La esposa del presidente franc¨¦s, implicada en un esc¨¢ndalo financiero

La se?ora Anne-Aymone Giscard d'Estaing, esposa del presidente de la Rep¨²blica francesa, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, se habr¨ªa beneficiado de informes secretos para realizar una operaci¨®n burs¨¢til. As¨ª lo afirma el semanario sat¨ªrico Le Canard Enchain¨¦, el mismo que revel¨® a los franceses el asunto de los diamantes de Bokassaa y del presidente, y que, el a?o pasado, tambi¨¦n public¨® la declaraci¨®n de impuestos del presidente galo, estableciendo con ella que el paquete de acciones de la pareja pres¨ªdencial, durante el a?o 1978, hab¨ªa aumentado por valor de tres millones largos de pesetas.El negocio de Bolsa de la se?ora de Giscard d'Estaing no tendr¨ªa importancia alguna de haberlo realizado normalmente. Pero el semanario citado asegura que Anne-Aymone dio la orden de compra de las acciones de la sociedad Rh?ne Poulenc dos d¨ªas antes de que se conociera p¨²blicamente una operaci¨®n, de esta sociedad, que iba a aumentar en un 12% el valor de sus acciones.

Esa operaci¨®n consisti¨®, el pasado d¨ªa 9 del mes en curso, en la venta de Rh?ne Poulenc (n¨²mero uno franc¨¦s de la industria qu¨ªmica) a la petrolera Elf-Aquitaine (sociedad nacionalizada) de una parte de sus intereses. Fue en este momento, imprevisible para el p¨²blico normal, cuando las acciones de Rh?ne Poulenc ganaron sesenta francos por cada una. La esposa del presidente, 48 horas antes, seg¨²n Le Canard, ya hab¨ªa dado ¨®rdenes de compra a su agente de cambio.

De comprobarse la veracidad de la denuncia, Anne-Aymone ser¨ªa castigada por la ley que persigue a los ?iniciados?, es decir, a quienes son informados de una operaci¨®n financiera antes de que esta ¨²ltima se realice.

Con relaci¨®n a este caso se sabe que los consejeros del presidente segu¨ªan de cerca las negociaciones entre Poulenc y Elf. El pr¨®ximo d¨ªa 27 de este mes, la Comisi¨®n de Operaciones de Bolsa (COB) se re¨²ne y podr¨ªa ordenar el inicio de una investigaci¨®n sobre este asunto, que ayer fue,silenciado completamente por la prensa oficiosa, de igual manera que la radio y televisi¨®n estatales. Como ocurri¨® en otras ocasiones semejantes, ni la interesada, ni el palacio del El¨ªseo quisieron comentar la noticia.