Datos para un estudio de Madrid
Capital de la burocracia. La poblaci¨®n activa en el sector servicios de Madrid significa el 60% del total, muy por encima de provincias de marcado car¨¢cter tur¨ªstico. M¨¢s de la mitad de las licencias fiscales de Madrid corresponden a este sector. En Madrid capital se aglutinan la mayor parte de las dependencias de la Administraci¨®n p¨²blica, de la Seguridad Social y sus ¨®rganos de gesti¨®n, as¨ª como de muchas de las empresas privadas m¨¢s importantes de Espa?a.Agricultura y ganader¨ªa. Madrid tiene una extensi¨®n de 799.499 hect¨¢reas; la superficie de explotaci¨®n agraria es bastante baja respecto a la media nacional. El 25,5 % est¨¢ considerado como terreno pr¨¢cticamente improductivo (unas 200.000 hect¨¢reas) y otras 75.000 hect¨¢reas no sirven para la agricultura. Los terrenos forestales ocupan 160.000 hect¨¢reas m¨¢s, y los prados y pastizales, unas 140.000 m¨¢s. Tanto la agricultura como la ganader¨ªa son poco importantes, sobre todo si los comparamos con los sectores industrial y de servicios. Aunque ha disminuido el n¨²mero de explotaciones agrarias, 30.498 en 1962, frente a 25.147 en 1972, los ¨ªndices de rendimiento han experimentado incrementos favorables.
Centralismo respecto a su provincia. El valor total de la producci¨®n de la industria madrile?a ascendi¨® en 1975, ¨²ltimo dato disponible, a 736.763 millones de pesetas, con un valor a?adido bruto de 289.916 millones y un n¨²mero de puestos de trabajo de casi 740.000 personas. El valor de la producci¨®n industrial madrile?a significa el 13,2% del total nacional, s¨®lo superada por Barcelona.
Es de destacar el tremendo desequilibrio en su desarrollo econ¨®mico que padece la provincia. Pr¨¢cticamente el ciento por ciento de las nuevas industrias se localizan en Madrid y en los pueblos del ¨¢rea metropolitana.
Inmigraci¨®n y emigraci¨®n. La inmigraci¨®n a Madrid en el per¨ªodo de 1973 a 1978 ascendi¨® a 204.287 personas, de las que el mayor n¨²mero, 49.343, proven¨ªan de la regi¨®n castellano-manchega. De Extremadura vinieron a Madrid a probar fortuna 32.353 personas, lo que significa tambi¨¦n una cifra importante, y 12.933 son originarios de Avila y Segovia. El resto, hasta completar el total, tienen procedencias muy diversas. El a?o de mayor emigraci¨®n fue 1974, con un total, referido a la inmigraci¨®n de toda Espa?a, de 42.531 personas. El flujo desciende hasta el a?o 1977, en el que las cifras suben de nuevo hasta un total de 33.175. Desde entonces, el n¨²mero de inmigrantes hacia la capital sigue una curva descendente.
En el mismo per¨ªodo, la emigraci¨®n desde Madrid hacia otras provincias espa?olas asciende a 65.963 y muestra, en cambio, una curva ascendente. Como resultas de ambas l¨ªneas de influencia y el escaso crecimiento vegetativo, la pobl¨¢ci¨®n madrlle?a tiende al estancamiento.
Indice de precios al consumo. En el per¨ªodo de diciembre de 1977 a diciembre de 1978 el aumento de los precios al consumo en la provincia de Madrid ha sido del 20,19%, superior a la media nacional, que se situ¨® en torno al 15,46%.
En el caso de Madrid capital el incremento fue del 20,47%.
Vivienda. Frente a las 36.890 viviendas libres construidas en 1977 y las 36.725 construidas en 1978, solamente se terminaron 15.308 y 11.271, respectivamente, de protecci¨®n oficial. La crisis del sector de la construcci¨®n se debe a la insuficiencia de recursos financieros y al desequilibrio entre la oferta y la demanda para unos precios que, en la gran mayor¨ªa de los casos, son superiores a la capacidad de compra de amplios sectores de la poblaci¨®n. Urge, pues, una intervenci¨®n fuerte de la Administracion, precisamente en unos momentos en que numerosas asociaciones de vecinos de Madrid acusan al Ministerio de Obras P¨²blicas de no cumplir los compromisos contra¨ªdos y de retrasar mediante trabas burocr¨¢ticas innecesarias la construcci¨®n de viviendas y la remodelaci¨®n de algunos barrios.
Estos datos han sido sacados de La econom¨ªa de Madrid en 1978, editado por la C¨¢mara de Comercio e Industria de Madrid.
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