Fern¨¢n G¨®mez estrena en Madrid "Los domingos, bacanal"
Es la tercera pieza teatral de su autor
Se estrena hoy en el teatro Maravillas la obra Los domingos, bacanal, de Fernando Fern¨¢n G¨®mez, presentada por el grupo Teatro 80, que inicia as¨ª su andadura como teatro estable. En el reparto, Daniel Dicenta, Emma Cohen, Cristina Victoria, Enrique Arredondo, Soraya Freire, Mariano Venancio y Sebasti¨¢n Ceada, bajo la direcci¨®n de Alberto Alonso.Dos parejas, los amantes Concha y Carlos y el matrimonio Jorge y Jesusa, se re¨²nen todos los domingos en un chal¨¦ de las afueras para, gracias a un pacto burgu¨¦s quinquenal, estimularse afectiva, sentimental y er¨®ticamente. Los cuatro personajes se proponen ensanchar sus m¨¢rgenes de felicidad en la indolencia de la diversi¨®n y de la intriga. La funci¨®n, por lo dem¨¢s, intenta transferir al espectador la sensaci¨®n de ser un gozoso voyeur.
Fernando Fern¨¢n G¨®mez gusta autodefinir su personalidad de actor como ?simplemente c¨®mico?, en la acepci¨®n m¨¢s genuina del venerable oficio y por encima de su multifac¨¦tica labor en el espect¨¢culo como director de cine y de teatro. Fern¨¢n G¨®mez escribi¨® esta tercera obra de teatro -La coartada fue la primera- despu¨¦s de conseguir el Premio Lope de Vega con Las bicicletas son para el verano. Fernando y su compa?era, dice el autor, brindaron con champa?a, se rieron mucho, y por eso, ?quiz¨¢ como producto de la champa?a y de la risa, es muy distinta a las otras; quiero decir que las otras son m¨¢s serias, mientras que ¨¦sta es o pretende ser, por encima de todo, divertida. Yo?, a?ade Fern¨¢n G¨®mez, ?no soy un escritor, soy un hombre que escribe, y, si quisiera precisar un poco m¨¢s, podr¨ªa decir que soy un hombre de teatro que escribe?.
El autor opina que su obra ?puede incluirse en una corriente que ya es un g¨¦nero, el teatro en el teatro, el teatro-juego; pretende ser un divertimento, aunque con r¨¢fagas de absurdo, de disparate, de angustia?. Fern¨¢n G¨®mez escribi¨®, ante todo, una funci¨®n para sus colegas en el oficio, ?que juegan a hacer de actores que, a su vez, hacen de personajes? hasta recobrar, al final, su identidad de actores. Fern¨¢n G¨®mez insiste en que es de buena educaci¨®n mantener dudas respecto al resultado de su trabajo, con la seguridad de que divertir al p¨²blico tambi¨¦n es dif¨ªcil a partir de escenas cotidianas, de personajes vulgares sobre los que sopla, en ocasiones, el viento del disparate y del absurdo.
Alberto Alonso, el director, explica as¨ª por qu¨¦ Teatro 80 eligi¨® esta obra para estrenarse como teatro estable: ?El primer atractivo que encontr¨¦, tras su lectura, fue el de unos personajes que se desdoblan de manera casi constante y, como si se tratase de un juego de prestidigitaci¨®n, todos se esforzar¨¢n por sacar de su chistera la frase m¨¢s jocosa, la situaci¨®n m¨¢s divertida o los momentos m¨¢s hirientes. Fernando Fern¨¢n G¨®mez no pretende dar ninguna lecci¨®n, y si alguna se desprendiese de su obra, pienso que habr¨¢ sido involuntaria. El plantea el juego, plantea una manera de divertirse y procura escapar de lo trascendente, pero pienso que de tanto rebuscar en la chistera, alguna u?a se le quebr¨®, y su, brillante sonrisa queda, de alguna manera, deforme. Plantea, en definitiva, la posibilidad de sintetizar todo el teatro moderno a ritmo de vodevil, pero ni siquiera esto pienso que haya sucedido de manera premeditada; m¨¢s bien, creo que, al ponerse a escribir, ha ido volcando de manera m¨¢s o menos consciente toda la experiencia que supone una tan dilatada vida art¨ªstica. Despu¨¦s vino el trabajo con los actores. Ten¨ªamos que conseguir que los personajes pudiera moverse en un mundo absurdo, sin perder la natural compostura de lo cotidiano; esto no ha sido tarea f¨¢cil y en ello es en lo que m¨¢s tiempo empleamos?.
Los proyectos de Teatro 80, seg¨²n Alberto Alonso, son estrenar textos de autores espa?oles vivos, con el prop¨®sito de poner en escena otras tres funciones esta misma temporada.
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