Espa?a entera
Perez Ornia ha dado en este peri¨®dico una eficaz informaci¨®n sobre el inminente programa televisivo Espa?a entera. Recuerdo que hace meses, el se?or J¨¢uregui me hizo una entrevista para ese programa, sobre el decorado esperp¨¦ntico de una plaza de toros de cart¨®n donde est¨¢bamos todos, y digo todos porque estaba yo, tocando una incongruente zambomba, seg¨²n precisa ahora P¨¦rez Ornia. El esperpentismo del decorado, que incitaba a hac¨¦rselo de desmadre, qued¨® luego corregido por el formalismo de la austera entrevista que se me hizo.Pero ah¨ª vuelvo a verme, entre Vel¨¢zquez y don Cicuta, en el ambiguo adem¨¢n de tocar la zambomba, adem¨¢n que ten¨ªa olvidado desde que, en la adolescencia quevedesca, viv¨ª ?amancebado con mi mano?, como dice Quevedo. Hoy tengo amigos, como Luis Berlanga o el escultor Otero Besteiro, mucho m¨¢s quevedizados que yo en el menester manual, seg¨²n confiesan. Y con ellos y conmigo, en el burladero televisivo, la Maja desnuda, Santa Teresa, Andr¨¦s Segovia, Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, Lope, la Dama de Elche, Su¨¢rez, Felipe Carrillo, el Real Madrid, Miguel Bos¨¦, Franco, Bu?uel, Tarradellas, Blas Pillar, Picasso, S¨¦neca, Col¨®n, do?a Rogelia, Taranc¨®n, Rodr¨ªguez de la Fuente, Camacho y m¨¢s personal. ?Somos Espa?a entera? No, porque falta Augusto Ass¨ªa, quien, seg¨²n me dice la lectora Bego?a de Amuriza Velasco, de 59 a?os (DNI 46.222.405), en los a?os 38/39 escrib¨ªa simult¨¢neamente para el Diario de Burgos y El D¨ªa Gr¨¢fico, de Barcelona, o sea para la Espa?a nacional y la republicana a dos manos, a dos bandas, a dos pares. Esta lectora conoce el tema por razones profesionales que me explica en su carta, aunque no se responsabiliza de su buena/mala memoria y s¨®lo habla de recuerdos, sin pruebas. Yo no entro ni salgo, pero cito una vez m¨¢s a Ass¨ªa porque me parece que la an¨¦cdota, ap¨®crifa o no, es abarcadora de la Espa?a entera, mucho m¨¢s que el programa de J¨¢uregui, y me pregunto cu¨¢ntos espa?oles no han/hemos jugado a dos palos, mientras a otros se los daban todos.
Escribir al mismo tiempo para los rojos y los nacionales. Eso s¨ª que era unificar Espa?a. Pero, con o sin mi augusto Augusto, pienso que lo de la tele no es Espa?a entera, sino los cuarenta principales de siempre, que ni son principales ni son cuarenta (y entre los cuales me incluyo en el no-ser). Creer que un pa¨ªs es una minor¨ªa de couch¨¦ y divorcios es algo muy de Televisi¨®n Espa?ola, pero Espa?a entera no ser¨ªa ese tendido de sombra cuajado de vips, sino el tendido de sol donde el pueblo /masa/mayor¨ªa/proletariat/lumpem se abanica el sol nuclear de Carter con un abanico de cart¨®n de esos que dan en las tiendas de comestibles. Antonio Asensio va a lanzar un libro/reportaje de Ra¨²l del Pozo y Diego Bard¨®n sobre El Cordob¨¦s. Queda muy ?antiguo R¨¦gimen? y muy ?populares de Pueblo? presentar Espa?a entera como una conjunci¨®n de S¨¦neca (que para nada era espa?ol) y el bailar¨ªn Antonio. Los de arriba y los de abajo. La filosof¨ªa y el baile. Lo apol¨ªneo y lo dionis¨ªaco, que dir¨ªa don Ricardo de la Cierva. Pero resulta que no hay una Espa?a entera, sino mil Espa?as parciales, que adem¨¢s est¨¢n en el tendido de J¨¢uregui: don Cicuta, ¨²ltima caricatura jud¨ªa. La Dama de Elche, prehisp¨¢nica, como S¨¦neca. El Real Madrid (populoso de oriundos, negros y otras importaciones). Miguel Bos¨¦, que ha tirado al r¨ªo que pasa por Somosaguas su apellido paternoespa?ol para que darse en el maternoitaliano. Tarradellas, catal¨¢n. Col¨®n, italiano.
Incluso cuando trata de reunir el ramillete o florilegio/martirologio de supersepa?oles, quiz¨¢ para ofrec¨¦rselo inoportunamente a la Espa?a plural de las nacionalidades, el se?or J¨¢uregui tiene que hacer recluta de oriundos. Esa es la verdad pol¨ªtica peninsular que no se quiere ver. Espa?oles enteros, en Espa?a entera, s¨®lo quedamos Santa Teresa y yo. Los m¨¢s hombres.
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