Irak e Ir¨¢n, incapaces de lograr una victoria decisiva en la guerra del golfo P¨¦rsico
ENVIADO ESPECIAL A punto de cumplirse la primera semana de la ?guerra del Golfo?, entre Irak e Ir¨¢n, ninguno de los dos bandos parece capaz de obtener una victoria decisiva en el campo de batalla, por lo que cabe la posibilidad de que el conflicto se enquiste y se convierta en un foco permanente de inestabilidad para el ¨¢rea del golfo P¨¦rsico y para las exportaciones de petr¨®leo.
Entre los analistas pol¨ªticos de Oriente Pr¨®ximo se extiende la opini¨®n de que esta guerra es inganable, pero es un¨¢nime la certeza de que como indicaba ayer el prestigioso Middle East Reporter, cualquiera que sea el resultado, el oolfo P¨¦rsico ya no ser¨¢ nunca el mismo.Irak ha efectuado escasos avances militares en seis d¨ªas de guerra, quiz¨¢ porque esperaba una resistencia mucho menor en un Ej¨¦rcito como el iran¨ª, desoroanizado desde la revoluci¨®n isl¨¢mica. Los dos adversarios se han entregado a una estrategia de ?ojo por ojo? contra las Instalaciones petroleras -su pr¨¢cticamente ¨²nica fuente de ingresos que han sufrido graves destrozos en ambas partes y que costar¨¢ a?os reparar.
El tiempo juega contra Irak, un pa¨ªs m¨¢s peque?o y mucho menos poblado que su enemigo. El intento de destruir la aviaci¨®n iran¨ª en el suelo, como hicieron los israel¨ªes a los ¨¢rabes en 1967, no tuvo ¨¦xito, e Irak est¨¢ sufriendo en sus refiner¨ªas y campos petrol¨ªferos los ataques de los cazabombarderos iranies.
Irak anunci¨® que sus tropas ocuparon ayer -en el sexto d¨ªa de la guerra del golfo P¨¦rsico- la ciudad iran¨ª de Ahwaz, capital de la provincia petrolera de Juzest¨¢n, situada a unos doscientos kil¨®metros en el interior del territorio iran¨ª. El Gobierno de Teher¨¢n no confirm¨® la noticia, y el im¨¢n Jomeini, en un llamamiento a la poblaci¨®n, afirm¨® que el pa¨ªs luchar¨¢ ?hasta el ¨²ltimo soldado?. El presidente paquistan¨ª, Zla-Ul-Haq, se encuentra en Teher¨¢n, en una misi¨®n exploratoria sin car¨¢cter de mediaci¨®n, emprendida en nombre de los pa¨ªses isl¨¢micos. Bagdad fue bombardeada ayer en dos ocasiones, mientras que la aviaci¨®n iran¨ª concentra sus ataques en las Instalaciones petroleras vitales de Irak.
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El conflicto no podr¨¢ continuar por mucho tiempo sin que los contendientes reciban suministros extranjeros
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Si las p¨¦rdidas en vidas humanas y, equipo militar son tan elevadas como parece, ninguno de los dos pa¨ªses podr¨¢ continuar mucho tiempo la guerra sin recibir suministro y material b¨¦lico del exterior. Por ello, los intentos de mediaci¨®n se mueven en dos direcciones: conseguir un embargo de armamento para los dos beligende negociaciones.
Esto ¨²ltimo parece bastante dif¨ªcil por el momento, y de ah¨ª los temores de que el conflicto se estanque y se convierta en una situaci¨®n ni de paz ni de guerra abierta, sino de tensi¨®n, encaramuzas e inestabilidad regional. En el fondo, tanto el r¨¦gimen baasista y autoritario de Saddan Hussein como el fundamentalista y teocr¨¢tico del im¨¢n Jomeini se juegan su supervivencia en esta guerra.
De ah¨ª tambi¨¦n la intransigencia que muestran ambas partes y el rechazo ante cualquier mediaci¨®n de que hasta ahora han hecho gala. El problema es que no se divisa una salida al conflicto digna para los dos adversarios. La vuelta al estado actual ser¨ªa en la pr¨¢ctica una derrota de Irak, y la cesi¨®n de una franja de territorio, por m¨ªnima que sea, supondr¨ªa una derrota para Ir¨¢n.
Un desenlace que supusiera la humillaci¨®n nacional de uno de los contendientes podr¨ªa desencadenar una revuelta interna, como podr¨ªa hacerlo tambi¨¦n una guerra de desgaste, sin victorias notables. Los partidarios del sha, dentro y fuera de Ir¨¢n, intentar¨¢n aprovecharse de las circunstancias para derribar al r¨¦gimen de Jomeini. En Irak, con una mayor¨ªa de poblaci¨®n ch¨²ta, las diferencias en el seno del Baas y los comunistas, reprimidos por Saddan Hussein, pueden ser caldo de cultivo para ese descontento popular. Por ¨²ltimo, los kurdos, a ambos lados de la frontera, podr¨ªan tambi¨¦n aprovecharse de la ocasi¨®n.
Los objetivos de Irak al lanzar su ?golpe disuasorio? el pasado lunes contra objetivos militares iran¨ªes y desencadenar as¨ª esta guerra no declarada, fueron triples, seg¨²n un experto liban¨¦s. En primer lugar, cortar por lo sano con el peligro de contagio de la revoluci¨®n isl¨¢mica chiita, que amenaza fundamentalmente a Irak, donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es de esta secta musulmana, mientras que la clase dirigente es sunnita.
En segundo lugar, Saddam Husse¨ªn quiso aprovecharse de la debilidad del Ir¨¢n posrevolucionario para corregir la frontera y ?recuperar? el estuario de Chatt el Arab, que ¨¦l mismo cedi¨® al sha en 1975, con tal de acabar con el problema de la rebeli¨®n kurda, Si hubiera triunfado en su intento de ocupar la margen oriental de la v¨ªa de agua y en el de destruir la fuerza a¨¦rea iran¨ª, quiz¨¢ habr¨ªa podido imponer una pol¨ªtica de hechos consumados y firmar una tregua.
Por ¨²ltimo, y con su exigencia a Ir¨¢n de que devolviera a la soberan¨ªa ¨¢rabe las tres peque?as islas situadas a la entrada del golfo P¨¦rsico que ocup¨® el entonces prepotente sha, consolidar¨ªa su papel como nuevo gendarme de la regi¨®n y potencia predominante en el golfo. Como segundo pa¨ªs productor de petr¨®leo de la OPEP y segunda potencia militar ¨¢rabe, despu¨¦s de un Egipto condenado al ostracismo por sus acuerdos con Israel, el Irak de Saddam Hussein se cree dotado de pleno derecho para jugar ese influyente papel.Las grandes potencias permanecen, de momento, a la expectativa. Ha habido en la pr¨¢ctica casi una reversi¨®n total de las alianzas desde que se firmaron los acuerdos de Argel, en 1975, sobre el estuario de Chatt el Arab. El entonces pronorteamericano Ir¨¢n del sha es hoy uno de los mayores enemigos de Washington. Y las especiales relaciones de Saddam Hussein conMosc¨² no le han impedido perseguir a los comunistas prosovi¨¦ticos, apoyar a los eritreos mientras la URSS respaldaba a Etiop¨ªa y, en resumidas cuentas, separarse notablemente de la l¨ªnea sovi¨¦tica, quiz¨¢ en busca de un papel de liderazgo entre los no alineados.
En caso de que. por alg¨²n giro inesperado de la guerra Ir¨¢n cumpliese su amenaza de bloquear el estrecho de Ormuz, quedar¨ªa cortado el suministro de los pa¨ªses industrializados y desencadenar¨ªa una intervenci¨®n de Estados Unidos y de otras potencias occidentales con consecuencias imprevisibles.
De momento, la aceptaci¨®n por ambos pa¨ªses de recibir la misi¨®n de ?buena voluntad? de la Conferencia Isl¨¢mica deja abierta cierta esperanza, pese a las negativas de Bagdad y Teher¨¢n a cualquier tipo de mediaci¨®n.
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