El Valencia, merecido finalista de la Recopa
El Valencia se ha convertido en el cuarto equipo espa?ol que disputa la final de la Recopa. En noche de acertado juego, de una actuaci¨®n de notable para arriba en la mayor¨ªa de sus jugadores, logr¨® batir con autoridad al equipo franc¨¦s, que se vio desbordado, sobre todo en la segunda parte, cuando el Valencia no se conform¨® con la ventaja adquirida y trat¨® de asegurar la eliminatoria.El encuentro comenz¨® a fuerte ritmo. Valencia y Nantes se lanzaron al ataque en busca de la soluci¨®n de sus respectivos problemas. Un solo gol pod¨ªa decantar la eliminatoria. Los marcajes de ambos conjuntos fueron al inicio f¨¦rreos y cada hombre se dedic¨® a su par de manera casi fundamental. Esa vigilancia impidi¨® una laxitud en los movimientos, pero, con todo, valencianistas y franceses pudieron llegar a los marcos contrarios con insistencia.
El mayor dominio correspondi¨® al Valencia y los mayores peligros tambi¨¦n. El Nantes ensay¨® su arma predilecta, el disparo lejano, para tratar de sorprender a Pereira.
El primer gol del Valencia anim¨® m¨¢s a ambos conjuntos. A uno, para. intentar un resultado todav¨ªa m¨¢s esperanzador. Al otro, para seguir manteniendo ventaja en la eliminatoria. Durante algunos minutos el desarrollo del juego result¨® poco tranquilizador para el Valencia. El Nantes, bien empujado por Michel, Trossero, Muller y Rampillon, se acerc¨® al ¨¢rea del Valencia con evidente peligro. Un despiste de Botubot pudo haberle costado el empate. Baronchelli se deshizo de Botubot en varias ocasiones y Carrete tambi¨¦n perdi¨® el control de su par. Fue por el lado del. asturiano por donde lleg¨® la jugada que permiti¨® marcar a Rampillon, pero el linier de la banda de tribuna levant¨® con anterioridad el bander¨ªn.
A partir del minuto veintid¨®s, el Nantes cambi¨® de t¨¢ctica y se dedic¨® a controlar el bal¨®n con toda clase de parsimonias. El objetivo no era otro que ir al contraataque con alguna garant¨ªa.
Fue entonces cuando el Valencia sali¨® de su terreno con gran celeridad en varias ocasiones. Saura, que probablemente fue el m¨¢s flojo del equipo, fall¨® un par de pases fundamentales y Kempes no lleg¨® a uno magistral de Solsona, pero finalmente al borde del descanso lleg¨® el largo avance llevado por la derecha, que culmin¨® desde la parte opuesta con el gol de Subirats, jugador que hab¨ªa luchado con acierto y hab¨ªa contribuido, junto a Bonhof -muy bien colocado siempre y repentino en el pase-, a poner la trama de los contragolpes valencl anistas. Solsona con su habitual facilidad para el centro medido, tambi¨¦n luci¨®, en el centro del terreno.
No se resign¨® el Nantes con su suerte y en el segundo per¨ªodo se lanz¨® al ataque. Pero la tranquilidad no tard¨® en llegar al Valencia, puesto que antes del cuarto de hora Kempes logr¨® el tercer tanto.
El Valencia, hasta el final del encuentro, sigui¨® imponiendo su juego, basado en la seguridad del centro de su zaga, en la que destac¨® Tendillo, por su marcaje soberbio a Pecout, y Arias, que estuvo presto en los cortes. Bonhof realiz¨® probablemente uno de los tres mejores encuentros que ha disputado en el Valencia. Su colocaci¨®n en el campo fue magn¨ªfica y su repentizaci¨®n en el pase provoc¨® arrancadas peligros¨ªsimas de sus compa?eros de ataque. Bonhof, aunque en algunos momentos lejos de correr, camin¨®, fue pieza fundamental del engranaje de este Valencia, que encontr¨®, una vez m¨¢s, la porter¨ªa contraria gracias a la peligrosidad de Kempes, a quien vigilaron constantemente dos adversarios, lo que naturalmente facilit¨® la labor de Solsona y Pablo en las penetraciones.
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