"Cumbre" judicial en Italia para estudiar las confesiones del "brigadista" arrepentido
Ayer se celebr¨®, en un lugar secreto de la capital italiana, una cumbre de magistrados de Mil¨¢n, Tur¨ªn, G¨¦nova y Roma, responsables de los procesos de terrorismo. La cumbre tuvo como finalidad estudiar el explosivo documento de las confesiones del ?terrorista arrepentido? Fabrizio Peci, entregadas por ¨¦l a los carabineros.
Se trata de una confesi¨®n escrita de sesenta folios. Esta vez la prensa no ha publicado el dossier, porque lo prohiben las nuevas leyes antiterrorismo, pero los directores de los grandes diarios han declarado que el documento les ha llegado y han replanteado el problema de la libertad de informaci¨®n. Se preguntan si la responsabilidad es del periodista que publica estos documentos o de quienes los mandan a los diarios. Y en este caso l¨®gicamente, se trata de la magistratura o de la polic¨ªa.A esta nueva ?confesi¨®n? de un terrorista, nada menos que del jefe de la columna de las Brigadas Rojas de Tur¨ªn, se le otorga mucha importancia. ?Son la clave?, ha escrito ayer Corriere della Sera, ?de nuestra tragedia nacional?.
Dos puntos son fundamentales en el documento de Peci: cuando afirma que las Brigadas Rojas son ?italian¨ªsimas?, que en el secuestro de Moro actuaron s¨®lo italianos: ?los l¨ªderes m¨¢s cualificados?, y cuando explica c¨®mo funciona la organizaci¨®n terrorista Brigadas Rojas. Peci afirma que el terrorismo italiano tiene contactos internacionales s¨®lo en lo que se refiere a las armas. Explica que son todas de origen palestino y que las m¨¢s importantes llegaron en una peque?a embarcaci¨®n en un viaje, de un mes, del jefe del partido armado, el invisible Mario Mortetti, organizador del comando que secuestr¨® y asesin¨® a Moro, y que, seg¨²n Peci, est¨¢ hoy en Francia.
Por lo que se refiere a la organizaci¨®n interna del partido armado se explica que Peci no sepa muchas cosas y que lleva raz¨®n cuando asegura que, por ejemplo, del encarcelamiento de Moro no sabe nada. Resulta que un terrorista del grado ?tres? puede tener contactos s¨®lo con el uno del grado ?cuatro?, y no con otro del ?dos?. Peci ha dicho todo sobre el grupo de Tur¨ªn porque ¨¦l era su jefe, y de hecho el resultado ha sido la gran redada de los ¨²ltimos d¨ªas. De los otros grupos sabemenos, o lo sabe indirectamente. Sobre el asesino de Carlo Casalegno, vicedirector del diario La Stampa, de Tur¨ªn, afirm¨® que la organizaci¨®n hab¨ªa decidido dispararle s¨®lo a las piernas, pero que su muerte fue decidida apenas se public¨® el ¨²ltimo art¨ªculo del famoso periodista; en el que ped¨ªa medidas m¨¢s dr¨¢sticas contra el terrorismo: ?Se hizo?, dijo Peci, ?para amedrentar a los otros periodistas?.
Ment¨ªs de la OLP
Por otra parte, la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) desminti¨® ayer en Roma cualquier contacto con las Brigadas Rojas respecto a negocios de venta o suministros de armas.La OLP hizo p¨²blico esta tarde un comunicado para salir al paso de las noticias publicadas por la prensa italiana, seg¨²n las cuales las Brigadas Rojas habr¨ªan adquirido las armas para el atentado contra el primer ministro democristiano Aldo Moro de las organizaciones de resistencia palestinas.
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