Tensi¨®n en el funeral por los tres polic¨ªas muertos en Durango
En medio de un ambiente de gran tensi¨®n, pero sin incidentes, se celebr¨® ayer, en Bilbao, el funeral de cuerpo presente en memoria de los tres polic¨ªas que fueron v¨ªctimas el viernes, en Durango (Vizcaya), de un atentado por un comando, presumiblemente de ETA. Al comienzo y al t¨¦rmino del acto, grupos reducidos de personas dieron gritos de apoyo a la polic¨ªa y de condena a ETA, que mezclaron con insultos al Gobierno y a las autoridades presentes.El funeral hab¨ªa sido fijado para las once de la ma?ana en la iglesia del Carmen, situada a unos doscientos metros del edificio de la Jefatura Superior de Polic¨ªa, de Bilbao, donde estaba instalada la capilla ardiente. En los alrededores de esta zona se hab¨ªa dispuesto un impresionante dispositivo de seguridad.
Pasadas las 10.30 horas sali¨® de jefatura la comitiva f¨²nebre. Tras un grupo de funcionarios que portaban una treintena de coronas de flores se situaron compa?eros de las v¨ªctimas, de uniforme y de paisano, que iban a turnarse para portar a hombros los f¨¦retros cubiertos con la bandera espa?ola. Detr¨¢s de un reducido grupo de familiares marchaban las autoridades, entre las que se encontraba el general S¨¢enz de Santamar¨ªa; el director de la Polic¨ªa Nacional, Jos¨¦ Manuel Blanco; gobernadores civil y militar de Vizcaya y altos mandos militares de la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional. Inmediatamente detr¨¢s, una compa?¨ªa mixta de policia y Guardia Civil con banda de m¨²sica.
Sin incidentes, el cortejo f¨²nebre recorri¨® la calle deSan Mam¨¦s y, a trav¨¦s de la mencionada plaza, lleg¨® a la iglesia. En la puerta, cuando los f¨¦retros eran introducidos al interior, un reducido n¨²mero de personas dio vivas a Espa?a, a Euskalerr¨ªa espa?ola y a la Legi¨®n (?que nos manden la Legi¨®n, que estamos en guerra?) y ?fueras? a Garalkoetxea.
En el templo abarrotado se situaron en primera fila los familiares de las v¨ªctimas y las autoridades. En los bancos posteriores y laterales se acomodaron cientos de. polic¨ªas, de uniforme y de paisano, militares y personal civil. UCD y Alianza Popular estaban representados por sus dirigentes, diputados y parlamentarios.
En una homil¨ªa breve y de contenido casi exclusivamente religioso, el capell¨¢n castrense, que concelebr¨® la misa con sacerdotes de la parroquia, bas¨¢ndose en los textos del Evangelio afirm¨®: ?Debemos tener la esperanza de que estos muertos ser¨¢n semilla de paz e igualdad para todos los espa?oles, cualquiera que sea su ideolog¨ªa; que las muertes de estos tres Polic¨ªas sean las ¨²ltimas y que sean fruto de amor y concordia para nuestra querida Espa?a?. Tras se?alar que la muerte sobrecoge y espanta el dolor, el celebrante, dirigi¨¦ndose a todos los presentes, repiti¨®: ?Que el dolor y la rabia no nos hagan caer en la desesperaci¨®n?.
En la consagraci¨®n, una mujer grit¨®: ?Se?or, salva a Espa?a y danos la paz?. Concluido el acto religioso y cuando los f¨¦retros eran introducidos en los furgones, en medio de una gran tensi¨®n, un grupo de personas poco numeroso -algunos brazo en alto- prorrumpieron en vivas a Espa?a y la polic¨ªa, que fueron coreados por un sector importante de los asistentes; dieron gritos, con escasa respuesta, contra ETA (?Contra ETA, lucha armada?, el Gobierno (?ETA, culpable; Gobierno, responsable ? y ?Gobierno, traidor?) y las autoridades presentes, a las que algunas personas increparon con gritos de traidores. Se escuch¨® tambi¨¦n alg¨²n grito aislado de apoyo a Cristo Rey y al Batall¨®n Vasco Espa?ol.
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