El futuro de las izquierdas
Pese a que en nuestro pa¨ªs, por fin, se ha conseguido restaurar la democracia (aunque ello no implique que ahora est¨¦ tampoco asegurada si no sabemos conservarla), y pese tambi¨¦n a que el pueblo espa?ol ha rechazado en los diversos comicios habidos las pretendidas reimplantaciones de las minor¨ªas nost¨¢lgicas de la dictadura, al Igual que las exaltaciones de la extrema izquierda, en Espa?a sigue gobernando, mandando, la derecha: la ?arrepentida? que ha sabido evolucionar e introducir, por la cuenta que le trae, en diversas parcelas de nuestro entramado pol¨ªtico, social, econ¨®mico, etc¨¦tera, canibios m¨¢s o menos importantes, algunos incluso sustanciosos.Y esta continuaci¨®n de las derechas -de un alto porcentaje de ellas- en el poder ha sido posible a un bien organizado y ?orquestado? cambio, muy medido e inteligentemente meditado y con el enfoque que las circunstancias han requerido, para sus fines, con la colaboraci¨®n de los ciudadanos ?titulares de los intereses creados?. Otra cosa muy distinta hubiera sido acceder al poder exclusivamente por los normales medios democr¨¢ticos, sin el respaldo decisivo de los ?poderes f¨¢cticos? que condicionaban, y condicionan a¨²n en parte, a la Izquierda espa?ola.
Cabe, pues, preguntarse a qu¨¦ es debido el que la izquierda tenga
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menos representaci¨®n parlamentaria. Las razones que, a mi entender, concurren a ello -aparte del sistema electoral- son el estado de ?letargo? pol¨ªtico que durante tanto tiempo hemos padecido, y, por ende, la indiferencia de una gran parte de nuestro pueblo a la pol¨ªtica, dej¨¢ndose llevar por la inercia y la costumbre, muy ayudadas por los poderosos medios informativos.
Sinceramente, considero que hay que ver con bastante escepticismo la aceptaci¨®n y ?encajamiento? en nuestra sociedad actual de un supuesto triunfo de las izquierdas, a no ser -har¨ªa falta una suma habilidad- que sepan manejar bien sus ?peones? y situarlos en los puntos claves para esa contingencia, ahora que por ser de la oposici¨®n son menos temidos. Por ello creo muy acertada la postura no radicalista de Felipe Gonz¨¢lez, dentro del campo socialista, como -¨²nico camino viable que ?puede inspirar confianza?. en amplios sectores pol¨ªticamente amorfos y no meramente marxistas.
Esa es la posible inc¨®gnita de la izquierda espa?ola. No de sus posibilidades de victoria en las elecciones legislativas de 1983, sino visto bajo el prisma del triunfo de su aut¨¦ntica filosof¨ªa y, naturalmente, de la aplicaci¨®n_ pragm¨¢tica de la misma. /
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