La raz¨®n y la fuerza

Presiento (no s¨¦ por qu¨¦) que el garrote de la censura no se levantar¨¢ tan f¨¢cilmente de las cabezas del equipo informativo de Radio Tres, de Radio Nacional. Han incurrido en uno de los delitos m¨¢s graves de la sociedad: el despertar nuestro sentido cr¨ªtico de la realidad. Y, sobre todo, lo han hecho dentro de esa instituci¨®n llamada ?Medios de Comunicaci¨®n?, cuya informaci¨®n oficial no es m¨¢s que una parcial y tendenciosa divulgaci¨®n controlada y manipulada por parte de unos intereses muy minoritarios, pero con mucho poder.Estamos atrapados de siempre por esa minor¨ªa de peligrosos sociales que nos dictan nuestro pensamiento y nuestra acci¨®n. Y es de pensar que este c¨¢ncer seguir¨¢ hasta aniquilarnos a todos como personas si es que no nos espabilamos pronto y dejamos de creer en salvadores.

Porque el caso de Radio Tres no es un llecho aislado en la actualidad (v¨¦anse otros en el cine, la prensa, la televisi¨®n), de ah¨ª su importancia.

Les da rabia cuando su hipocres¨ªa sale a la luz del sol, y nos da rabia ser millones y millones y no contar para nada. Pero, como dijo un amigo: ?Ellos tienen la fuerza, pero no la raz¨®n?. Nunca la tendr¨¢n./