Espectacular incremento en las relaciones econ¨®micas con M¨¦xico
La visita oficial que estos d¨ªas realiza a Espa?a el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, licenciado Jorge Casta?eda, ofrece a los dos Gobiernos la posibilidad de analizar el estado de las relaciones entre ambos pa¨ªses, cumplidos ya cerca de tres a?os desde que se restablecieron en plenitud aqu¨¦llas. Aunque la canciller¨ªa azteca ha mostrado su deseo de no establecer una agenda previa de las conversaciones entre Casta?eda y su colega espa?ol, Marcelino Oreja, es evidente que los dos funcionarios van a repasar los aspectos econ¨®micos, pol¨ªticos y culturales de la actual cooperaci¨®n entre M¨¦xico y Espa?a.
Sin necesidad de ser triunfalista, puede asegurarse que M¨¦xico es el eslab¨®n m¨¢s espectacular en la cadena de las relaciones econ¨®mica que Espa?a mantiene con los pa¨ªses del mundo. Y no s¨®lo por las cifras de intercambios conseguidas en el corto tiempo de los tres ¨²ltimos a?os, sino porque el panorama ofrece una variada gama de posibilidades para la cooperaci¨®n en todos los campos.M¨¦xico, que gracias a sus enormes riquezas petroleras se ha convertido en una potencia industrial de importancia, ha dependido b¨¢sicamente para su desarrollo en estas ¨¢reas de su poderoso vecino pol¨ªtica de la actual Administraci¨®n, expresada en palabras y demostrada con hechos, es eliminar paulatinamente esa dependencia que, en muchos casos hist¨®ricos, ha coartado la libertad de acci¨®n del Gobierno y de la iniciativa privada mexicanos.
M¨¦xico ha visto en Espa?a a una de las naciones que, por coincidencia de numerosas identidades de historia, cultura e idioma, puede ayudar a esa progresiva diversificaci¨®n de apoyos que desea. La tecnolog¨ªa de tipo medio que nuestro pa¨ªs ha desarrollado es muy adecuada para las necesidades mexicanas. En contrapartida, Espa?a tiene en M¨¦xico un abastecedor seguro del tan necesario petr¨®leo y un mercado muy receptivo para nuestros productos y para las exportaciones de capital.
Todos estos conceptos est¨¢n, de una u otra forma, materializados ya en realidades concretas y en proyectos ambiciosos. Espa?a es hoy el segundo cliente de M¨¦xico y su sexto proveedor. El pa¨ªs azteca es el principal receptor de las inversiones espa?olas en el exterior, desbancando ampliamente a Estados Unidos, Argentina y Venezuela. En los diez primeros meses de 1979 se canalizaron hacia esta naci¨®n 4.363 millones de pesetas, invertidas en proyectos comunes.
Baste citar, como ejemplos de esta cooperaci¨®n, la participaci¨®n de la empresa estatal Petr¨®leos Mexicanos (Pemex) en Petronor, o la integraci¨®n de Astilleros Espa?oles en la construcci¨®n de los astilleros de Veracruz, en cuyo proyecto se invertir¨¢n cerca de ochocientos millones de pesetas.
Las perspectivas son igualmente optimistas. Existe inter¨¦s mexicano en adquirir aviones C-212 Aviocar, ideales para sustituir a los viejos Albatros que usa actualmente la marina mexicana. Es muy posible que Espa?a participe en la construcci¨®n de la red frigor¨ªfica nacional, una de las necesidades b¨¢sicas de M¨¦xico para que su Plan Alimentario Nacional llegue a feliz t¨¦rmino. En el campo automotriz existen tambi¨¦n grandes posibilidades de cooperaci¨®n.
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