Nueva ofensiva de Fiat en Italia contra la entrada de japoneses en Alfa-Romeo
Mientras el Parlamento ha aprobado el acuerdo entre la casa automovil¨ªstica estatal Alfa Romeo y la japonesa Nissan, la mayor firma privada italiana, la Fiat, sigue no s¨®lo lanzando sus flechas contra este acuerdo, que combati¨® siempre, sino amenazando gravemente. Se hab¨ªa hablado que Fiat estaba preparando nada menos que 15.000 despidos. En Tur¨ªn se neg¨® la noticia, aunque no se ha ocultado en ning¨²n momento la ?crisis grave? de la empresa Agnelli. Y tanto Giovanni Agnelli como el hermano Umberto han hecho saber p¨²blicamente que Fiat necesita una reestructuraci¨®n a fondo.
Hay quien interpreta esta confesi¨®n de crisis como un modo de pedir el Gobierno un apoyo. L¨®gicamente, los sindicatos son los m¨¢s duros contra esta hip¨®tesis de ayudar con el dinero p¨²blico a la gran empresa privada de Italia.La noticia cierta es que la Fiat ha empezado a mandar las primeras cartas de despido, y la sorpresa es que no se ha tratado esta vez de obreros, sino de ?dirigentes?. Los primeros comentarios afirman que Fiat ha querido empezar echando a la calle a algunos de sus ?cabezas grises? para dar ejemplo y para poder, a partir de septiembre, empezar a despedir tambi¨¦n a los obreros, con la excusa de que tambi¨¦n han tenido que echar a muchos dirigentes, y al parecer ha pedido poder tener una semana m¨¢s en ?caja de integraci¨®n?, es decir, en despido temporal pagado por el fondo del Gobierno, a los miles de obreros que tiene ya en estas condiciones. ?Es otra amenaza?
De lo que no cabe duda es que la situaci¨®n econ¨®mica en Italia no se presenta rosa el pr¨®ximo oto?o. El mismo Walter Mandelli, vicepresidente de la Confindustria, acaba de confesarse ?pesimista?, atacando a los sindicatos y al Gobierno.
Ha atacado tambi¨¦n duramente la pol¨ªtica de ciertos hombres del sindicato, que ?no saben mirar m¨¢s all¨¢ de sus narices?, y ha puesto dos ejemplos bien concretos: cuando hubo el obstrucionismo a los televisores a color, afirmando que no era justo destinar a un objeto de lujo miles de millones. No habiendo entendido que el televisor a color era un busines, y no un loisir, ha afirmado Mandelli, los sindicatos hac¨ªan un discurso preindustrial, y hoy de cada cuatro televisores a color vendidos en Italia, tres son importados.
El otro ejemplo que ha recordado el vicepresidente de la Confindustria ha sido el de Togliatti, que polemiz¨® en su tiempo contra las cabinas de ba?o construidas en el mar de Ostia. Seg¨²n Mandelli, Togliatti y los comunistas no entendieron entonces que las cabinas serv¨ªan para atraer el turismo y que el turismo tra¨ªa dinero para poder construir casas, a?adiendo que en Alemania, inmediatamente despu¨¦s de la guerra, se construyeron primero las f¨¢bricas y despu¨¦s las casas.
Los sindicatos se encuentran cada vez m¨¢s entre la espada y la pared: con un partido comunista que desea aparecer claramente en la oposici¨®n y que se opone a que sean los obreros quienes paguen, como siempre, el precio de la crisis, y con una empresa que de verdad est¨¢ en crisis y que si no se ayuda a salvarla no cabe duda que las consecuencias del desastre las pagar¨¢n, sobre todo, los trabajadores.
Coches nipones en Alemania
Por otra parte, la exportaci¨®n de autom¨®viles japoneses a la Rep¨²blica Federal de Alemania podr¨ªa ser reducida voluntariamente por las f¨¢bricas.El matutino alem¨¢n Handelsblatt informa que el Gobierno de Tokio ha decidido pedir a los fabricantes de autom¨®viles que ?restrinjan voluntariamente las exportaciones a la Rep¨²blica Federal de Alemania?.
El Ministerio japon¨¦s de Industria y Comercio espera una cooperaci¨®n en este sentido de la industria automovil¨ªstica nipona para hacer frente a las cr¨ªticas que la invasi¨®n de veh¨ªculos japoneses despierta en medios comunitarios europeos.
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