Vizca¨ªno Casas: "La gente es confiada y algo tonta"
"Jaque al rey", una comedia musical fascista
En la madrile?a sala de fiestas Bofte del Pintor acaba de estrenarse una comedia musical titulada Jaque al rey, de la que son autores Vizca¨ªno Casas y Garc¨ªa Segura. En ella, lo teatral brilla por su ausencia. A partir de la idea de que la gente es confiada y algo tonta, se despliega un panfleto, cantable y bailable, de sello puramente fascista.
Este espect¨¢culo no tiene nombre. O, mejor dicho, s¨ª lo tiene: fascismo. Dos personajes, ¨²nicos y m¨¢s que suficientes: Dositeo Rojo Delgado (viva r¨¦plica de Videla) y Rosita (reencarnaci¨®n de Carmen Sevilla), logran, por v¨ªa involuntaria, a ritmo de flechazo y pasodoble, que le otorguemos pertinencia grave a la altiva sentencia de Chamfort: ?Hay siglos en los que la opini¨®n p¨²blica es la peor de las opiniones?.Todo es bueno y sagrado para luchar contra la democracia: en especial, la dial¨¦ctica del insulto, el libelo soez, la mentira arrojada como dardo excremencial y chistoso. No dan m¨¢s de s¨ª, como en las urnas.
He aqu¨ª, pues, que la extrema derecha reinventa el desmochado teatro comprometido. Dositeo y Rosita se conocieron en el SEU, Venecia del ayer. El es el rey del optimismo, porque, ?aunque sea cinismo, es la ¨²nica forma de aguantar?. Su santo padre le puso a otro hijo Claudio, ?para que hubiese en casa un Claudillo?. Y a otro, Cojoncio, igualito que a un hermano suyo, ?con lo que en la familia tenemos dos cojoncios?. Saben sumar.
Sin embargo, ella piensa que lodo va muy mal, aunque escuche a menudo Julio Iglesias y Raphael: impuestos, la gr¨²a, los nombres trastrocados de las calles, el precio demencial de la ternera, las violaciones, los atracos a los estancos, las estafas de los ayuntamientos de izquierda... Nos toman por amn¨¦sicos. Lo piensa ella; y piensa que lo piensa el p¨²blico: ?Eso piensan tambi¨¦n estos se?ores y cualquiera con el vicio de pensar?. El p¨²blico, su p¨²blico, en efecto, no se lo piensa dos veces, r¨ªe a mand¨ªbula batiente, se retuerce de reconocimiento y aplaude como en el desfile de la Victoria. As¨ª son.
Ahora, eso s¨ª, sufren una barbaridad: ?Aqu¨ª s¨®lo vas a la c¨¢rcel por gritar ?Viva Espa?a! en una manifestaci¨®n?. A juzgar por los aplausos, tienen millares de familiares encarcelados. M¨¢s ac¨¢ de las rejas piensan que a Cervantes lo han quitado del r¨®tulo de una calle porque perdi¨® precisamente el brazo izquierdo en la batalla. Piensan que Su¨¢rez es falso porque no puede ser Franco. Piensa que lo maravilloso era cuando ?la misa todav¨ªa se dec¨ªa en lat¨ªn y de culo?.
Piensan -disfrazadas las chicas de pescadores canarios, con taconcitos altos y maquillaje malva, mientras pescan con redes virginales en las m¨¢s turbias aguas- que ellas son ?las pescadoras de bajura?, ?y cu¨¢nta!, que por culpa de las capturas moras ya no pueden faenar. Piensan que el paro existe porque no existe el Movimiento. Piensan, ?oh, agudeza de ingenio!, que Adolfo rima con golfo. Piensan ?que la gente es confiada y algo tonta?. Piensan que si Telesforo Monz¨®n se cambiase de nombre le seguir¨ªan llamando ?lo mismo que ahora le llamamos?. Piensan que el Parlamento es un teatro donde el joven gal¨¢n es Felipe; Fraga Iribarne, el actor c¨®mico; Carrillo, el moderado; Sagaseta, el villano, y el meritorio, Adolfo Su¨¢rez. Piensan que todos los diputados son unos hijos de... Piensan, pero no acaban de atreverse, dar jaque mate al Rey.
Piensan en eso y en otras muchas cosas irreproducibles. Y piensan que vamos a compadecernos cuando proclaman que est¨¢n al borde de la muerte por no poder comer ternera. No se les corta el apetito pensando en los fusilamientos, palizas y escarnios que ellos aplaudieron para asegurar su filete en exclusiva durante tantos a?os. Piensan que la libertad s¨®lo ha llegado ?para injuriar?.
Babelia
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