Paloma Chamorro: "La obra de Picasso desborda cualquier programa de televisi¨®n"
R¨¦plica de la directora de "Im¨¢genes" a 34 intelectuales catalanes
La directora del programa Im¨¢genes, de Televisi¨®n Espa?ola, Paloma Chamorro, ha calificado de ?escandaloso? el texto de un comunicado que dirigieron 34 intelectuales y artistas catalanes al ministro de Cultura, en el que protestaban por una emisi¨®n televisiva, concretamente en el programa Im¨¢genes, sobre el pintor Picasso. ?La obra de Picasso?, ha dicho Paloma Chamorro, ?es inabarcable y, por supuesto, no cabe en cuarenta minutos de emisi¨®n ?.La propia directora de Im¨¢genes explica las circunstancias del programa y sus puntos de vista sobre el tema Picasso: ?El pasado d¨ªa 13 de febrero, el programa Im¨¢genes, de RTVE, ofreci¨® un reportaje sobre la exposici¨®n celebrada en el Grand Palais, de Par¨ªs, con ochocientas de las 2.000 obras que el Estado franc¨¦s se ha reservado en concepto de derechos de sucesi¨®n sobre la herencia de Picasso. Inclu¨ªa las respuestas de una serie de personalidades del mundo de nuestra cultura a la pregunta: ?Cu¨¢les son sus sentimientos con respecto a este acontecimiento?", referida al hecho de que, gracias a la llamada ley Malraux, que permite al Ministerio de Finanzas aceptar obras de arte como pago de derechos de sucesi¨®n, el Estado franc¨¦s posea la mejor colecci¨®n Picasso del mundo. Yo misma expuse el tema a los espectadores, en una larga presentaci¨®n, hablando exclusivamente de las consecuencias de dicha ley e introduje el reportaje aclarando que se refer¨ªa solamente a este aspecto del inabarcable fen¨®meno Picasso, explicando qu¨¦ hab¨ªamos solicitado exactamente a nuestros invitados y enfocando el suceso como ejemplo de una acertad¨ªsima y oportuna pol¨ªtica cultural encaminada a conservar el patrimonio art¨ªstico de los franceses, por lo que para Espa?a pudiera tener de ejemplar. ?
?Terminado el programa, insist¨ª en el objeto del mismo para deshacer cualquier equ¨ªvoco -dif¨ªcil, dados los t¨¦rminos del planteamiento, pero posible por la fugacidad de la comunicaci¨®n televisiva-, con las siguientes palabras: "No hace falta repetir que este no era un programa sobre Picasso, sino sobre un mero acontecimiento de actualidad relacionado con ¨¦l. Que tenemos que dedicar a Picasso, no un programa, sino muchos, es obligaci¨®n de la que somos conscientes desde hace tiempo."?
Las l¨®gicas condiciones de desatenci¨®n o contemplaci¨®n fragmentaria que cabe suponer en un alto porcentaje de espectadores de un espacio televisivo motivaron estas aclaraciones situadas al principio y al final del mismo, previendo alguna interpretaci¨®n incorrecta, aunque en ning¨²n momento pude sospechar la que se desprende de la comunicaci¨®n hecha al ministro de Cultura por parte de un grupo de intelectuales catalanes y recogida por EL PAIS el pasado martes, 11 de marzo. Por todo ello resulta escandaloso el texto de la citada comunicaci¨®n, que incluye afirmaciones como "decir, repetir y dolerse de que Picasso se olvidara de Espa?a es caer en una falsedad y cometer una insensatez", cierta en t¨¦rminos absolutos, pero imposible de aplicar ni remotamente al programa, puesto que ni siquiera el acontecimiento que lo motivaba era consecuencia de una donaci¨®n de Picasso o de su voluntad hacia uno u otro pa¨ªs, sino de una ley y una decisi¨®n de la Administraci¨®n francesa y de un acuerdo con los herederos del pintor. No se juzgaban, pues, las relaciones de Picasso con Francia o con Espa?a -menos a¨²n con Catalu?a-, sino la actitud del Estado franc¨¦s, como all¨ª se hizo constar. No comprendo, pues, cu¨¢l puede ser el "enorme error" cometido, a no ser que se considere "ultrajante- (!) cualquier tratamiento dado a cualquier tema que no incluya referencias a Catalu?a y a sus relaciones con el mismo. Que "la preferencia de Picasso hacia Barcelona es asunto que merece ser estudiado y estimado", es tan cierto como las afirmaciones incluidas en la citada carta referentes a las relaciones de Picasso con Catalu?a, pero no autoriza a calificar de falso, insensato y ultrajante a quien no se dedique a estudiar y estimar dichas relaciones y menos a quien no lo haga siempre, porque resulta, adem¨¢s, bastante aventurado suponer que Im¨¢genes no vaya a plantearlo cuando corresponda. ?
?Naturalmente, no se habl¨® del Museo Picasso, de Barcelona, como tampoco se hizo menci¨®n a ninguna otra de las facetas de su vida, trabajo o personalidad, que, como se expuso, eran inabarcables en cuarenta minutos de emisi¨®n.?
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