Golpe de Estado en Liberia y asesinato de su presidente
Una vez m¨¢s, un ?sargento justiciero? se ha rebelado en Africa contra los poderes establecidos. William Tolbert, el presidente del Estado m¨¢s antiguo del Africa negra, fue pasado ayer por las armas junto con el jefe de su guardia personal, Charles Raylel. El escudo de la presidencia de Liberia, con su lema ilusionado e ilusorio: ?El amor a la libertad nos trajo aqu¨ª?, yace por los suelos.
El sargento de veintiocho a?os Samuel K. Doe se ha hecho con el poder en un golpe cruento que justific¨® por la necesidad de poner fin a la corrupci¨®n y a la incapacidad del Gobierno del presidente Tolbert, a quien acusa de no haber sabido dar satisfacci¨®n a las aspiraciones del pueblo de Liberia.Se trata del primer golpe de Estado ocurrido en ese pa¨ªs africano desde su fundaci¨®n, hace 133 a?os. La radio nacional de Monrovia confirm¨® ayer por la tarde la muerte del presidente, a lo que a?adi¨® que el pueblo se lanz¨® a las calles para testimoniar su solidaridad con las fuerzas armadas golpistas.
El golpe de Estado ha tenido lugar en la noche del viernes al s¨¢bado, un a?o despu¨¦s de los incidentes sangrientos que costaron la vida a m¨¢s de 150 personas a principios de 1979. La Alianza Progresista de Liberia, dirigida por negros de origen norteamericano y en estrecha relaci¨®n con los movimientos negros de Estados Unidos, hab¨ªa sido la protagonista de unos enfrentamientos dirigidos principalmente en aquella ocasi¨®n contra el monopolio del comercio de alimentos por los comerciantes libaneses.
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Un sargento termina con el sistema pol¨ªtico de Liberia, el m¨¢s pronorteamericano y estable de Africa
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En aquella ocasi¨®n, la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito de Guinea Konakry y las promesas nunca cumplidas del presidente Tolbert lograron que remitiera el clima de conflictividad interna y que la diecis¨¦is cumbre de jefes de Estado africanos de la OUA pudiera celebrarse en Monrovia, en julio, como estaba prevista.
Algunos s¨ªntomas, sin embargo, parec¨ªan indicar que el pa¨ªs estaba realmente dividido y que las fuerzas armadas, a su imagen y semejanza, se hab¨ªan escindido tambi¨¦n. As¨ª, mientras el Ej¨¦rcito reprim¨ªa a los manifestantes, la oficialidad media y baja abr¨ªa las puertas de los grandes almacenes de v¨ªveres a las multitudes, que en poco tiempo los vaciaron.
Poco se sabe por el momento pol¨ªticamente sobre el sargento Samuel K. Doe, aunque las primeras indicaciones parecen se?alar que pudiera tratarse de uno de esos movimientos cl¨¢sicos en Africa entre los militares, que, sin ninguna ideolog¨ªa particular, se elevan, sin embargo, contra la corrupci¨®n y situaciones aut¨¦nticamente, sin salida, como parec¨ªa ser el caso de Liberia.
El golpe resulta, sin embargo, sorprendente en un pa¨ªs que Estados Unidos, que controla e influencia pr¨¢cticamente todos los sectores de la vida pol¨ªtica y econ¨®mica, hab¨ªa querido hacer el m¨¢s estable de Africa. Es tambi¨¦n inesperado en este a?o de presidencia de la OUA, que ejerc¨ªa el jefe del Estado asesinado, Tolbert, en particular porque gracias a la OUA, Liberia hab¨ªa dejado por unos meses de ser considerada colonia norteamericana incrustada en Africa y hab¨ªa comenzado a vivir una apariencia de integraci¨®n africana.
El sargento Samuel K. Doe ha hecho saber ya que, por el momento, y hasta que se aclare el panorama pol¨ªtico en Monrovia, el Ej¨¦rcito se ocupar¨¢ de la direcci¨®n del pa¨ªs.
Aunque la pr¨®xima conferencia cumbre de la OUA est¨¢ relativamente cercana, la desaparici¨®n de Tolbert plantea serios problemas de suplencia, precisamente ahora, que se llevan a cabo los preparativos de la diecisiete cumbre y que Tolbert parec¨ªa ejercer un papel de hombre del medio e intermediario en los problemas tan importantes como tiene planteada la organizaci¨®n utiltaria africana.
Es imposible pensar que Estados Unidos, con una presencia tan importante en Liberia, donde tiene intereses en la explotaci¨®n del hierro, del cual Liberia es uno de los primeros exportadores del continente, y del caucho, del famoso ?imperio de la Firestone?, no haya presentido un golpe de Estado si ¨¦ste hubiera podido ir contra sus intereses vitales.
Si eso se ha producido, sin embargo, pudiera ser el s¨ªntoma de que en Africa han comenzado transformaciones de importancia hist¨®rica que tienden a dejar cada vez m¨¢s solos a Estados llamados moderados o prooccidentales. El caso de algunas ex colonias francesas, como Chad, por ejemplo, que se debate en una insuperable guerra civil, podr¨ªa sugerir que el mantenimiento de determinados lazos con las ex metr¨®polis no es precisamente una garant¨ªa de estabilidad.
En el caso del golpe de Liberia es totalmente prematura cualquier predicci¨®n, pero no deja de ser importante el hecho de que a pocos d¨ªas de la independencia de Zimbabue, que est¨¢ llamada a provocar significativas transformaciones en todo el Cono Sur africano, un pa¨ªs que parec¨ªa estable en su alianza con Occidente pueda cambiar de campo.
El presidente Tolbert naci¨® en Bensonville, en 1913, y era descendiente de una de las primeras familias negras norteamericanas que vinieron a instalarse en Africa. Era doctor en Derecho y pastor protestante. Inici¨® su carrera pol¨ªtica como diputado en 1943. Fue elegido presidente de Liberia en 1951, cargo que ocup¨® hasta la muerte del presidente WilliamTubman, en 1971.
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