Fred Kaps: un mago "en el pa¨ªs de las maravillas"
Los ilusionistas espa?oles han rendido homenaje al holand¨¦s Fred Kaps, maestro de la magia moderna, el ¨²nico que consigui¨®, por tres veces, ser distinguido con el Primer Gran Premio Extraordinario, m¨¢ximo galard¨®n que se concede a nivel internacional. Kaps falleci¨® a los 54 a?os, en el pasado mes de Julio, v¨ªctima de c¨¢ncer. Meses despu¨¦s ha recibido en Madrid el entra?able recuerdo de quienes le conocieron, admiraron y aprendieron a transmitir las emociones que supo crear en la magia de cerca, m¨¢s conocida por close-up, este mago del ?pa¨ªs de las maravillas?.
En el homenaje participaron la mayor¨ªa de los mejores magos espa?oles, entre los que Frakson recordaba, desde su larga experiencia, la sencillez con que realizaba los n¨²meros de cigarrillos, cartas, bastones o monedas gigantes. La velada estuvo cuajada de an¨¦cdotas cari?osas recordadas por Arturo de Ascanio, Julio Carablas, Juan Tamariz, Lorola Junior, Florensa y Br¨²julo.Fred era admirado a los nueve a?os por los amigos de sus padres, que en las tardes de los domingos les gustaba ir a casa de los Bongers (apellido oficial de? mago), para satisfacer su curiosidad sobre los nuevos trucos aprendidos por el benjam¨ªn de la familia. Cuatro a?os despu¨¦s ya era un artista de la manipulaci¨®n. El reconocimiento le lleg¨® cuando, en Indochina, pas¨® algo m¨¢s de dos a?os entreteniendo a los soldados y haciendo patria.
En Amsterdam la lucha se hizo dif¨ªcil, pues la competencia no admit¨ªa la juventud de un ex soldado, pero Kaps supo magnetizar al p¨²blico y hacerse con el Primer Premio Nacional, en 1950. Ese mismo a?o, el joven delgado, alto, rubio, con sexy para atraer desde los escenarios a quienes necesitan creer en lo irreal, decidi¨® buscar un ambiente m¨¢s propicio y se present¨® al Congreso Internacional de Magia de Barcelona, uno de los m¨¢s prestigiosos de Europa. Por entonces, a¨²n manten¨ªa el nombre comercial de M¨ªstica. A sus veinticuatro a?os caus¨® sensaci¨®n y se convirti¨® en un habitual en las propagandas de las m¨¢s famosas salas de fiestas espa?olas de aquellos a?os, donde actu¨® bajo el nombre que le har¨ªa famoso,
Fred Kaps.
Los se?ores que acud¨ªan al Pasapoga o Villa Rosa de los mejores tiempos se sent¨ªan inc¨®modos por la competencia que les hac¨ªa el jo ven holand¨¦s, no solamente en sus intervenciones en el escenario - donde los ohs de suspiros femeninos eran aut¨¦nticas taquicardias de la ¨¦poca-, sino porque, al final de su actuaci¨®n, sab¨ªa elegir entre las m¨¢s atracti -vas de aquellos inolvidables locales. Despu¨¦s de descansar, iniciaba su vida diaria en la calle de Alcal¨¢, esquina a Goya, tomando su matinal cerveza en la Cruz Blanca.Fred Kaps se adapt¨® r¨¢p damente a la vida madrile?a de los anos cincuenta. Bohemio y extrovertido, algo arrogante a veces para quien no le conoc¨ªa, no necesariamente necesitaba al p¨²blico que hab¨ªa pasado por taquilla. Su gran amor, el ilusionismo, lo satisfac¨ªa haciendo su magia en cualquier momento y en los lugares m¨¢s variados. Cualquier reuni¨®n informa?, en los momentos m¨¢s l¨¢nguidos, sorprend¨ªa por su rapidez en cambiar el panorama.
Ahora se le recuerda, no como el inventor de trucos, pues todo est¨¢ inventado, sino por su enorme capacidad de recreaci¨®n: transformar el juego en algo m¨¢gico. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, la magia ha dejado de tener el car¨¢cter mal¨¦fico y misterioso que el pueblo llano cre¨ªa entender, y, en este nuevo sentido, Kaps ha ayudado a ofrecer la imagen m¨¢s real de que el ilusionismo es ?una puerta abierta al pa¨ªs de las maravillas?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.