Concurrido festival de "foIk" en la Casa de Campo

El pasado s¨¢bado, coincidiendo con las fiestas de San Isidro, las Juventudes Socialistas montaron unos ?d¨ªas de idea y fiesta? que culminaron con festival en el auditorio de la Casa de Campo. AI parecer, a los j¨®venes socialistas el recinto les sali¨® gratis, mientras el mismo ayuntamiento le intenta cobrar a la Joven Guardia Roja 250.000 pesetas por el mismo, para la celebraci¨®n de su festival celta.El festival de las JJ. SS. en su conjunto fue, como todos, algo tedioso, m¨¢s que nada por las m¨¢s de seis horas que dur¨®. De entrada sali¨® el bluesman ingl¨¦s (que no americano como hab¨ªamos indicado) Sam Mitchell. Con independencia de que estuviera m¨¢s o menos bien, de que acoplara su guitarra hasta cargarse un amplificador y tocara cl¨¢sicos superconocidos, lo suyo se agradec¨ªa en la tarde soleada y optimista de Madrid. Adem¨¢s tuvo la suerte de comenzar, con lo que la gente no iba tan derrotada. Luis Eduardo Aute estuvo bien y fue el primero en tener una reacci¨®n algo c¨¢lida por parte de la gente, aunque tambi¨¦n es obvio que su m¨²sica no se adecua, en exceso a este tipo de actos y lugares. Y luego Happy Traum, un agradable folklorista que m¨¢s bien parece un hilo musical del g¨¦nero, pues cant¨® tal cantidad de canciones manidas que su actuaci¨®n dif¨ªcilmente pod¨ªa ser algo m¨¢s que un rato de entretenimiento. Hasta cant¨® a Dylan, pero no descubr¨ªa nada m¨¢s que su honradez profesional.

Lo m¨¢s interesante de la tarde fueron las actuaciones de Suburbano y el grupo franc¨¦s Malicorne. Suburbano son¨® decentemente, sus canciones ten¨ªan unos aires que en muchas ocasiones recordaban al portugu¨¦s Fausto; en otras, se lanzaban por el lado renacentista para, finalmente, tener sus toques celtas. Estaba bien, pero quedaba lejos del muy bien, de algo convincente y que no se pudiera encontrar (mejor) en los discos de otros grupos no espa?oles.

Justo lo contrario de Malicorne. Malicorne es un grupo basado en el folk franc¨¦s, pero que demostr¨® en un par de parrafadas que tambi¨¦n pueden hacer rock duro o salsa, sin perder por ello su identidad. De cuando en cuando todo el grupo cantaba a cappella y el juego de voces era impresionante. Total, que tocan, cantan, piensan y componen maravillosamente. Pero Malicorne, desde un principio, demostr¨® una creatividad que no se consigue quej¨¢ndose, es una cuesti¨®n sencilla de imaginaci¨®n.