La residencia de la Seguridad Social de Vigo carece de director, administrador y junta de gobierno
Sin director titular, sin junta de gobierno, sin administrador y con recortes presupuestarios que llegan hasta el 40%, la residencia sanitaria Almirante Vierna, de la Seguridad Social, en Vigo, est¨¢ pasando por uno de los peores trances de toda su historia, adem¨¢s de contribuir a la dram¨¢tica situaci¨®n sanitaria de la provincia de Pontevedra, reiteradamente denunciada por diversos estamentos sociales.
Entre tanto, el proyecto de construcci¨®n de una nueva residencia de la Seguridad Social en la provincia contin¨²a detenido, seg¨²n el comit¨¦ de empresa de la Almirante Vierna, por el propio Ministerio de Sanidad. Los cincuenta millones de pesetas incluidos en el presupuesto general de este a?o pueden perderse si no se emplean ya en los cimientos del nuevo edificio, para el que todav¨ªa no hay localizaci¨®n definitiva. La nueva residencia tiene presupuestados mil millones de pesetas para su construcci¨®n, que est¨¢n repartidos en los presupuestos de 1981 y 1982, a raz¨®n de 350 y 560 millones, respectivamente, adem¨¢s de los de este a?o, para el comienzo de las obras.El comit¨¦ de empresa de la residencia Almirante Vierna ha explicado que se acaban de terminar las obras de ampliaci¨®n y acondicionamiento del ¨¢rea de urgencias de aquel centro hospitalario, pero el ministerio se niega a conceder los cincuenta millones de pesetas necesarios para la contrataci¨®n de 36 ATS y auxiliares y veintinueve no sanitarios, imprescindibles para que el servicio de urgencias pueda funcionar, con la adquisici¨®n de material. Aunque este servicio podr¨ªa entrar en funcionamiento en agosto, parece que no lo har¨¢ en lo que resta de 1980. Ya hace un a?o el ministerio deneg¨® la solicitud de 109 ATS y 126 Auxiliares que tendr¨ªan que ser contratados para el normal desarrollo de la atenci¨®n sanitaria.
Concurso de caza de ratas
La ausencia de administrador y de junta de gobierno de la residencia mantiene tambi¨¦n bloqueadas ¨®rdenes de compras, mientras que las reducciones presupuestarias afectan fundamentalmente a la alimentaci¨®n de los pacientes, a la compra de material y a los servicios de limpieza. El deterioro de las condiciones sanitarias es tal que el comit¨¦ de empresa convoc¨® un concurso de caza de ratas, ratones y cucarachas en el interior de la residencia, en el que participaron enfermos y personal de la plantilla, con resultados alentadores para los improvisados cazadores.A todo lo anterior se suma la amenaza pendiente de la delegaci¨®n provincial del Ministerio de Industria de decretar un cierre absoluto de la residencia sanitaria, por el peligro que representa la deficiente instalaci¨®n el¨¦ctrica del edificio. El Ministerio de Sanidad se vio obligado a habilitar un presupuesto de treinta millones de pesetas para atender a las obras de reparaci¨®n m¨¢s urgentes en el sistema el¨¦ctrico de la residencia. Sin embargo, el problema no est¨¢ resuelto.
Medicina de guerra
En los primeros meses de este a?o, m¨¦dicos de la residencia Almirante Vierna calificaron como ?medicina de guerra? la que se estaba practicando en el ¨¢rea de urgencias de aquel hospital. Por muy gr¨¢fica que sea la frase, es posible que no abarque el problema en su totalidad.Diariamente se atienden en el servicio de urgencias 150 consultas, adem¨¢s de las cincuenta diarias que entran para ginecolog¨ªa. Aunque las necesidades son mucho mayores, s¨®lo un 10% o un 15% pueden ser internos. En la residencia Almirante Vierna, la forma habitual de ingresar es por urgencias, porque las listas de espera no corren en absoluto. M¨¢s del 90% de los ingresos se hacen por urgencias.
Quinientas camas para medio mill¨®n de habitantes
Con s¨®lo quinientas camas, la residencia sanitaria ha de dar servicio a una poblaci¨®n de m¨¢s de medio mill¨®n de habitantes en una zona, el sur de la provincia de Pontevedra, que tiene un ¨ªndice de 1,5 camas hospitalarias p¨²blicas por cada mil habitantes. En su conjunto, la provincia tiene 3,1 camas por mil habitantes, contabilizando todas las cl¨ªnicas y sanatorios privados, la mayor¨ªa de los cuales no cuentan con garant¨ªas para una atenci¨®n eficaz y completa.Mientras aumentan las atenciones por enfermedades infecciosas, fruto de una situaci¨®n sanitaria de las m¨¢s precarias de Espa?a -la pen¨ªnsula de Morrazo es un foco end¨¦mico de meningitis y no cuenta con un solo dispensario-, los m¨¦dicos de urgencias se ven obligados a atender casos de enfermos ps¨ªquicos, ?porque en el ¨²nico centro psiqui¨¢trico oficial que existe, el de la diputaci¨®n, ya nos rechazan a cualquiera que enviamos desde aqu¨ª?, dice un m¨¦dico.
El Cies sigue infrautilizado
Las pocas posibilidades que existen de mejorar en algo la atenci¨®n contin¨²an desaprovechadas. El policl¨ªnico C¨ªes, tambi¨¦n de la Seguridad Social, s¨®lo utiliza la mitad de las cien camas de que dispone, y en la Almirante Vierna hay una unidad de coronarias inhabilitada, con todo su material dispuesto, por falta de personal.S¨®lo el sistema de conciertos con cl¨ªnicas privadas parece ser tenido en cuenta por los ¨®rganos rectores del ministerio. Pero las posibilidades en este sentido son muy escasas, como no sea para conseguir que el rendimiento econ¨®mico de dichos centros se mantenga fundamentalmente a base de tales conciertos.
No parece ajeno a esta situaci¨®n de dirigir hacia las cl¨ªnicas privadas el exceso de la demanda que llega a la Seguridad Social, pero ello crea situaciones que facilitan la corrupci¨®n. No hace mucho, un fisioterapeuta de Vigo fue condenado por las desorbitadas facturas que pasaba a la Seguridad Social, fruto de las atenciones a pacientes que le eran remitidos a su cl¨ªnica particular mediante concierto. Hay quien asegura que el centro m¨¦dico Povisa ha podido hacer frente a la inversi¨®n que supone el scanner que ha comprado hace poco m¨¢s de un a?o, precisamente en la perspectiva de una importante amortizaci¨®n a base de su concierto con la Seguridad Social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- I Legislatura Espa?a
- Personal no sanitario
- MSySS
- Pontevedra
- Vigo
- Insalud
- Urgencias
- Centros salud
- Quir¨®fanos
- UCD
- Gobierno de Espa?a
- Provincia Pontevedra
- Cl¨ªnicas
- Atenci¨®n primaria
- Personal sanitario
- Legislaturas pol¨ªticas
- Hospitales
- Ministerios
- Galicia
- Pensiones
- Ayuntamientos
- Partidos pol¨ªticos
- Comunidades aut¨®nomas
- Prestaciones
- Gobierno