La "cumbre" de jefes de Gobierno de la CEE tendr¨¢ la ¨²ltima palabra sobre la integraci¨®n espa?ola
La decisi¨®n francesa de imponer ?una pausa? en las negociaciones para la ampliaci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) ser¨¢ debatida en la reuni¨®n que los jefes de Gobierno de los nueve pa¨ªses miembros celebrar¨¢n los pr¨®ximos d¨ªas 12 y 13 en Venecia. Hasta entonces nadie quiere arriesgar un an¨¢lisis de las consecuencias pr¨¢cticas de las sorprendentes declaraciones del presidente Giscard d'Estaing.Formalmente, las manifestaciones de Giscard no han tenido ninguna repercusi¨®n en Bruselas. Ayer se celebr¨® con completa normalidad la sexta reuni¨®n negociadora a nivel de suplentes entre Espa?a y la CEE. Los diez embajadores (los de los nueve, incluida Francia, y el espa?ol) actuaron como si nada hubiera sucedido y la propuesta de Par¨ªs no hubiera abierto ning¨²n interrogante. Los pasillos de la Comunidad Econ¨®mica Europea herv¨ªan, por el contrario, de comentarios.
Un funcionario comunitario adelantaba, como comentario personal, que ?parece muy dif¨ªcil mantener el calendario previsto, es decir, la firma del tratado a pricipios de 1981, ratificaci¨®n en 19:32
ingreso efectivo en 1983?.Si el presidente franc¨¦s mantiene el compromiso que parece haber adquirido frente a los agricultores de su pa¨ªs, aunque s¨®lo sea hasta despu¨¦s de las elecciones presidenciales, el retraso en las negociaciones con Espa?a podr¨ªa cuantificarse en al menos, un a?o.
De acuerdo con las normas de funcionamiento de la Comunidad Econ¨®mica Europea, las decisiones se adoptan por unanimidad. Los nueve, Francia incluida, aceptaron en 1977 la demanda de adhesi¨®n presentada por el Gobierno espa?ol. Basta ahora que uno solo de ellos exija una ?pausa? para que esta sea una realidad, aunque sea por el simple procedimiento de ?congelar? los documentos de negociaci¨®n. Falta por ver si los ocho pa¨ªses restantes est¨¢n lo bastante interesados en la adhesi¨®n de nuestro pa¨ªs como para que durante la reuni¨®n de Venecia presionen a Francia para que modifique de nuevo su posici¨®n.
Por el momento, un portavoz oficial del Ministerio belga de Asuntos Exteriores afirm¨® que su Gobierno no ha cambiado su posici¨®n favorable al ingreso de Espa?a. ?Deseamos que el presidente de la Rep¨²blica Francesa explique m¨¢s directa y completamente su posici¨®n... No nos hacemos iluslones en cuanto a la dificultad que supone resolver los problemas a doce y no a nueve, pero creemos que esas dificultades deben resolverse mediante la concertaci¨®n?.
B¨¦lgica recuerda tambi¨¦n que la Comunidad debe estar abierta a todo pa¨ªs europeo que tenga un Gobierno democr¨¢tico y que precisamente la adhesi¨®n a la CEE constituye para pa¨ªses como Grecia, Espa?a y Portugal una garant¨ªa para sus nacientes democracias.
Medios comunitarios negaron que la actitud de Giscard sea comparable a la del general De Gaulle cuando vet¨® el ingreso de Gran Breta?a. El actual presidente franc¨¦s no ha dado ?un portazo? definitivo a las pretensiones espa?olas, sino que ?ha lanzado la idea de que, por culpa de Gran Breta?a, es necesario tomar una pausa y reflexionar antes sobre los problemas internos del Mercado Com¨²n?. La misma opini¨®n era compartida por diplom¨¢ticos espa?oles.
Fuentes de la misi¨®n espa?ola ante la CEE se?alaron que era la propia Comunidad Econ¨®mica Europea la que deb¨ªa aclarar a nuestro pa¨ªs el alcance de las declaraciones del presidente Giscard.
?Claro que antes el presidente franc¨¦s tendr¨¢ que aclarar su propia posici¨®n frente a sus ocho partenaires?, a?adieron.
Oficiosamente, tanto medios pr¨®ximos a la comisi¨®n como a la misi¨®n espa?ola, aun sin ocultar ?la gravedad del proceso que se ha iniciado?, intentaban transmitir una cierta sensaci¨®n de confianza. Ayer se anunci¨® que en la ¨²ltima reuni¨®n del ?correper? -representantes permanente de los nueve pa¨ªses miembros- se acord¨® crear una ?comisi¨®n ad hoc? que estudie el documento agr¨ªcola preparado por la comisi¨®n, ?congelado? desde hace dos meses. Un peque?o paso que no significa que el cap¨ªtulo agr¨ªcola vaya a recibir el impulso necesario para hacer avanzar el resto de la negociaci¨®n.
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