Fuerte deterioro de la balanza comercial espa?ola en el mes de abril

La balanza comercial durante el pasado mes de abril experiment¨® uno de los m¨¢s graves desequilibrios de los ¨²ltimos a?os. La tasa de cobertura de las importaciones por las exportaciones se situ¨® en el 53,8%, 21,2 puntos por debajo del nivel del mismo mes del a?o anterior. El deficit comercial aument¨® en un 231% sobre abril del pasado a?o.

Este impresionante deterioro de la balanza comercial se debe fundamentalmente a las compras de crudos petrol¨ªferos y a incrementos en otras partidas de la importaci¨®n, entre las que destacan las compras de maquinaria y algunos productos de consumo.El coste del petr¨®leo se ha duplicado. Aunque las importaciones en el mes de abril aumentaron en un 357% (casi 92.300 millones de pesetas, frente a 22.213 un a?o antes), este incremento recoge alzas de precios de un 106,7% y un aumento en el volumen de las importaciones en toneladas del 121%; en abril aumentaron de forma importante las compras debido a las expectativas alcistas existentes en el mercado, lo que llev¨® a algunas refiner¨ªas a hacer acopio de existencias por encima de lo normal.

Al margen de este aumento en las compras, el coste medio del barril se ha incrementado desde los 14,8 d¨®lares por barril en abril del pasado a?o a los 30,6 d¨®lares por barril en abril del a?o actual. Un tercer factor que ha incidido en el aumento del coste en pesetas del petr¨®leo es la depreciaci¨®n de la peseta, que cifra en un 115,9% el aumento del coste final.

Importaciones pol¨¦micas

Entre las restantes partidas de las importaciones destaca el aumento de las compras de maquinaria, tanto el¨¦ctrica como mec¨¢nica. Estas compras parecen contradecir, seg¨²n opinan algunos expertos, la situaci¨®n de aton¨ªa interna por la que atraviesa la econom¨ªa espa?ola. El dinamismo de las compras de productos industriales contrasta -seg¨²n un informe de la revista Informaci¨®n Comercial Espa?ola, del Ministerio de Comercio- con la situaci¨®n decreciente o, cuando menos, estancada, de la producci¨®n interior. Descontando la alzas de precios internacionales, estas compras habr¨ªan mostrado durante el mes de abril un aumento real no inferior al 15% sobre el per¨ªodo anterior equivalente.?Las esperanzas de que los d¨¦ficit comerciales; de los pr¨®ximos meses no superen al contabilizado en abril?, dice la revista, ?residen en que, por fin, las importaciones industriales no energ¨¦ticas reflejen el estancamiento de la actividad productiva interior, a la vez que nuestras exportaciones afiancen su t¨®nica expansiva?. Asegura el ¨®rgano del Ministerio de Cornercio que no parece l¨®gico que el dinamismo importador de productos no energ¨¦ticos pueda mantenerse mucho tiempo, por lo que cabe esperar una desaceleraci¨®n en su ritmo de crecimiento para el segundo sernestre.

Una de las hip¨®tesis que se barajan para explicar este aumento de equipos de inversi¨®n ser¨ªa la sustituci¨®n de mano de obra en numerosas empresas, aunque el desarrollo del plan energ¨¦tico contribuir¨ªa a explicar algunas de estas importaciones por parte de las industrias productoras de energ¨ªa. De hecho, entre las importaciones de maquinaria destacan las de maquinaria el¨¦ctrica, que aumentaron en un 52% en el pasado mes de abril, frente a s¨®lo un 24,4% de la maquinaria mec¨¢nica.

Seg¨²n algunos expertos consultados por EL PAIS, estar¨ªamos asistiendo al inicio de un ciclo de recuperaci¨®n econ¨®mica, que en la actual crisis se caracterizar¨ªa por una reposici¨®n de maquinaria y un incremento de las compras de materias primas o de productos semielaborados. Este proceso -de ser cierta tal hip¨®tesis- estar¨ªa creando paro a corto plazo, pero tendr¨ªa la virtud de mejorar la competitividad del sistema y de las empresas y preparar las bases para un aumento m¨¢s estable del empleo.

Importaciones y consumo

Otra de las caracter¨ªsticas de las importaciones no s¨®lo en abril, sino en los cuatro primeros meses del a?o, ha sido el aumento considerable de bienes de consumo, fruto en bastantes casos de la liberalizaci¨®n de determinadas partidas del arancel. Tal es el caso de los autom¨®viles, de los equipos estereof¨®nicos, algunos productos textiles, etc¨¦tera.Esta evoluci¨®n podr¨ªa estar relacionada con el nuevo esquema de gastos de las familias. Los gastos de alimentaci¨®n en Espa?a han pasado ya a representar una parte bastante m¨¢s modesta del consumo total de lo que hace presumir la encuesta de consumos familiares del a?o 1976, que sirvi¨® de base para la ponderaci¨®n del ¨ªndice de precios de consumo (IPC). Como los salarios se han mantenido estables en relaci¨®n con la inflaci¨®n, la parte del ingreso familiar dedicada a gastos no alimenticios ha aumentado de forma importante en los ¨²ltimos meses, permitiendo un mayor aumento de los gastos de consumo, que van a parar en numerosas ocasiones a productos de importaci¨®n.

Finalmente, la liberalizaci¨®n de las partidas arancelarias relacionadas con el consumo -aunque haya sido bastante parcial- exigir¨¢ a las empresas espa?olas y a algunos sectores industriales una mejor adecuaci¨®n de la oferta para satisfacer las necesidades de consumo que en estos momentos s¨®lo la importaci¨®n puede satisfacer.