Multitudinaria asistencia al sepelio del l¨ªder vecinal Arturo Pajuelo

A las 10.30 de la ma?ana del domingo fueron inhumados, en el cementerio de Carabanchel, los restos de Arturo Pajuela, muerto a consecuencia del ataque perpetrado por un grupo de personas presuntamente vinculadas a la extrema derecha, al final de la manifestaci¨®n conmemorativa del Primero de Mayo. Unas 30.000 personas, seg¨²n algunos de los participantes en la manifestaci¨®n, y unas 12.000, seg¨²n fuentes policiales, asistieron a los actos f¨²nebres. Durante el traslado del cad¨¢ver se oyeron gritos contra ?la bandas fascistas y Fuerza Nueva?. El alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galv¨¢n, form¨® parte de la comitiva en una parte del trayecto

Ayer, los trabajadores de la empresa Construcciones Aeron¨¢uticas, SA (CASA), donde Arturo Pajuelo trabajaba como delineante, organizaron una manifestaci¨®n que se desplaz¨® desde las instalaciones de la f¨¢brica hasta la sede de Fuerza Nueva en Getafe. Igualmente permanecieron ayer en huelga como se?al de protesta. Numerosos trabajadores de la empresa Intelsa, as¨ª como de otras ubicadas en la zona, asistieron a la manifestaci¨®n. Un empleado de la empresa comunic¨® a EL PAIS que en ella ?intervinieron unas 2.500 personas, la totalidad de los trabajadores de CASA?. A media ma?ana llegaba desde Bilbao la noticia de que doce militantes del Movimiento Comunista de Euskadi (EMK) se hab¨ªan encadenado en la plaza del Arenal para protestar por su muerte. Portaban carteles en los que se ped¨ªa la ilegalizaci¨®n de Fuerza Nueva y la uni¨®n de los partidos de izquierda ?para acabar con la ultraderecha?. Desde Barcelona, la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) emit¨ªa un comunicado de adhesi¨®n a la protesta y convocaba unas ?jornadas de lucha antifascista? para la pr¨®xima semana. Tales reacciones confirmaban la importante secuela suscitada por la muerte de Arturo Pajuelo, que ya hab¨ªa tenido el antecedente de la multitudinaria manifestaci¨®n del domingo. Los vecinos del barrio de Orcasitas, en el que viv¨ªa Arturo Pajuelo y de cuya asociaci¨®n de vecinos era miembro, organizaron una colecta destinada a sus familiares. En ella se han recaudado, hasta el momento, 300.000 pesetas.La congregaci¨®n de participantes en los actos f¨²nebres comenz¨® sobre las ocho de la ma?ana del domingo, en las proximidades de la sede de la Asociaci¨®n de Vecinos Guetaria, a la que pertenec¨ªa Arturo. A las 8.30 de la ma?ana lleg¨® hasta all¨ª el furg¨®n mortuorio que conten¨ªa el f¨¦retro con sus restos mortales. Los representantes de un amplio n¨²mero de asociaciones vecinales, compa?eros y simpatizantes fueron integr¨¢ndose en la manifestaci¨®n de duelo, a la que se incorporaron, asimismo, el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galv¨¢n, Alonso Puerta, Ignacio Gallego y delegados o militantes en partidos minoritarios de izquierda. El cortejo, formado ya por varios miles de manifestantes, se puso en marcha hacia el cementerio de Carabanchel, distante del lugar en unos tres kil¨®metros, encabezado por seis autom¨®viles, a bordo de los cuales se desplazaban familiares y amigos.

Ocupaban la vanguardia de la manifestaci¨®n los portadores de dos pancartas. Una de ellas ten¨ªa la siguiente inscripci¨®n: ?Arturo, no has muerto. Vives en cada uno de nosotros. Seguiremos tu lucha?. Personas allegadas a la familia de Arturo han matizado que ?pertenec¨ªa a la asociaci¨®n de vecinos de Orcasitas desde hace cinco o seis a?os?.

Antes de iniciarse la marcha, un sacerdote ley¨® un pasaje del Evangelio y rez¨® unas plegarias, a trav¨¦s del servicio de megafon¨ªa del autom¨®vil de la Polic¨ªa Municipal. En un momento dado, dijo las siguientes palabras: ?Arturo, amigo, vives en nuestro coraz¨®n. Todo el pueblo trabajador te quiere y estamos contigo. Que tu muerte sirva para unir a la clase trabajadora?.

Unos doscientos j¨®venes repart¨ªan octavillas entre los manifestantes. En ellas, firmadas por el Partido Comunista de Espa?a (PCE), se hac¨ªa un llamamiento a una jornada de paro prevista para ma?ana, mi¨¦rcoles, y a una concentraci¨®n que ser¨ªa efectuada el pr¨®ximo d¨ªa 29, ?en protesta por las agresiones fascistas?.

Antes de que el cortejo llegase al cementerio de Carabanchel, se retiraron el alcalde de Madrid y las representaciones pol¨ªticas. Sobre las 10.30 de la ma?ana, el furg¨®n lleg¨® al cementerio.

Cuando el f¨¦retro era instalado en el nicho, casi todos los asistentes comenzaron a gritar consignas contra Fuerza Nueva, a pesar de las reconvenciones del servicio de orden, y fue cantada La Internacional. El regreso a Orcasitas, una vez finalizados los actos, apenas fue alterado por gritos proferidos por algunos grupos minoritarios ?contra las bandas fascistas?.