Barcos y resignaci¨®n

Si no existiese la emisora Onda Pesquera, los ciudadanos de este pa¨ªs -y, lo que es m¨¢s lamentable, el Gobierno- nos enterar¨ªamos con retraso del apresamiento de nuestros pesqueros por la Marina marroqu¨ª.A la indefensi¨®n habitual de nuestros barcos -independientemente de que vulneren o no las leyes de Rabat-, en las ¨²ltimas detenciones se a?aden otras m¨¢s: el decomiso por la brava de sus capturas, el forzamiento a que firmen actas de apresamiento en blanco, la no presencia de autoridades consulares espa?olas como valedoras, y un triste etc¨¦tera de vej¨¢menes sufridos.

( ... ) En la balbuciente pol¨ªtica exterior espa?ola, la actitud de Madrid respecto a Rabat peca de un inequ¨ªvoco complejo de culpa y, parad¨®jicamente, de inferioridad. Existe un temor manifiesto a Argelia y a sus represalias con el suministro de gas, por la jugada hist¨®rica del Sahara, y otro mayor, en el extremo opuesto, a Marruecos, due?o y se?or de los bancos de pesca, vecino por Gibraltar, hostigado por el Polisario y con apetencias a largo plazo sobre Ceuta y Melilla.

Pillado en esa contradicci¨®n, Madrid, en vez de f¨®rmulas pol¨ªticas imaginativas y audaces, ha optado por el camino de la resignaci¨®n.

30 de agosto