Los candidatos en las primarias de Pensilvania se olvidaron de Middletown
Ninguno de los cuatro candidatos que se disputan el electorado del Estado de Pensilvania, en el noreste de Estados Unidos, ha pisado, durante su campa?a electoral, el peque?o pueblo de Middletown, a unas once millas (diecisiete kil¨®metros) de la capital del Estado, la ciudad de Harrisburg.Probablemente los estrategas de las campa?as electorales para la presidencia de EE UU, ya fueran los del actual presidente, Jimmy Carter; del senador, tambi¨¦n dem¨®crata, Edward Kennedy o de los republicanos Ronald Reagan o Greorges Bush, no consideraron que merec¨ªa la pena perder su valioso tiempo electoral entre los 11.000 habitantes de Middletown, una localidad demasiado peque?a o demasiado conflictiva, dada su localizaci¨®n geogr¨¢fica, en los alrededores del imponente complejo at¨®mico de Three Mile Island, donde se produjo el accidente nuclear el 28 de marzo de 1979.
?El presidente Carter visit¨® la central poco despu¨¦s de ocurrir el accidente?, dice Stwart Deamler, uno de los habitantes de Middletown. ?Por qu¨¦ cree que no han pasado por Middletown los actuales candidatos presidenciales? Porque nadie quiere acercarse a una zona donde el problema sigue candente?.
El acceso a Three Mile Island est¨¢ vedado. S¨®lo puede observarse desde un mirador instalado frente a las cuatro enormes chimeneas de refrigeraci¨®n, de una altura comparable a edificios de unos veinte pisos, lo m¨¢s visible de la central montada en la peque?a isla.
Hay quien votar¨¢ por Carter ?como mal menor?; otros elegir¨¢n a Kennedy, el candidato que promete soluciones milagrosas para la crisis econ¨®mica. Pocos ser¨¢n, en Middletown, los que aporten su voto al republicano Reagan, gran defensor de la energ¨ªa nuclear como alternativa a la crisis energ¨¦tica. En Middletown, en realidad, s¨®lo entre las personas vinculadas a la central de Three Mile Island pueden recogerse testimonios de indiferencia o de apoyo al ¨¢tomo.
?La energ¨ªa es necesaria para que marchen las f¨¢bricas. Se ha montado muchas publicidad en relaci¨®n con el accidente de Three Mile Island, cuando existen en los alrededores industrias qu¨ªmicas quiz¨¢ m¨¢s contaminantes que el ¨¢tomo?, dice el cabeza de otra familia Kennedy, electricista de origen irland¨¦s. ?Vender¨¢ su casa y se trasladar¨¢ a otro sitio, como quieren hacer algunos habitantes de Middletown? ?No, nac¨ª aqu¨ª, y aqu¨ª me quedar¨¦. En 1972 sufr¨ª la inundaci¨®n del r¨ªo, que, para m¨ª, fue m¨¢s grave que las consecuencias actuales de Three Mile Island?.
?For sale? (en venta) es la palabra que figura en muchos carteles plantados en los jardines de las casas del barrio este de Middletown, el m¨¢s pr¨®ximo al complejo nuclear de Three Mile Island. ?No es f¨¢cil encontrar un comprador, a pesar de las ofertas rebajadas a la mitad del precio real?, explica Ted Biesecker, impresor. Dice que, para el futuro de sus cuatro hijos, est¨¢ dispuesto a abandonar la zona en cuanto encuentre un trabajo en otro sitio. Pero la crisis y el paro no facilitar¨¢n el traslado de quienes desean olvidar Three Mile Island.
Un a?o despu¨¦s del accidente de la unidad n¨²mero 2 del complejo de reactores nucleares de Three Mile Island, la mayor de la poblaci¨®n ubicada a un radio de acci¨®n de cinco millas (unos ocho kil¨®metros), cifrada en unas 37.000 personas, sufren consecuencias psicol¨®gicas del temor a un nuevo accidente. El 88% utiliza tranquilizantes para dormir, el 14% bebe m¨¢s alcohol y el 32% fuma m¨¢s cigarrillos.
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