Los amores dif¨ªciles
Mucho se ha escrito y bastante se ha filmado sobre amores homosexuales. La consecuencia expone una relaci¨®n m¨¢s entre hombres, directamente, sin met¨¢foras ni ambig¨¹edades, pero tambi¨¦n sin fantas¨ªa, sin ninguna aportaci¨®n realmente importante. Dos hombres se conocen, se quieren por encima de separaciones y oposiciones familiares. Se traicionan, se prostituyen, vuelven a encontrarse y al final surge el drama, cuando el amor s¨®lo es un vago recuerdo de d¨ªas mejores.Lo m¨¢s curioso resulta, la postre, que si uno de los dos -el m¨¢s joven- fuera mujer, la historia habr¨ªa seguido el mismo curso sin variar un ¨¢pice, incluidas penalidades y trabajos. En el fondo, el problema es la edad que, desde el punto de vista legal, no permite a la pareja unir sus destinos. Ello, unido al aspecto femenino de Ernest Hannawald hace que el espectador tenga la sensaci¨®n de hallarse m¨¢s ante un experimento cinematogr¨¢fico que ante la dura realidad de un homosexualismo cuya historia se inicia un tanto forzadamente.
La consecuencia
Gui¨®n: AlexanderZiegler y Wolfgang Petersen. Direcci¨®n: Wolgang Petersen. Fotograf¨ªa: Jorg-Michel Baldenius. M¨²sica: Nils Sustrate. Int¨¦rpretes: Jurgen Prochnow, Ernest Hannawald, Walo Lourd, Alexander Ziegler, Werner Schwuchow, Hans-Michael Rehberg. Alemania, 1977 Blanco y negro. Local de estreno: Luna 1.
Hay bastante convencionalismo en el modo de encontrarse los amigos, en la huida del reformatorio, en la llegada del m¨¢s joven a la celda de la que el mismo padre es guardi¨¢n, y tambi¨¦n bastante t¨®pico sobre hijos mal comprendidos, intentando justificar veladamente el hecho del amor en s¨ª, por encima de humillaciones y castigos.
Para los no homosexuales, la aventura queda lejana, distanciada; para los hombres que aman a los hombres -y esto sirve para las mujeres tambi¨¦n-, puede que este reIato resulte una historia habitual, cuento de amor dif¨ªcil en el que las circunstancias, en manos del guionista y director, vienen a jugar un papel demasiado importante con vistas a un desenlace tr¨¢gico.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.