Preocupaci¨®n israel¨ª por la implicaci¨®n jordana en el conflicto
Los dirigentes israel¨ªes, que al principio segu¨ªan con una buena dosis de ecuanimidad y satisfacci¨®n la guerra entre dos de sus implacables enemigos -Irak e Ir¨¢n-, no ocultan ahora su preocupaci¨®n, por dos motivos: la creciente implicaci¨®n de Jordania en el conflicto, al lado de Irak, y el tratado sovi¨¦tico-sirio, firmado ayer en Mosc¨², que incluye cl¨¢usulas militares secretas.De todos los pa¨ªses ¨¢rabes, Jordania es el ¨²nico que no se ha contentado con apoyar verbalmente a Irak, sino que ha puesto a disposici¨®n del r¨¦gimen de Bagdad aeropuertos, un puerto y ejes de transporte terrestres. Seg¨²n la radio israel¨ª, numerosos barcos, cargados con material militar sovi¨¦tico con destino a Irak, se dirigen hacia el puerto jordano de Aqaba, por el mar Rojo.
En Jerusal¨¦n afirman que la nueva pol¨ªtica de Hussein constituye ?m¨¢s que un giro, una aut¨¦ntica revoluci¨®n?. Hasta hace muy poco tiempo Arriman se hab¨ªa aproximado al r¨¦gimen sirio -enemigo jurado de Irak- procurando mantener buenas relaciones con Occidente. Ahora da la espalda abiertamente a Damasco, e incluso a Washington (el rey Hussein ignora hasta el momento las advertencias de la Casa Blanca para que no intervenga en el conflicto), y se embarca en una aventura con Irak.
Ante este cambio de alianzas, en Jerusal¨¦n se interrogan sobre las aut¨¦nticas intenciones de Hussein. Ciertos hombres pol¨ªticos israel¨ªes tienden a minimizar el alcance de la intervenci¨®n jordana en el conflicto y consideran que la ayuda prestada por Amman al esfuerzo b¨¦lico iraqu¨ª es m¨¢s imaginaria que real. ?Dado que los camiones que transportan el material sovi¨¦tico desembarcado en Aqaba tienen que recorrer 1.200 kil¨®metros antes de llegar a Irak, el valor pr¨¢ctico del gesto de Hussein es muy peque?o ?, afirma el comentarista del Jerusalen Post.
No obstante, c¨ªrculos oficiales de Jerusal¨¦n consideran que la llegada de armas sovi¨¦ticas a territorio jordano, aunque s¨®lo sea en tr¨¢nsito, augura un mal porvenir. Estas fuentes ponen de relieve que la formaci¨®n de un eje Amman-Bagdad se har¨ªa con la bendici¨®n de Mosc¨², en donde es esperado el rey Hussein.
En Jerusal¨¦n temen tambi¨¦n que el Kremlin est¨¦ intentando una reconciliaci¨®n entre los ?hermanos enemigos?, Irak y Siria, con la ayuda del rey Hussein, que, mientras ayuda a Bagdad, no ha roto con Damasco.
En el Oriente Pr¨®ximo ¨¢rabe todo es posible, sobre todo si esa reconciliaci¨®n se hace sobre las espaldas de Israel; es decir, se traduce en una nueva guerra contra el Estado hebreo?, a firman ciertos expertos militares israel¨ªes.
Las sonadas declaraciones de Hussein de que ?la victoria de Irak ser¨¢ el comienzo de la victoria contra el enemigo sionista? crean un clima favorable para ?transformar la guerra irano-iraqu¨ª en una guerra santa contra Israel?, afirman en Jerusal¨¦n.
?Hussein ha olvidado la lecci¨®n de 1967 al saltar sobre el tren iraqu¨ª. Una vez m¨¢s ha apostado por el caballo perdedor?, ha declarado en este sentido el primer ministro Men¨¢jem Beguin.
Las visitas a Mosc¨² del presidente sirio, del rey de Jordania y del dirigente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina, Yasir Arafat, inquietan a los dirigentes israel¨ªes, que se preguntan si la URSS va a volver a poner pie en la regi¨®n gracias a Damasco y aprovechando el conflicto entre Irak e Ir¨¢n. Seg¨²n Jerusal¨¦n, el tratado firmado por Assad en Mosc¨² incluye cl¨¢usulas secretas que le permiten reforzar su presencia militar e incluso intervenir en caso de conflicto entre Siria e Israel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.