Estreno en Toledo de una nueva versi¨®n de "La Celestina"
Puesta en escena en el claustro de San Pedro M¨¢rtir
Hoy, jueves, se estrena en Toledo una nueva versi¨®n de La Celestina, de Fernando de Rojas, realizada y dirigida por el cr¨ªtico Miguel Bilbat¨²a. La representaci¨®n comenzar¨¢ a las diez y media de la noche, en el patio de San Pedro M¨¢rtir, de Toledo, patrocinada por la obra cultural de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. Habr¨¢ nuevas sesiones ma?ana, el s¨¢bado y el domingo, a igual hora.
En el reparto de la obra figuran Julita Mart¨ªnez, en el papel de Celestina; Mario Pardo, como Calixto; Patricia Adriani, Maite Brik, Vicente Cuesta, Vicente Gisbert, Virginia Mataix, Lola Mateo, Emilio Mellado, Gabriel Llopart y Agust¨ªn Poveda. En el equipo t¨¦cnico intervienen Teo Escamilla, en la iluminaci¨®n; Jos¨¦ Tovar, declamaci¨®n; Fisa Aranguren, ambientaci¨®n; Estudios Kirios, sonido, y coordinaci¨®n de Ignacio Acarregui.El nuevo montaje de esta obra clave del teatro espa?ol, escrita hacia 1497, comenz¨® el a?o pasado con un equipo de direcci¨®n formado por Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n y Miguel Bilbat¨²a, que cubrieron una primera etapa de colaboraci¨®n a partir de una concepci¨®n muy similar del espect¨¢culo. Un cambio de fechas en la pel¨ªcula que dirige Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n le ha impedido participar en el final.
El espacio esc¨¦nico del claustro renacentista de San Pedro M¨¢rtir se ha integrado en este montaje como un elemento esencial, donde las columnas participan en la decoraci¨®n de las escenas. La puesta en escena, seg¨²n el director, est¨¢ al servicio del texto y del actor. Tiene como punto de partida la observaci¨®n de una s¨ªntesis de la vida de una ciudad por parte del espectador y que los actores mostraran desde su interior las contradicciones de los personaje!;.
?Hacer una versi¨®n supone elegir un punto de vista en la lectura de la obra y, a partir de ese punto de vista, ordenar el material original?, declara Miguel Bilbat¨²a. ?Los puntos de vista van cambiando seg¨²n las ¨¦pocas y, dentro de ellas, seg¨²n los intereses est¨¦ticos e ideol¨®gicos de cada adaptador. Yo part¨ª de dos elementos previos: si a una obra podemos considerarla cl¨¢sica no es porque fue escrita hace siglos, sino porque a¨²n ilumina al espectador (o lector) actual. En segundo lugar, un texto dram¨¢tico tiene una fecha precisa: cuando fue escrito; mientras que un espect¨¢culo tiene otra fdecha: cuando fue estrenado?.
La actualidad de La Celestina, seg¨²n Miguel Bilbat¨²a, es que, ?por vez primera en la literatura dram¨¢tica castellana, se nos muestra el conflicto de uiios individuos en los que existe el choque entre sus aspiraciones como individuos y la imposibilidad de reilizar tales aspiraciones, dada la sociedad en que viven. Es algo t¨ªpico de una sociedad de transici¨®n corno la que vivi¨® Fernando de Rojas: el paso de la Edad Media al Renacimeinto. Es tambi¨¦n el tipo de problemas que se plantean al individuo en una sociedad de transici¨®ii como la que estamos viviendo. Y esta contradicci¨®n entre individuo y sociedad iio s¨®lo es un conflicto externo; se encuentra, adem¨¢s, en el interior de cada individuo. Su moral tambi¨¦n es contradictoria: en ella confluyen elementos de la vieja sociedad y de la que est¨¢ naciendo?.
?En nuestra puesta en escena?, a?ade, ?se ha pretendido plasmar este esp¨ªritu, haciendo de ella una puesta en escena interiorizada, en la que los actores expresen desde ellos mismos las contradicciones de los personajes que representan. Se ha huido del t¨®pico de la presentaci¨®n del personaje cle la Celestina como vieja repulsiva, haciendo de ella un personaje lleno de vitalidad, que ha sabido, durante toda su vida, nadar contra co.rriente en una sociedad hostil, hasta que ella misma es, finalmente, v¨ªctima de esa imposibilidad vital que tienen todos los personajes.
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