La cultura del se?or ministro de Cultura
Con un titulo en forma de dec¨¢logo: Nueve razones y una convicci¨®n, el actual ministro de Cultura public¨® en EL PAIS una sarta de alegatos (no razones), que, como en los mandamientos, se podr¨ªan reducir a dos s¨®lo, que aqu¨ª se concretarlan en manipulaci¨®n informativa y coacci¨®n.No cabe duda que despu¨¦s de la decisi¨®n de desincoar el expediente hist¨®rico-artistico de la margen izquierda del Duero, para as¨ª facilitar la construcci¨®n del proyecto viario oficial variante sur, y ante las protestas un¨¢nimes por lo arbitrario e ins¨®lito de la medida, el ministro est¨¢ m¨¢s nervioso que nunca, de lo contrario no habr¨ªa basado sus argumentos en dos principios que en todo este lamentable asunto precisamente ¨¦l ha despreciado ol¨ªmpicamente: la democracia y la cultura.
Como un nuevo ?mister Marshall?, el se?or De la Cierva nos dice en sus alegatos que viene a servir a una ciudad y a salvar a una provincia: ?Soria va a ahogarse y va a morir sin la variante sur?, escribe textualmente, al propio tiempo que nos amenaza. Seg¨²n la versi¨®n del ministro, la salvaci¨®n de Soria est¨¢ en una carretera y un puente denominados variante sur, que todos los representantes sorianos le habr¨ªan exigido, a excepci¨®n del min¨²sculo borr¨®n de mi oposici¨®n, contradictoria incluso con la de mi propio partido.
El se?or ministro sabe, sin embargo, muy bien que lo que Soria necesita y sus representantes exigimos es una urgente carretera de circunvalaci¨®n que sea la mejor; es decir, que sirva para descongestionar a la ciudad, abra nuevas posibilidades de desarrollo y respete nuestro entorno hist¨®rico-art¨ªstico. A esta carretera, el Gobierno, representado por el se?or De la Cierva, le ha impuesto un nombre que ning¨²n soriano ha elegido: el de variante sur. Por eso, cuando el ministro intenta legitimar democr¨¢ticamente su imposici¨®n est¨¢ falseando la realidad. Ni siquiera los representantes provinciales de UCD niegan que el planteamiento ha sido una imposici¨®n: variante sur o nada. Tampoco defienden que sea la mejor alternativa, por la sencilla raz¨®n que no ha habido otras alternativas. Unicamente obedecen. Por tanto, aqu¨ª no se ha elegido nada, se?or ministro, y sin elecci¨®n no existe democracia, o ?confunde usted adhesi¨®n-imposici¨®n con elecci¨®n? Como historiador del franquismo, si es que no se identific¨® demasiado con el personaje estudiado, lo que, por otra parte, ocurre frecuentemente entre los investigadores, deber¨ªa distinguir los m¨¦todos y mecanismos consultivos de la democracia org¨¢nica respecto de los de la democracia. Pero es que, adem¨¢s, cuando el ministro escribe textualmente que todos los representantes pol¨ªticos de Soria -AP, UCD, PCE, PSOE (con mi excepci¨®n)- le entregaron un documento-informe favorable a la variante sur est¨¢ tambi¨¦n faltando a la verdad, porque ni le entregaron ni fueron todos.
El documento del ministro
En efecto, el documento fue escrito y redactado solamente por el ministro y sus colaboradores de UCD. En cuanto a la firma, no fue firmado por AP y PSOE; en nota hecha p¨²blica a los pocos minutos de la firma aclaraba que los socialistas exig¨ªamos que se discutiesen otras posibles alternativas y la consulta al pueblo de Soria, al propio tiempo que denunci¨¢bamos los m¨¦todos antidemocr¨¢ticos y subrepticios empleados por el ministro, y que fueron la causa de una firma puramente formal, que, con la nota explicativa, quedaba retirada y, por tanto, desautorizada. Atr¨¦vase el ministro a hacer p¨²blica esta nota que tiene en su poder, y la verdad resplandecer¨¢. Por otra parte, tambi¨¦n seria interesante que nos contase lo ocurrido en la comida celebrada en su nefasta venida a Soria, y que culmin¨® con las firmas citadas. Pero la historia de los procedimientos antidemocr¨¢ticos empleados en tomo a la imposici¨®n de la variante sur no quedan ah¨ª. Hace muy pocos d¨ªas, el 7 de este mes, y con la variante sur al fondo, el pueblo de Soria asisti¨® a una sesi¨®n de su ayuntamiento propia de los mejores a?os del franquismo. El alcalde de UCD, con la valiosa asesor¨ªa del concejal-diputado-presidente de la Comisi¨®n del Medio Ambiente del Congreso, consejero de Educaci¨®n y del Patrimonio Art¨ªstico de Castilla y Le¨®n, principal asesor del ministro..., se?or S¨¢enz Diez, impidi¨® que se votase una moci¨®n del concejal independiente se?or Carazo por la que se ped¨ªa que el Gobierno efectuase un estudio de las diferentes alternativas viarias de Soria (a lo que hasta ahora se ha negado) y que habr¨ªa sido aprobada, excepto por UCD. ?Se puede as¨ª, se?or ministro, aducir legitimidad democr¨¢tica para imponernos la variante sur? Esperemos que usted, a quien tanto le preocupa la opini¨®n de los representantes de Soria, presione al se?or alcalde de UCD para que no vuelva a impedir la presentaci¨®n de inmediatas mociones sucesivas, que ser¨¢n an¨¢logas a la rechazada y que reflejar¨¢n la decisi¨®n del ayuntamiento.
Un suspenso en cultura
Pero si al se?or ministro de Cultura le falla la base de la democracia, en la que aparenta fundarse, a¨²n es m¨¢s evidente, por parad¨®jico que ello sea, que carece de legitimaci¨®n cultural para apoyar a la variante sur. En efecto, el proyecto impuesto y defendido por el ministro ha merecido el suspenso de un tribunal que ni ¨¦l mismo puede descalificar. En efecto, han rechazado la variante sur las reales academias de la Lengua, de la Historia y de Bellas Artes, los colegios de Arquitectos e Ingenieros de Caminos, la comisi¨®n t¨¦cnica formada por representantes de los ministerios de Cultura y Obras P¨²blicas (ya disuelta), el Consejo Asesor de Monumentos e incluso la Direcci¨®n General del Patrimonio Art¨ªstico de su propio ministerio (el subdirector general ha dimitido), donde el se?or De la Cierva ¨²nicamente cuenta con el apoyo de su fiel asesor se?or S¨¢enz D¨ªez. Jam¨¢s en este pa¨ªs hab¨ªa existido tanta unanimidad en una pol¨¦mica. Que un proyecto que deteriora gravemente el paisaje y el entorno hist¨®rico-art¨ªstico m¨¢s querido por los sorianos y de un valor cultural universal, sin que, por otra parte, posibilite, por ese mismo lugar, futuras inversiones industriales sea rechazado por los m¨¢ximos, expertos en la materia y s¨®lo defendido por el actual ministro descalifica a ¨¦ste para seguir si¨¦ndolo o, al menos, de la cartera de Cultura, y mucho m¨¢s cuando existe la posibilidad de otros proyectos, igualmente viables, para solucionar el caos circulatorio de Soria y posibilitar con mayor probabilidad su desarrollo econ¨®mico. Por otra parte, la decisi¨®n del ministro entra?a un autoritarismo intolerable, puesto que, haciendo caso omiso de dict¨¢menes y posturas de las instituciones m¨¢s calificadas, establece un peligrosisimo cauce para la destrucci¨®n de todo el patrimonio cultural del pa¨ªs. Tomen nota, en concreto, sus electores de Murcia y cuiden sus monumentos y entorno hist¨®rico-art¨ªstico. Pueden ser el pr¨®ximo objetivo de su ministro-diputado. Y, sobre todo, tome buena nota el Gobierno en su conjunto, porque el tema de la variante sur ha dejado de ser un asunto de Soria con un ministro, para convertirse en una prueba que el propio Gobierno tiene que contestar p¨²blicamente ante un pa¨ªs expectante por conocer cu¨¢l es la jerarqu¨ªa de valores de los que conducen la incipiente democracia espa?ola. La desincoaci¨®n del expediente de la margen izquierda del Duero sin haber sido finalizado con los pronunciamientos y dict¨¢menes favorables o contrarios, con cuya decisi¨®n autoritaria y personal el se?or De la Cierva nos ha demostrado que no s¨®lo sabe sostenella, sino tambi¨¦n enmendalla, afecta adem¨¢s a la seguridad jur¨ªdica de los ciudadanos y de los pueblos como sujetos propietarios de la cultura, y mucho m¨¢s cuando la decisi¨®n est¨¢ en flagrante y estricta contradicci¨®n (in eadem re et sub eodem respectu) con lo que en relaci¨®n con la incoaci¨®n opinaba el Gobierno en 1979 y lo que opina en 1980. En efecto, a una pregunta formulada por m¨ª en el Congreso de los Diputados, en noviembre de 1979, sobre las medidas que el Gobierno estaba dispuesto a tomar para evitar que se instalasen en la ribera del Duero f¨¢bricas como la actual de sebos, que deterioran el entorno mucho menos de lo que lo har¨¢ la variante sur, se me contest¨® textualmente:
?La edificaci¨®n de las instalaciones industriales mencionadas fue realizada antes de la incoaci¨®n del expediente de declaraci¨®n de conjunto hist¨®rico-art¨ªstico correspondiente. La pregunta del se?or diputado corrobora precisamente la necesidad de esta incoaci¨®n, pues, de haberse hecho anteriormente, la instalaci¨®n que "afea gravemente el paisaje y contamina el r¨ªo" no se hubiera producido nunca?.
Coacci¨®n y partidismo pol¨ªtico
En el escrito de EL PAIS a que, me he referido al comienzo de este art¨ªculo, el se?or De la Cierva emplea en realidad, camuflado entre sus alegatos, el ¨²nico argumento de la coacci¨®n al pueblo de Soria: ?He llegado a la firme conclusi¨®n?, escribe, ?de que Soria ciudad y provincia se ahogan sin una variante: y de que cualquier proyecto que no sea la variante sur retrasar¨ªa por m¨¢s de diez a?os la soluci¨®n definitiva?. La amenaza de variante sur o nada est¨¢ bien clara. ?Con qu¨¦ autoridad puede un ministro de Cultura poner plazo en una materia propia del de Obras P¨²blicas? ?Piensa acaso ser ministro de Obras P¨²blicas en los pr¨®ximos diez a?os, o es que a su pol¨¦mica biograf¨ªa habr¨ªa que a?adir el que tambi¨¦n es profeta? T¨¦cnicos solventes est¨¢n dispuestos, a requerimiento del ministro, a demostrar que un nuevo proyecto puede redactarse en menos de cuatro meses y comenzar a ejecutarse a principios del pr¨®ximo a?o. Lo que est¨¢ claro es que el ministro (quia nominor leo), bas¨¢ndose en la raz¨®n de la fuerza, intenta imponer a los sorianos su proyecto. Juega as¨ª c¨®micamente con algo dram¨¢tico cual es la leg¨ªtima ansia de desarrollo urgente de la provincia m¨¢s marginada y olvidada de Espa?a y juega tambi¨¦n con una poblaci¨®n escala y envejecida y con poca capacidad de reacci¨®n. Tal vez llegue a vencer, pero no podr¨¢ convencer. Hay que hablar claro. A pesar de que el ministro ha declarado que en el tema viario de Soria existen concretos intereses econ¨®micos determinantes (estamos esperando quie se nos den nombres), la realidad es que todo este asunto est¨¢ supeditado a intereses pol¨ªticos partidistas y personales. Algunos pol¨ªticos cac?quiles y provinciales de UCD han sabido ganarse la voluntad del ministro y quieren marcarse el tanto de la ejecuci¨®n de una obra importante en una provincia donde nada se hace, y dejar constancia de que se debe a su iniciativa. Si al propio tiempo les cae como premio alguna direcci¨®n general, mejor que mejor. Es indudable que est¨¢n dispuestos a, sacrificar los intereses de una provincia en beneficio partidista, personal y electoral.
?Acaso es un crimen que un pueblo al que nada se le ha dado se atreva a pedir a su Gobierno el estudio, en un breve plazo, de las diversas alternativas viarias existentes para poder escoger as¨ª la que m¨¢s favorezca al desarollo industrial y urban¨ªstico?
Babelia
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