La fiscalidad de los once primeros derivados del petr¨®leo asciende a 210.000 millones

La fiscalidad espa?ola en torno a los once principales subproductos del petr¨®leo asciende a 210.000 millones de pesetas, equivalentes a 5,99 pesetas/kilo o a un 26,91% de su precio medio de coste (22,26 pesetas/kilo), seg¨²n se desprende del estudio ?Los precios de la energ¨ªa en Espa?a?, realizado por Jos¨¦ Rodr¨ªguez de Pablo y publicado en el ¨²ltimo n¨²mero del bolet¨ªn informativo de la Fundaci¨®n Juan March.

Concluye el autor que en Espa?a se est¨¢ siguiendo la pol¨ªtica de utilizar los precios de estos productos como un instrumento de redistribuci¨®n de los costes, por medio de una fiscalidad alta en las gasolinas y unos bajos precios de venta en el rest¨® de los carburantes. La fiscalidad bruta unitaria es, en promedio, de 5,99 pesetas/kilo; los querosenos y gas¨®leos son gravados en torno a esa cantidad, mientras las gasolinas aportan unitariamente 44,33- pesetas/kilo y el fuel se beneficia en 4,3 pesetas/ kilo.Para el autor, una pol¨ªtica de precios de esta naturaleza tan s¨®lo es posible en base a una debil¨ªsima respuesta del consumidor espa?ol de gasolina, ante los continuos aumentos, y a la imposible sustituci¨®n de este tipo de carburante. Y, por otro lado, la existencia de precios bajos para los derivados petrol¨ªferos, que s¨ª tendr¨ªan sustitutivos, supondr¨ªa alterar la actual estructura de demanda de nuestro pa¨ªs.

Comparando los precios espa?oles con los de otros pa¨ªses, se observa que la gasolina tiene en Espa?a un precio ligeramente m¨¢s alto, los gas¨®leos son m¨¢s baratos y el fuel tiene unos precios muy por debajo de los de la mayor¨ªa de los otros pa¨ªses. Ello significa que, con una fiscalidad para la gasolina mayor que casi ning¨²n otro pa¨ªs, la fiscalidad media percibida por Hacienda es muy inferior (entre un 10% y un 20%, en relaci¨®n a los principales pa¨ªses europeos).

En relaci¨®n a la electricidad, el autor destaca la importancia que tiene la pol¨ªtica de tarifas para la pol¨ªtica energ¨¦tica en su conjunto, ya que el 40% de la energ¨ªa que se consume actualmente es el¨¦ctrica. Este consumo se hace en forma de ?tarifas binomias?, que desdoblan el importe total en dos componentes sumandos: la potencia contratada o ?t¨¦rmino de potencia? y consumo de electricidad o ?t¨¦rmino de energ¨ªa?.

En opini¨®n del autor, las tarifas vigentes en Espa?a cubren deficientemente los componentes binomios del coste, puesto que su cobertura afecta b¨¢sicamente al ?t¨¦rmino de energ¨ªa?.

Y, por otra parte, la gran diferencia existente entre los precios unitarios de los abonados dom¨¦sticos con los industriales (proporci¨®n aproximada de 5/2), resulta que el coste global del suministro el¨¦ctrico se redistribuye cargando al usuario dom¨¦stico una proporci¨®n del coste mucho mayor de la que le corresponder¨ªa con una interpretaci¨®n estricta del binomio costes-precios.