Fiat exige a la CEE medidas proteccionistas para el autom¨®vil europeo
El gigante italiano del autom¨®vil, Fiat, presiona por todos los medios a su alcance para lograr que la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) favorezca la creaci¨®n de un mercado europeo del autom¨®vil e impida, o al menos entorpezca, la irrupci¨®n de las multinacionales japonesas y norteamericanas en el mercado europeo.
La Fiat atraviesa una importante crisis interna y contempla con preocu paci¨®n el futuro inmediato. A trav¨¦s de acuerdos parciales con otras empresas europeas, las multinacionales japonesas -que aparecen como tabla de salvaci¨®n de firmas italianas y brit¨¢nicas al borde del desastre financiero- pueden incidir en el mercado europeo del autom¨®vil y dar al traste con todos los programas de expansi¨®n de los hasta ahora ?gigantes? de los nueve.
La ?ofensiva Fiat? se desat¨® con motivo del anuncio del acuerdo entre la firma italiana Alfa Romeo y la japonesa Nissan, para fabricar en el sur de Italia un nuevo modelo de ?utilitario?, adaptado al gusto europeo. Los Agnelli hicieron una contraoferta a sus compatriotas. Pero el presidente de la Alfa Romeo, Ettore Massacesi, la rechaz¨®. La Fiat, que predice consecuencias desastrosas, ha logrado, de momento, que el Gobierno italiano ?congele? el acuerdo, intent¨® forzar una intervenci¨®n de la comisi¨®n europea y, tanto Agnelli como Massace, s¨ª acudieron a Bruselas para exponer su posici¨®n.
El presidente de la Alfa Romeo logr¨® llevarse a Italia el compromiso de los ?eur¨®cratas? de no colaborar con la pol¨ªtica de entorpecimiento iniciada por los Agnelli, as¨ª como la promesa de mantenerse al margen de la ?guerra?. Humberto Agnelli, hermano del presidente de la Fiat, Gianni Agnelli, dej¨® sobre la mesa del comisario Etienne de Vignon, responsable de la pol¨ªtica industrial de los nueve, un informe en el que se exponen las preocupaciones del gigante milan¨¦s y se solicita la creaci¨®n de un mercado europeo del autom¨®vil. El informe Agnelli pide una unificaci¨®n del mercado, especialmente en lo que se refiere a impuestos y coste de la mano de obra, as¨ª como la coordinaci¨®n de las ayudas estatales al sector y la limitaci¨®n de la competencia de pa¨ªses terceros, fundamentalmente Jap¨®n.
La CEE no dispone, sin embargo, de macanismos para impedir acuerdos como el de Alfa Romeo. El autom¨®vil ha sido, hasta el momento, uno de los sectores en expansi¨®n y los nueve no han elaborado un plan concreto para hacer frente a la penetraci¨®n japonesa, que aparece, a nivel nacional, como un man¨¢ llovido del cielo que permite evitar la quiebra absoluta de empresas que dan puestos de trabajo a milles de personas. Su actuaci¨®n en el sector se tiene que limitar, a lo sumo, al dise?o de una serie de medidas intracomunitarias sobre el consumo de carburante, poluci¨®n y seguridad, que no ser¨¢n, seguramente, suficientes para evitar la llegada de capital y t¨¦cnica japonesa.
La opini¨®n m¨¢s extendida en la Comunidad Europea es que las dificultades internas de la Fiat -partidaria desde hace muchos a?os de la colaboraci¨®n con empresas europeas, como la Renault o la Peugeot, con las que ya mantiene compromisos- no pueden originar una acci¨®n precipitada de la CEE. La penetraci¨®n japonesa, afirman, se limita hasta el momento a un acuerdo de la Honda con la British Leyland y al de Nissan con la Alfa Romeo. En ambos casos, a?aden, la participaci¨®n japonesa no supera el 20%; los veh¨ªculos que nacer¨¢n de estas uniones no ver¨¢n la luz antes de 1981 y, en total, no supondr¨¢n m¨¢s que un porcentaje muy peque?o de la producci¨®n (un 8%, en el caso de la firma brit¨¢nica).
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