Jos¨¦ Donoso: "Estoy cansado de ser extranjero"
El escritor regresa a Chile tras diecisiete a?os de ausencia, trece de ellos en Espa?a
Jos¨¦ Donoso, escritor chileno de 56 a?os, premio de la Cr¨ªtica de narrativa en castellano de 1978 por su novela Casa de Campo y finalista en otras ediciones por El lugar sin l¨ªmites y El obsceno p¨¢jaro de la noche, ha decidido volver a su pa¨ªs tras diecisiete a?os de ausencia. No es que le vaya mal literariamente en Espa?a en la Feria del Libro de este a?o firm¨® en una ma?ana 108 ejemplares de su ¨²ltimo libro-. Es que su prolongada extranjer¨ªa ?me ha hecho olvidar c¨®mo se escribe en chileno. Estoy cansado de ser extranjero?.
A modo de pre¨¢mbulo de la partida o quiz¨¢ como reflejo del estado an¨ªmico del escritor, la casa de Jos¨¦ Donoso ofrece un aspecto desolado, vac¨ªo. Pero flotan cosas en el ambiente. Adem¨¢s del calor, que alimenta unas diminutas y persistentes gotitas de sudor en la incipiente calva de Donoso. Flotan obsesiones, o, mejor, una sola: acabar con el deseo de querer salir. De salir de un lugar que no es suyo para llegar a otro que s¨ª le pertenece y en el que ese deseo no va a surgir o, al menos, surgir¨¢ m¨¢s tarde.Mucho debe haber pensado su vuelta a Chile Jos¨¦ Donoso. Y muchas veces debe haberse explicado a s¨ª mismo los motivos, la insistente repetici¨®n de ¨¦stos a lo largo de nuestra conversaci¨®n, tras una cierta resistencia inicial a ser interrogado, no parec¨ªa ser producto de algo improvisado, sino m¨¢s bien al contrario.
Arrinconado ya el ?todav¨ªa no me voy? (la partida definitiva ser¨¢ en septiembre, tras un mes en el campo, en Calaceite (Teruel), comenz¨® la declaraci¨®n de principios: ?Es que ya no conozco mi pa¨ªs. Llevo trece a?os en Espa?a, diecisiete fuera de Chile, y me he perdido la experiencia Frei, la experiencia Allende, la experiencia golpe, la experiencia Pinochet... Resulta que me pongo a escribir y tengo que fabricar f¨¢bulas que tienen poco de mi propia materia. M¨¢s que una patria, en el sentido exclusivo de la palabra, he perdido una patria intelectual, ling¨¹¨ªstica, literaria. Me he dado cuenta de que no s¨¦ en qu¨¦ idioma estoy escribiendo. Ya no puedo escribir en chileno. Se me olvid¨®. Y no me es natural escribir en espa?ol, en castellano?.
A pesar de esta falta de naturalidad, la obra de Donoso ha sido muy bien recibida en Espa?a. Este pa¨ªs ha sido su plataforma de lanzamiento, reconoce: ?Me llevo el mejor recuerdo de Espa?a. Me he hecho escritor aqu¨ª y la difusi¨®n de mis libros ha sido extraordinaria. Desde que vine (en 1967), las obras m¨ªas se leen en veinte idiomas. Por ejemplo, la Historia personal del 'boom" es libro de texto en una universidad japonesa. Si me hubiera quedao en Chile, eso no hubiera sucedido?.
Y fue ese convencimiento lo que le impuls¨® a dejar Chile. Aunque, en realidad, su estancia all¨ª estuvo salpicada con m¨²ltiples escapadas a Estados Unidos, Inglaterra, Francia; unas veces, por estudio; otras, por trabajo o por simple curiosidad viajera. ?Estaba embotellado en Chile, ten¨ªa que salir para poder ver mejor su realidad?, explica, e ilustra su teor¨ªa de la perspectiva, del ?distanciamiento necesario?: ?Es curioso que todas las grandes novelas de los escritores hispanoamericanos de mi generaci¨®n est¨¦n escritas fuera de sus pa¨ªses de origen. Garc¨ªa M¨¢rquez escribi¨® C¨ªen a?os de soledad en M¨¦xico, Cort¨¢zar hizo Rayuela en Par¨ªs, en B¨¦lgica hizo Cabrera Infante Tres tristes tigres, Mario Vargas Llosa ha escrito en Londres y Barcelona, Roa Bastos en Buenos Aires. Entonces, tal vez para escribir sobre Espa?a tenga que exilarme. En Chile podr¨¦ escribir sobre cosas espa?olas sin necesidad de disfrazarme?.
Parece que estos diecisiete a?os de ausencia han hecho que Jos¨¦ Donoso mitifique la vuelta. Hace dos a?os, otro escritor paisano suyo, Jorge Edwards -autor de Persona non grata- regres¨® para establecerse definitivamente, despu¨¦s de un exilio provocado por el golpe de Pinochet. Este no es el caso de Donoso, pues sus libros son de lectura obligada en los colegios de Chile desde hace muchos a?os. Tiene un pasaporte de fama, y, precisamente por eso, puede que haya tenido alg¨²n ofrecimiento de protecci¨®n oficial. ??Noo! ?Noo! Seguir¨¦ publicando en editoriales espa?olas y para el p¨²blico internacional. Creo que todav¨ªa hay una represi¨®n fuerte de la libertad de expresi¨®n, pero el actual momento chileno es interesante para un escritor?.
Y, como si quisiera ahondar m¨¢s en el tema central, en su actual eje vital, la vuelta, expone las actividades que piensa desarrollar en su pa¨ªs: ?Har¨¦ la trasposici¨®n cinematogr¨¢fica de una novela inglesa del siglo pasado -El retorno del nativo- al Chile actual. Tambi¨¦n tratar¨¦ de estrenar la versi¨®n teatral de El obsceno p¨¢jaro de la noche, que hizo Henry Silva, y publicar¨¦ una nueva novela de corte realista, Eleg¨ªa?.
Una poes¨ªa de Kavafis, La ciudad, sirve de introducci¨®n a la novela y, al mismo tiempo, de interrogante auto-respondido acerca de los ciclos an¨ªmicos que impulsan la partida o el regreso. Y lee Donoso, con dos oyentes de excepci¨®n: su perro salchicha y su gato siam¨¦s, ahora quietos (?Viven un extra?o amor?, dice). ?Ir¨¦ a otra tierra, a otro mar / y una ciudad mejor con certeza hallar¨¦. / Pues cada esfuerzo m¨ªo est¨¢ aqu¨ª condenado / y mueren mi coraz¨®n y mis pensamientos en esta desolada languidez?. Esto es lo que pens¨¦ al irme de Chile y esto es lo que pienso al volver?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.