Internacional Harvester adquiere el 35% del capital de Pegaso
La Empresa Nacional de Autocamiones, Sociedad An¨®nima (ENASA), fabricante de los camiones Pegaso y las furgonetas de transporte ligero Saya, firm¨® ayer un acuerdo con la norteamericana International Harvester Company -primera empresa norteamericana y segunda mundial del sector de camiones-, en virtud del cual esta ¨²ltima participar¨¢ con un 35% en Pegaso, y ambas, conjuntamente, crear¨¢n una nueva empresa, Pegaso International, de la que IH tendr¨¢ el 65% y el resto ser¨¢ para la parte espa?ola. Esta nueva empresa requerir¨¢ una inversi¨®n m¨ªnima de doscientos millones de d¨®lares -unos 15.000 millones de pesetas-, y generar¨¢ 1.500 puestos de trabajo directos -todos ellos absorbidos de la actual plantilla de Pegaso-, m¨¢s otros 50.000 indirectos.
Adem¨¢s, el acuerdo prev¨¦ unas inversiones para ENASA de 25.000 millones de pesetas en los pr¨®ximos cinco anos, en las que IH participar¨¢ con su correspondiente porcentaje. El montante total de las inversiones de IH vendr¨¢ directamente de Estados Unidos.ENASA, con un 92% de capital estatal en poder del Instituto Nacional de Industria (INI) desde que en 1972 British Leyland se desprendi¨® de sus acciones -un 25% del capital de la empresa espa?o la-, entabl¨® los primeros contactos con la multinacional norteamericana IH el pasado a?o, llegando a una declaraci¨®n de prop¨®sitos firmada por ambas parles el 14 de septiembre de 1979. El proyecto espa?ol consist¨ªa en una asociaci¨®n con una de las grandes multinacionales del sector, con el fin de asegurar el futuro de la primera empresa de camiones del pa¨ªs.
Posteriormente a esa fecha se iniciaron unas negociaciones entre ambas partes, que culminaron en un acuerdo de principios suscrito medio a?o despu¨¦s, el 29 de enero del presente a?o.
Seg¨²n ese acuerdo, firmado por el presidente de ENASA, Federico Sotomayor; el de International Harvester, Archie R. McCardell, y el del INI, Jos¨¦ Miguel de la Rica, la multinacional norteamericana se compromet¨ªa a comprar un 35% del capital social de ENASA antes del 31 de julio de 1980, por un precio que deber¨ªa haber quedado fijado antes del pasado 30 de junio. Asimismo, International Harvester deb¨ªa crear una sociedad conjunta con ENASA, de la que la multinacional norteamericana poseer¨ªa el 65% del capital, y la empresa espa?ola, el 35% restante, para la creaci¨®n de una f¨¢brica de motores con una capacidad anual de 100.000 unidades, de las que el 80% estar¨ªa destinado a la exportaci¨®n a IH, y el 20% restante, a Pegaso, aunque en el acuerdo inicial del 29 de enero las cantidades eran 70% y 30%, respectivamente.
Este ambicioso proyecto conjunto requerir¨ªa una inversi¨®n m¨ªnima de doscientos millones de d¨®lares -unos 15.000 millones de pesetas-, creando 1.500 nuevos puestos de trabajo -a cubrir por la plantilla de ENASA- y generando un importante trabajo indirecto en la fundici¨®n de Pegaso, cuyo nivel de productividad actual es muy bajo -de las 12.000 toneladas/a?o actuales se pasar¨¢ a 40.000 toneladas/ a?o.
Retraso por las divergencias
Sin embargo, las diferencias en tre International Harvester y ENASA en temas que la parte espa?ola consideraba fundamenta les, y en los que no quer¨ªa ceder motivaron unas largas y muy dif¨ªciles negociaciones, y obligaron a un retraso en la firma del acuerdo final desde la fecha inicialmente prevista en el acuerdo de principios tendr¨ªa que haber estado firmado antes del 31 de julio- hasta ayer, d¨ªa en que las tres partes -ENASA, INI e IH- suscribieron el acuerdo definitivo.Mientras tanto, un equipo de t¨¦cnicos de la empresa norteamericana hab¨ªa realizado un profundo estudio de Pegaso, ayudado por la circunstancia de una largu¨ªsima huelga que tuvo paralizada a la multinacional norteamericana durante seis meses. Tras su extens¨ªsimo informe, las dos partes, de acuerdo en lo fundamental, discrepaban en cuestiones en las que la parte espa?ola no estaba dispuesta a transigir. Las tres diferencias fundamentales eran la forma y el per¨ªodo de tiempo en que IH no participar¨ªa en la cuenta de resultados, presumiblemente negativa, y en la plantilla de ENASA y de la nueva sociedad. La valoraci¨®n de las acciones que IH ten¨ªa que adquirir al Instituto Nacional de Industria, punto de desacuerdo inicial, se cerr¨® finalmente con una valoraci¨®n puramente simb¨®lica de las mismas.
Respecto a la primera diferencia, la multinacional norteamericana pretend¨ªa que el plazo de tiempo fuera de cinco a?os -cuando en el acuerdo de principios figura tres a?os-, mientras la parte espa?ola exig¨ªa ajustarse al tiempo inicialmente acordado. Para ENASA, el dilatar el tiempo de tres a cinco a?os podr¨ªa traer como consecuencia un menor inter¨¦s por parte ae 114 de hacer a la empresa espa?ola rentable. El acuerdo final, firmado ayer, gracias a la gesti¨®n del presidente del INI, Jos¨¦ Miguel de la Rica, y del ENASA, Federico Soto Mayor, no solamente prev¨¦ que Intemational Hasvester participe en las p¨¦rdidas a partir de tres a?os, y no de cinco, sino que adem¨¢s IH tambi¨¦n costear¨¢ una parte de las p¨¦rdidas que se produzcan hasta entonces.
En el contrato firmado ayer se contempla tambi¨¦n que ENASA no pagar¨¢ nada en concepto de royalties por tecnolog¨ªa a IH.
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