Dos goles de Santillana dieron el triunfo al Madrid
El Madrid gan¨® sin brillo al M¨¢laga gracias a dos goles de Santillana. El partido s¨®lo tuvo algunas. fases vistosas y termin¨® endureci¨¦ndose peligrosamente El equipo blanco salv¨® los puntos, pero termin¨® con Stielike renqueante. Anoche era, imposible asegurar que el mi¨¦rcoles est¨¦ en condiciones de jugar en Hamburgo. El M¨¢laga pele¨® honestamente por el empate, y lleg¨® a alarmar seriamente a la afici¨®n madridista en algunas fases del segundo tiempo.Sorprendi¨® el M¨¢laga de salida al dejar tres hombres en punta. Sabedor quiz¨¢ de que no tiene una defensa fuerte y no le interesaba ser dominado. El primer cuarto de hora se jug¨® de t¨² a t¨², con un Madrid quiz¨¢ demasiado c¨®modo y mal dirigido por Del Bosque. El M¨¢laga, con lucha y poco m¨¢s, amenazaba de cuando en cuando a Garc¨ªa Rem¨®n con disparos desde el borde del ¨¢rea. Cuando cerca de la media hora lleg¨® el primer gol, el meta madridista hab¨ªa intervenido m¨¢s que el del M¨¢laga. Pero, poco a poco, el Madrid se fue espabilando. Cunningham fue anoche un hombre batallador, y casi puede decirse que ¨¦l levant¨® el ¨¢nimo de los dem¨¢s. Poco a poco, el Madrid se hizo due?o del centro del campo gracias sobre todo a la lucha de Angel y a las salidas de Stielike hacia arriba. El aceptable trabajo de los dem¨¢s y el buen momento goleador de Santillana le permitieron al Madrid irse al descanso con dos goles.
En la segunda parte compareci¨® Roberto por Santillana, a quien Boskov dio descanso una vez agotado su cupo de dos goles. El p¨²blico se promet¨ªa una goleada, y los frecuentes avances del Madrid en los primeros minutos de la continuaci¨®n as¨ª lo hac¨ªan esperar; pero el M¨¢laga demostr¨® de nuevo que ven¨ªa dispuesto a defender su suerte. Pronto el entrenador del equipo andaluz aline¨® un nuevo delantero, Nieto, con la clara intenci¨®n de buscar el tanto.
El Madrid, o al menos muchos de sus hombres, quiso jugar demasiado c¨®modo; para colmo, el partido se endureci¨®, y ni del Bosque, ni Garc¨ªa Hern¨¢ndez quisieron entrar en la pelea, por lo que el Madrid perdi¨® peso en la media. Entre eso y que el M¨¢laga tuvo la suerte de marcar un gol en la ¨²nica jugada de todo el segundo tiempo bien trenzada de su delantera, el partido se puso inquietante. Boskov sustituy¨® a Del Bosque por Rinc¨®n, bajando a Juanito a la media. El Madrid, gracias a eso, present¨® m¨¢s cara en el centro del campo, y el M¨¢laga no pudo superarlo. Sin embargo, el inter¨¦s de los colistas por puntuar sigui¨® poni¨¦ndose de manifiesto. La inseguridad de Sabido, que: hizo un p¨¦simo encuentro, contribu¨ªa a la inquietud del p¨²blico, cuyo ¨²nico consuelo en este segundo tiempo fue ver el excelente momento de juego y de fuerza de P¨¦rez Garc¨ªa, enorme en todas sus intervenciones.
El partido se fue endureciendo -y poniendo hosco por momentos, por culpa, tanto del ¨¢rbitro, como de unos pocos jugadores. Comenzaron a aflorar las entradas violentas, pero no se produjo en esta fase ninguna lesi¨®n de importancia, aunque si la hab¨ªa habido antes en un choque de Popo con P¨¦rez Garc¨ªa. Como ya se dijo anteriormente, Stiellke termin¨® el partido renqueante con una dolencia muscular, lo que puede ser una complicaci¨®n cara al partido de Hamburgo.
El Atl¨¦tico observ¨® a Salguero y Santi
El partido fue presenciado por Marcel Domingo y Angel Castillo; este ¨²ltimo, secretario t¨¦cnico del Atl¨¦tico. Se quedaron en Madrid exclusivamente para ver jugar a Salguero y Santi, pero no quisieron comentar la impresi¨®n que les hab¨ªan causado. Por la noche tomaron avi¨®n hacia Zaragoza para reunirse con los jugadores del Atl¨¦tico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.