"No somos violentos, s¨®lo algo esquizofr¨¦nicos"
Los Ramones van camino de convertirse en mito. Pero son chicos normales, buenos j¨®venes americanos de un suburbio de Nueva York, que ahora viven en Manhattan. ?No somos violentos, s¨®lo algo esquizofr¨¦nicos?, declararon antes del concierto. Para muchos, Joey, Johnny, Dee Dee y Marky son los hermanos Ramone, pero no. Sus nombres de pila son algo menos pintorescos y Joey (cantante) se llama en realidad Jeffrey Hyman, Johnny (guitarra) es John Cummings, Dee Dee (bajo), Douglas Colvin, y a Marky (bater¨ªa) se le conoce por Mark Bell.Todos ellos ven¨ªan con sus respectivas compa?eras y bajaron a una conferencia de Prensa repleta de grupos madrile?os ataviados con pantalones vaqueros rotos y algo idos para responder a preguntas que iban desde lo pol¨ªtico, ??A qui¨¦n vais a votar??, ?Olvidamos registrarnos en el censo, as¨ª que no podemos? , hasta otras explicitadas de esta guisa: ??Qu¨¦ esperan los Ram,ones del p¨²blico espa?ol el d¨ªa 26 de septiembre, a las ocho de la tarde??, respondida por los neoyorquinos expresando sus l¨®gicos deseos de que todos se lo pasaran tan ricamente. Ellos, por su lado, no toman nada para subir a escena: ?Es que somos algo esquizofir¨¦nicos?,
Pero el le¨®n est¨¢ lleno de contradicciones. Despu¨¦s de un concierto d?nde pueden cantar Dame, dame un tratamiento de ?shock", Vas a matar a esa chica o Lobotom¨ªa quincea?era, Dee Dee se preguntaba angustiado por qu¨¦ en sus conciertos siempre hay violencia.
Joey estaba agotado, m¨¢s bien verde, viva imagen de las pel¨ªculas de terror que le gusta ver, y Marky no habla absolutamente nada y de hecho apenas se le ve. ?Los Clash son el segundo mejor grupo del mundo y nosotros tenemos que ser los primeros. Nos lo dice la gente y los periodistas, as¨ª que ?por qu¨¦ no vamos a cre¨¦moslo?. S¨®lo que luego resultan unas malvas de conversaci¨®n tranquila que desconf¨ªan de la juventud estadounid¨¦nse. ?Est¨¢n atontados?, aunque, por supuesto, tienen ¨¦xito en todas partes y ante cualquier audiencia.
?Comenzamos a hacer esta m¨²sica porque no hab¨ªa nada excitante, nada que nos gustara, pero hoy, despu¨¦s de casi siete a?os, seguirnos estando solos?. Aunque no tanto, hace cuatro a?os apenas pod¨ªan sobrevivir, mientras hoy ya conocen Australia y Jap¨®n. ?Pero somos iguales, aunque m¨¢s espont¨¢neos?.
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