EL PAIS es el diario de mayor difusi¨®n de Espa?a
La junta general de accionistas de PRISA, sociedad editora de EL PAIS, celebr¨® ayer en Madrid, durante siete horas, su reuni¨®n ordinaria y extraordinaria, en la que se aprob¨® el balance de gesti¨®n y cuenta de resultados del pasado ejercicio, el reparto de un dividendo del 17%,'Ia modifi caci¨®n de tres art¨ªculos d¨¦ los estatutos sociales y, tras un prolongado debate, el Estatuto de la Redacci¨®n. Tambi¨¦n dio su- autorizaci¨®n la junta general al Consejo de Administraci¨®n para aumentar el capital, conforme al art¨ªculo 96 de la ley de Sociedades An¨®nimas.
La junta se celebr¨® con asistencia de 570 accionistas presentes y representados de los 1. 112 que componen la totalidad del accionariado de PRISA. El presidente del Consejo de Administraci¨®n, Jos¨¦ Ortega Spottorno, en un breve discurso, se?al¨® que ?muy probablemente, desde f¨ªnales de 1979, ELPAI S se hab¨ªa convertido en. el diario de mayor difusi¨®n de Espa?a y de Madrid, as¨ª como el de mayor difusi¨®n tambi¨¦n fuera de la ciudad donde se imprime?. ?La independencia?, dijo el se?or Ortega' ?es la base de la credibilidad de EL, PAIS, pese a la campa?a de descr¨¦dito llevada a cabo tanto por un grupo de accionistas como por personas ajenas a nuestra sociedad?.El punto primero del orden del d¨ªa, correspondiente a la memoria, balance y cuenta de explotaci¨®n del ejercicio 1979, se aprob¨® con un voto en contra, no sin antes haber dado lugar a un largo debate en torno al informe del accionista censor de cuentas Guillermo Piera, informe que se reparti¨® impreso en la asamblea.
El presidente advirti¨®, antes de la propuesta de aprobaci¨®n del punto primero, que se hab¨ªan cumplido s¨®lo parcialmente los plazos fijados por la ley de Sociedades An¨®nimas para la entrega de los informes de los dos accionistas censores de cuentas antes de la junta. El censor Alejandro Serrano emiti¨® un dictamen dando su conformidad con los documentos y proponiendo su aprobaci¨®n. El. censor Guillermo Piera entreg¨® el dictamen, conteniendo determinadas reservas, la noche anterior a la junta.
El se?or Piera, en su intervenci¨®n culp¨® al Consejo de no haber tenido disponible la memoria en los plazos previstos antes de la junta, como es preceptivo, y dio lectura a su informe. Su dictamen comienza glosando la cifra de 192 millones de pesetas de beneficios de 1979, ? que refleja una acertad¨ªsima gesti¨®n econ¨®mica del Consejo de Administraci¨®n de nuestra sociedad, por lo que me atrevo a recomendar?, dijo el se?or Piera, ?a los se?ores accionistas que manifiesten expresamente el reconocimiento de la junta a su meritoria labor?_
En el segundo punto recoge el se?or Piera unas observaciones minuciosas, como son la diferencia -a su entender- de 18.143 ejemplares diarios entre el parte de producci¨®n de papel diario y la cuenta de facturaci¨®n, cuestiones sobre la transmisi¨®n de acciones entre el consejero delegado, Jes¨²s de Polanco, y otros accionistas que, ?a nuestro juicio?, dijo Piera, ?debieran haberse evitado?. Agreg¨® tambi¨¦n que ocho millones de retenci¨®n legal de IRPF est¨¢n imputados, de modo absolutamente incorrecto, a una cuenta de gastos, que minora de este modo los resultados de la sociedad?. Y acus¨® el se?or Piera al presidente y consejero delegado de recibir una supuesta ?percepci¨®n de corte salarial sustra¨ªda al conocimiento de esta junta?.
El consejero delegado, Jes¨²s de Polanco, puntualiz¨® las causas del retraso, aducido por el propio se?or Piera para efectuar su censura de cuentas, retraso que, por lo dem¨¢s, reconoci¨® el se?or De Polanco.
El director gerente de PRISA, Javier Baviano, contest¨® a las observaciones realizadas por Guillermo Piera, y se?al¨®, entre otras cosas, que el censor de cuentas tuvo el 28 de mayo la. memoria, el balance y la propuesta de distribuci¨®n de resultados, y que seg¨²n la auditor¨ªa llevada a cabo durante tres meses por la empresa internacional Arthur Andersen, PRISA hab¨ªa recibido un informe limpio es decir, que los estados financieros corresponden a la realidad. Explic¨® Javier Baviano que las diferencias observadas por el se?or Piera entre producci¨®n y facturaci¨®n se deb¨ªa a peri¨®dicos que se cobran por otra v¨ªa -el caso de los suscriptores-, los de servicios regulares y los desperdicios de papel. Siete mil ejemplares diarios in¨²tiles, sobre una tirada de 206.000 en octubre de 1979, significa una p¨¦rdida de papel del 4%, lo que se considera entre los especialistas como un r¨¦cord, dijo. Explic¨® que no era cierto que capital detenido en concepto de IRPF no se hubiera entregado a Hacienda, y rebati¨® el punto correspondiente a los supuestos dobles sueldos. ?Eso es absolutamente falso?, dijo, y a?adi¨® que ya le hab¨ªa explicado a Guillermo Piera en su d¨ªa que el error de ¨¦ste se deb¨ªa a un mero cambio en la denominaci¨®n de la cuenta que el censor no repar¨®. En su r¨¦plica, el se?or Piera, tras las explicaciones del director gerente, termin¨® diciendo que, a pesar de los reparos expuestos (calificados. por accionista Amparo Soler como "minuncias?), ?pienso votar positivamente la aprobaci¨®n de las cuentas, en mi nombre y en el de las acciones que represento?, y reconoci¨® ser ciertas las explica?ione5 sobre las dudas que hab¨ªa expuesto en torno a los temas impositivos y los salarios del presidente y consejero delegado.
Antes de proponer la aprobaci¨®n de las cuentas, el presidente pidi¨® al socio principal de Arthur Andersen, se?or Soto, que se hallaba Presente en la sala, que comentara el resultado de la auditor¨ªa realizada por su firma. Soto afirm¨® que ?s¨®lo cuando las cuentas reflejan fielmente la situaci¨®n de la empresa y sus resultados se da un informe limpio, como el que hemos dado a PRISA. No es frecuente en Espa?a el informe limpio, y confiemos?, dijo, ?que las dem¨¢s empresas del pa¨ªs sigan el ejemplo de PRISA?.
En el punto segundo del orden del d¨ªa se procedi¨® a la elecci¨®n de censores jurados de cuentas para el ejercicio de 1980, resultando elegidos Antonio L¨®pez Valencia y Jer¨®nimo D¨ªaz de Santos, ambos propuesto por el Consejo de Administraci¨®n, y derrotado Fernando Escard¨® Gandarillas, propuesto por la minor¨ªa de accionistas sindicados.
El consejero delegado, tras su informe de situaci¨®n de la sociedad (v¨¦ase esta misma p¨¢gina), present¨® a la asamblea el Estatuto de la Redacci¨®n, se?alando que incorporaba, por primera vez en un peri¨®dico espa?ol, la cl¨¢usula de conciencia y el secreto profesional, y que era una pieza importante para el mantenimiento de la l¨ªnea de independencia actual de EL PAIS.
El accionista Fernando Chueca acus¨® a Polanco de ?triunfalismo astron¨®mico? y de tratar de dominar el peri¨®dico por la carrera para ganar acciones, y a trav¨¦s de los redactores. ?Este Estatuto?, dijo, ?acabar¨¢ con la libertad de prensa, a menos que se entienda por libertad de prensa la que existe en Cuba? (abucheos, silbidos y aplausos). Se?al¨® tambi¨¦n que ?los redactores no pueden tener la llave del peri¨®dico?, y pidi¨® que se retrasara la aprobaci¨®n del Estatuto para estudiarlo hasta el oto?o.
Bonifacio de la Cuadra, accionista y redactor de EL PAIS, miembro de la representaci¨®n profesional que negoci¨® el Estatuto con la empresa, dijo que ?este Estatuto es moneda corriente, de curso legal, en la Europa occidental?, y que trataba de consolidar la l¨ªnea editorial actual de EL PAIS, como peri¨®dico rentable, influyente e independiente.
Garc¨ªa de Vinuesa, presidente del sindicato de accionistas que viene oponi¨¦ndose a la actual gesti¨®n del peri¨®dico, se sum¨® a la petici¨®n de Chueca en el sentido de retrasar la aprobaci¨®n, debido a que se hab¨ªa presentado ?de forma dictatorial? y no con tiempo suficiente para estudiarlo.
Intervino a continuaci¨®n el director de EL PAIS, Juan Luis Cebri¨¢n, para explicar las razones de por qu¨¦ hay un Estatuto de la Redacci¨®n. ?No es f¨¢cil?, dijo Cebri¨¢n, ?mantener la actual l¨ªnea editorial independiente de EL PA?S?, especialmente debido a las presiones de los grupos que pretenden cambiar la l¨ªnea en el sentido que quiere la derecha m¨¢s reaccionaria. ?Con este Estatuto, EL PAIS?, se?al¨® el director del peri¨®dico, ?va a seguir siendo independiente porque tiene que ser fiel a sus lectores, al margen de qui¨¦n sea el consejero delegado o el director?. Resalt¨® tambi¨¦n los dos logros m¨¢s importantes del Estatuto: la cl¨¢usula de conciencia (?porque hemos sido contratados para hacer este peri¨®dico y no otro ?) y el secreto profesional (?que est¨¢ en la Constituci¨®n, pero por el que los periodistas corremos a¨²n el peligro de ir a la c¨¢rcel por nuestro deber de guardarlo?).
Cebri¨¢n se?al¨® que el presidente y el consejero delegado, que eran ahora objeto de ataques, eran precisamente los que hab¨ªan amparado la l¨ªnea del peri¨®dico, y termin¨® diciendo que con el Estatuto se trataba de ?defender la independencia actual contra las amenazas de quienes quieren apoderarse del peri¨®dico, para cambiar su l¨ªnea o qui¨¦n sabe si para destruirlo?. Intervino el se?or Gonz¨¢lez Paramo para decir que ?conceder derechos a la redacci¨®n por parte de la empresa era expropiar dereclios a los accionistas?.
Jos¨¦ Manuel Prada, miembro del consejo, se?al¨® que el Estatuto ha sido una iniciativa de la redacci¨®n y fruto del consenso, y por ¨²ltimo, que el consejo tiene facultades para aprobarlo sin m¨¢s, y no Io hizo por respeto y delicadeza piara con la junta de accionistas.
Tras la votaci¨®n, result¨® aprobado el Estatuto de la Redacci¨®n de EL PAIS por 16.383 votos a favor, 156 en contra y 7.855 pidiendo que se retrasara su aprobaci¨®n. El se?or Escard¨® -abogado del bufete de Jos¨¦ Mario Armero y consejero de Cambio 16, seg¨²n se puso de relieve- se reserv¨® el derecho de impugnar el Estatuto.
Por ¨²ltimo, se aprobaron por unanimidad los puntos cuarto, quinto y sexto del orden del d¨ªa, correspondientes a la modificaci¨®n de tres art¨ªculos de los estatutos sociales, a la autorizaci¨®n al Consejo de Administraci¨®n para alimentar el capital en 150 millones y al nombramiento de interventores para la aprobaci¨®n del acta de Ia junta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Javier Baviano
- Consejo administraci¨®n
- Prensa extranjera
- P¨¦rdidas
- Beneficios
- Juan Luis Cebri¨¢n
- Fernando Chueca Goitia
- Bonifacio de la Cuadra
- Jos¨¦ Ortega Spottorno
- Prensa internacional
- Cuenta resultados
- Accionariado
- El Pa¨ªs
- Prisa Noticias
- Periodismo
- Prensa
- Grupo Prisa
- Empresas
- Grupo comunicaci¨®n
- Econom¨ªa
- Medios comunicaci¨®n
- Comunicaci¨®n