Socialdem¨®cratas y liberales alemanes seguir¨¢n en el poder, seg¨²n la ¨²ltimas encuestas
Los alemanes deciden hoy en las urnas la composici¨®n del octavo Parlamento que legislar¨¢ en este pa¨ªs desde que se constituy¨® hace 31 a?os la Rep¨²blica Federal de Alemania. Mediante su voto, los 42,8 millones de electores alemanes (23,2 millones de mujeres, 2,7 de j¨®venes electores, que participan por primera vez en una consulta de este tipo, 11,1 millones de jubilados, y el resto ciudadanos con edades intermedias), determinar¨¢n tambi¨¦n con su voto la. composici¨®n del Gobierno federal con vistas a los pr¨®ximos cuatro a?os.
Un sondeo de opini¨®n publicado a mediados de semana por el Instituto Allensbach, la organizaci¨®n m¨¢s conocida del pa¨ªs en su especialidad, otorga a la coalici¨®n gobernante, socialdem¨®cratas y liberales, m¨¢s de un 8% de ventaja sobre la alianza entre los cristiano-dem¨®cratas y sus hom¨®logos b¨¢varos, la Uni¨®n Cristiano Social. Desde 1961, los h¨¢bitos de voto en Alemania Occidental no han variado apenas y en las cuatro ¨²ltimas elecciones las p¨¦rdidas o las ganancias mayores de los partidos no han variado m¨¢s de un 3 %.
Durante la anterior legislatura, tan s¨®lo diez esca?os han separado, a efectos num¨¦ricos, el bloque social-liberal de la Uni¨®n Cristiano Dem¨®crata. De los 496 esca?os que componen el Bundestag, la Uni¨®n ocupa en total 243, mientras que los social- liberales manten¨ªan en su poder s¨®lo diez m¨¢s. Bastar¨ªa, pues, que el candidato conservador, Franz Josef Strauss, lograse a?adir hoy seis nuevos esca?oslos que detenta ya su formaci¨®n pol¨ªtica para que en este pa¨ªs se operase un cambio profundo de situaci¨®n: Strauss pasar¨ªa a ocupar la canciller¨ªa y, en el Bundestag, los democristianos constituir¨ªan en solitario la fracci¨®n m¨¢s poderosa, situaci¨®n que ya se ha producido en la segunda C¨¢mara legislativa, el Bundesrat o Consejo Federal.
Entre los numerosos factores de gran inter¨¦s, no s¨®lo para la RFA, que componen la presente invitaci¨®n electoral, se?alemos que, mientras en 1976 la Uni¨®n CDU/CSU consigui¨®, con Helmut Kohl como candidato, remontar el bache de las elecciones de 1972, las primeras y ¨²nicas hasta. ahora en las que los conservadores reunieron menos votos que el partido socialdem¨®crata SPQ este partido y su aliado, el liberal, iniciaron en 1976 un alarmante descenso en el favor p¨²blico. ?C¨®mo reaccionar¨¢ ahora el electorado ante el ?disputado voto? que le pide Strauss? Si los alemanes se volcasen en favor del candidato b¨¢varo, concedi¨¦ndole por encima del 48,6% de los votos que logr¨® Kohl en 1976, y rebajasen sensiblemente el 50,5% que consiguieron acumular los socialdem¨®cratas y liberales juntos, nadie duda que en este caso la pol¨ªtica alemana cambiar¨ªa de signo de la noche a la ma?ana: el canciller Strauss dispondr¨ªa de una capacidad de acci¨®n como ning¨²n jefe de Gobierno alem¨¢n ha conocido desde Konrad Adenauer, a quien sue?a en emular alg¨²n d¨ªa elcandidato conservador. El objetivo del SPD para la jornada de hoy es relativamente modesto: convertirse en la fracci¨®n m¨¢s numerosa junto con los liberales.
Alto porcentaje de votos
Las peculiaridades de las elecciones generales de hoy dan pie en la RFA a formular interrogantes que quiz¨¢ esta misma noche queden parcial o totalmente despejados. Helmut Kohl y Franz Josef Strauss han reiterado estos d¨ªas que, aun en el caso de una ?inesperada derrota?, continuar¨¢n los dos partidos conservadores que forman la uni¨®n, una labor conjunta en el Parlamento. Con otras palabras: Strauss no repetir¨¢ su amenaza de convertir el CSU en partido abierto a todos los alemanes, no s¨®lo a los b¨¢varos. Esta amenaza sirvi¨® hace unos; meses para ?convencer? al componente CDU de la necesidad de nombrar a Strauss candidato de la uni¨®n. En todo caso, este ?buen prop¨®sito? no parece haber convencido al ala m¨¢s liberal de la dernocracia cristiana alemana. Strauss, por otra parte, es mal perdedor.
El estilo que ha caracterizado la campana electoral ha contribuido a una cierta ?radicalizaci¨®n? en los respectivos campos. Se ha producido, una especie de ?guerra de posiciones? que puede continuar m¨¢s all¨¢ de hoy, jornada electoral y tambi¨¦n ?flesta de acci¨®n de gracias por los frutos de las cosechas?. Queda por ver si tan buc¨®lica celebraci¨®n tiene tambi¨¦n su r¨¦plica en versi¨®n pol¨ªtica o si los frutos de la carripa?a electoral terminan por ser excesivamente ¨¢cidos.?Quedar¨¢n en s¨®lo mal estilo de tribuna los ataques personales de los candidatos o las heridas producidas tardar¨¢n en resta?ar? Por lo pronto, el canciller Schmidt se mostraba pesimista en unas recientes declaraciones a Stern. Por otra parte, su oponente Strauss -65 a?os reci¨¦n cuniplidos- no duda de que esta es su ¨²ltima oportunidad de llegar a la canciller¨ªa por el camino normal de unas elecciones.
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