nico medio que permite llegar a todos los rincones de Espa?a -TVE- para explicar a la gente lo que ocurre.?
Una parte esencial de los m¨ªtines de Felipe Gonz¨¢lez ha estado dedicada a la defensa del acuerdo-marco firmado por UGT y la CEOE, combatido por Comisiones Obreras y ?no respetado por el Gobierno cuando act¨²a como patrono: caso Renfe, que ha hecho perder miles de horas de trabajo y ha provocado una cierta psicosis con la paralizaci¨®n del ferrocarril?, en frase de Felipe Gonz¨¢lez.
?El Gobierno?, dice el l¨ªder socialista, ?ha seguido una pol¨ªtica de aislamiento del PCE, rompiendo la posibilidad de acuerdo de las centrales sindicales de la clase trabajadora, esto perjudica a CC OO, pero tambi¨¦n algo a UGT, porque crea desconfianza. Pero como tiene miedo a que el movimiento sindical socialista pueda apuntarse un tanto con el ¨¦xito del acuerdo-marco, el Gobierno trata tambi¨¦n de quebrar esa imagen de responsabilidad de los socialistas con la provocaci¨®n de conflictos como el de Renfe. Y en el marco de la pol¨ªtica econ¨®mica general, la situaci¨®n es a¨²n m¨¢s grave: llevamos a?os de retraso en la reestructuraci¨®n de sectores industriales en crisis, la econom¨ªa queda cada vez m¨¢s descolgada respecto del conjunto de los pa¨ªses europeos; lo ¨²nico que saben hacer es parchear.?
?Por eso digo que si tuvi¨¦ramos que esperar tres a?os m¨¢s, hasta las elecciones de 1983, encontrar¨ªamos en este pa¨ªs una situaci¨®n de desastre. Hay un desfase entre la composici¨®n de la C¨¢mara y la voluntad popular que se expresa a trav¨¦s de ciertos mecanismos; los m¨¢s clarificadores son los de las consultas. Si el Gobierno siente lo que es la democracia, no tiene m¨¢s remedio que sacar las consecuencias del rechazo popular hacia la actitud gubernamental en Andaluc¨ªa, el Pa¨ªs Vasco y, muy previsiblemente, Catalu?a. Salvo la ¨²nica alternativa que no creo conveniente -anticipar el proceso electoral de 1983-, en el resto de las posibilidades hay que ser prudente y decir, por lo menos, lo que no se est¨¢ dispuesto a hacer: yo no estoy dispuesto a que el partido Socialista, que ya en la imagen de algunos ciudadanos parece que est¨¢ en el Gobierno sin haber estado nunca, entre en un gabinete minoritario con presidencia de UCD, sea ¨¦sta la que sea.?
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